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jueves, 21 de enero de 2010

Día 21-01-2010. Ciclo C



Jueves 21 de Enero de 2010. 2ª semana del tiempo Ordinario. AÑO SANTO COMPOSTELANO Y SACERDOTAL. (Ciclo C). 2ª semana del Salterio. Memoria Obligatoria: SANTA INÉS, virgen y mártir. SSJuan Yi pf mr. Beata María Josefa de S.I. vg


LITURGIA DE LA PALABRA



1Sm 18, 6-9: Mi padre Saúl te busca para matarte

Salmo 55: En Dios confío y no temo.


Mc 3, 7-12: ¡Tú eres el Hijo de Dios!


Jesús es seguido por la multitud. Una gran masa amorfa, lo persigue y quiere estar allí donde él está. La masa, va detrás de Jesús, no por un proceso de conversión profunda, ni por la propuesta del Reino de Dios, mucho menos tienen deseos de comenzar una desestructuración del egoísmo que carcome sus vidas y destruye a su sociedad. Todos ellos van buscando circo y pan. El Evangelio, desde la primera hora cristiana, advierte de cómo las masas pueden generar falsas confesiones sobre Jesús y enredar al cristianismo en falsas esferas que no son las suyas. El Cristianismo, embriagado muchas veces, en lo cuantitativo de las masas, descuidó lo cualitativo de las pequeñas comunidades, presentando en muchas ocasiones un Jesús diferente a como se entendió él mismo y, a como nos los testifican los relatos evangélicos. Jesús, no es un Dios encumbrado. No es el Señor del Poder. Su acción consiste en sentir el dolor y la miseria de la humanidad, para llevar a los hombres y mujeres a su plenificación. Revisemos lo que entendemos de Jesús y la manera como lo confesamos al mundo entero. Quizás nuestra actitud, sea igual a la de los endemoniados del Evangelio de Marcos
.


PRIMERA LECTURA.

1Samuel 18, 6-9 

Mi padre Saúl te busca para matarte 


Cuando volvieron de la guerra, después de haber matado David al filisteo, las mujeres de todas las poblaciones de Israel salieron a cantar y recibir con bailes al rey Saúl, al son alegre de panderos y sonajas. Y cantaban a coro esta copla: "Saúl mató a mil, David a diez mil". A Saúl le sentó mal aquella copla, y comentó enfurecido: "¡Diez mil a David, y a mí mil! ¡Ya sólo le falta ser rey!" Y a partir de aquel día Saúl le tomó ojeriza a David.



Delante de su hijo Jonatán y de sus ministros, Saúl habló de matar a David. Jonatán, hijo de Saúl, quería mucho a David y le avisó: "Mi padre Saúl te busca para matarte. Estate atento mañana y escóndete en sitio seguro; yo saldré e iré al lado de mi padre, al campo donde tú estés; le hablaré de ti y, si saco algo en limpio, te lo comunicaré. Así pues Jonatán habló a su padre Saúl en favor de David: "¡Que el rey no ofenda a su siervo David! El no te ha ofendido, y lo que él hace es en tu provecho: se jugó la vida cuando mató al filisteo y el Señor dio a Israel una gran victoria; bien que te alegraste al verlo. ¡No vayas a pecar derramando sangre inocente, matando a David sin motivo!" Saúl hizo caso a Jonatán y juró: "¡Vive Dios, no morirá!"

Jonatán llamó a David y le contó la conversación; luego lo llevó donde Saúl, y David siguió en palacio como antes.



Palabra de Dios.




Salmo responsorial: 55


R/.En Dios confío y no temo. 




Misericordia, Dios mío, que me hostigan, me atacan y me acosan todo el día; todo el día me hostigan mis enemigos, me atacan en masa. R.


Anota en tu libro mi vida errante, recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío. Que retrocedan mis enemigos cuando te invoco y así sabré que eres mi Dios. R.


En Dios, cuya promesa alabo, en el Señor, cuya promesa alabo, en Dios confío y no temo; ¿qué podrá hacerme un hombre? R.


Te debo, Dios mío, los votos que hice; los cumpliré con acción de gracias. R.


SANTO EVANGELIO.


Marcos 3, 7-12


Los espíritus inmundos gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios", pero Jesús les prohibía que lo diesen a conocer 



En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío.


Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.


Palabra del Señor.

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