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viernes, 30 de julio de 2010

CAMINO MISIONERO30/07/2010

  • VALE MÁS SER DUEÑO DE 1 EURO QUE ESCLAVO DE UN MILLÓN
  • Encuentros con la Palabra: ““(...) la vida no depende del poseer muchas cosas”
  • Protagonismo laical
  • MADRE TERESA, LA MONJA QUE DESAFIÓ EL SISTEMA DE LAS CASTAS
  • Comentario al Evangelio del Domingo 01 de Agosto del 2010
  • XVIII Domingo del Tiempo Ordinario (Lucas 12. 13-21) - Ciclo C: SOLO PARA RICOS
  • XVIII Domingo del Tiempo Ordinario (Lucas 12. 13-21) - Ciclo C: ¿QUIÉN DEJA MÁS?
  • Evangelio Misionero del Dia: 30 de Julio de 2010 - SEMANA XVII DURANTE EL AÑO
  • Lecturas y Liturgia de las Horas: 30 de Julio de 2010
Posted: 29 Jul 2010 07:45 PM PDT

XVIII Domingo del Tiempo Ordinario (Lucas 12. 13-21) - Ciclo C
Por Fray Marcos

Por una vez, las tres lecturas coinciden en el tema principal. Recordad que Jesús va camino de Jerusalén y el evangelista aprovecha distintos episodios para ir formando a sus discípulos en el verdadero seguimiento.

El evangelio tiene dos partes:

En la primera, Jesús se niega a ser árbitro en un conflicto económico. ¡Cuantos problemas se habría evitado la Iglesia si hubiera seguido su ejemplo!

En la segunda advierte del riesgo de buscar seguridades terrenas, olvidando el verdadero objetivo de toda vida humana.

Hay que tener en cuenta que el evangelio utiliza el lenguaje religioso de la época. Hoy tendríamos que hacer algunas matizaciones. Cuando dice que la vida no depende de los bienes, parece que se refiere a la vida biológica, como aclara al final de la parábola. Pero lo importante no es vivir más o menos años, sino dar sentido a la vida, sea larga o sea corta.

Desplegar la verdadera Vida no depende de tener más o menos, sino de ser. Que lo acumulado lo vaya a disfrutar otro, tampoco es el problema; porque en el caso de que lo pudiera disfrutar él mismo, parece que sería válida la acumulación de riquezas.

Tampoco se trata de proponer como alternativa el ser rico ante Dios, si se entiende como acumulación de méritos que después te tendrán que pagar, porque eso sería seguir pensando en potenciar el ego. Esta propuesta va en contra del mensaje de Jesús que nos pide olvidarnos del yo.

En este episodio, Jesús manifiesta claramente no tener ninguna política concreta, ni económica ni social. No tiene como objetivo la liberación de las carencias materiales. Jesús pretende la liberación personal, sin la cual la liberación social o económica es una utopía.

Con demasiada frecuencia se ha querido etiquetar como cristiana una política concreta. No podemos confundir el mensaje evangélico con ninguna ideología política. Jesús va al centro de la persona y no está condicionado por credos ni doctrinas.

Más que a un contexto social, el evangelio responde a un contexto antropológico. Dar un auténtico sentido a nuestra propia vida es lo que da valor a toda nuestra trayectoria biológica. No se trata pues de un tema económico ni social, ni siquiera es importante la pobreza. El tema de hoy es el desapego de lo material, o si se prefiere, la escala de valores que debe orientar nuestra existencia para desplegar plenamente nuestra humanidad.

Si el primer objetivo de todo hombre es desarrollar al máximo su humanidad y el evangelio nos dice que tener más no nos hace más humanos, la conclusión es muy sencilla en teoría: la posesión de bienes de cualquier tipo, no puede ser el objetivo último de ningún ser humano.

La trampa de nuestra sociedad de consumo está en que no hemos descubierto que cuanto mayor capacidad de satisfacer necesidades tenemos, mayor número de nuevas necesidades nos creamos; con lo cual no hay posibilidad alguna de marcar un límite.

Ya los santos padres decían que el objetivo no es aumentar las necesidades, sino el conseguir que esas necesidades vayan disminuyendo cada día que pasa. Ese sería el objetivo personal.

¡Mucho cuidado! Las tres lecturas podemos entenderlas rematadamente mal. La vida es un desastre sólo para el que no sabe traspasar el límite de lo caduco. Querámoslo o no, vivimos en la contingencia y eso no tiene nada de malo. Nuestro objetivo es dar sentido humano a todo lo que como seres biológicos no tenemos más remedio que aceptar.

Aspirar a los bienes de arriba y pensar que lo importante es acumular bienes en el cielo, es contrario al verdadero espíritu de Jesús. Ni la vida es el fin último de un verdadero ser humano ni podemos despreciarla en aras de otra vida en el más allá.

Dios quiere que vivamos lo más dignamente posible; pero no a costa de los demás seres humanos.

Muchas veces os he dicho que es muy difícil mantener un equilibrio en esta materia. Podemos hablar de la pobreza de manera muy pobre y podemos hablar de la riqueza tan ricamente.

No está mal ocuparse de las cosas materiales e intentar mejorar el nivel de vida. Dios nos ha dotado de inteligencia para que seamos previsores. La previsión del futuro es una de las cualidades más útiles del ser humano. Jesús no está criticando la previsión, ni la lucha por una vida más cómoda. El evangelio critica que lo hagamos de una manera egoísta, alejándonos de nuestra verdadera meta como seres humanos.

Si todos los seres humanos tuviéramos el mismo nivel de vida, no habría ningún problema, independientemente de la capacidad de consumir a la que hubiéramos llegado.

El ser humano se encuentra en una encrucijada un tanto complicada. Por una parte tiene unas necesidades como ser biológico, que no tiene más remedio que atender. Por otra, descubre que eso no llega a satisfacerle y anhela acceder a otra riqueza que, de alguna manera, le transciende.

Esta situación le coloca en un equilibrio inestable, que es la causa de todas las tensiones que padece. O se dedica a satisfacer los apetitos biológicos, o intenta trascender y desarrollar su vida espiritual, manteniendo en su justa medida las exigencias de los sentidos.

En teoría, está claro, pero en la práctica exige una lucha constante para mantener el equilibrio. Bien entendido que la satisfacción de las necesidades biológicas y el placer que pueden producir, nada tiene de malo en sí. Lo nefasto es olvidarse de la humanidad y poner la parte superior del ser al servicio de la inferior, aunque para ello tengamos que privar a otros seres humanos de lo imprescindible para la vida.

Sólo hay un camino, para superar la disyuntiva: dejar de ser necio y alcanzar la maduración personal, descubriendo desde la vivencia lo que en teoría aceptamos: el desarrollo humano vale más que todos los placeres y seguridades; incluso más que la vida biológica.

El problema es que la información que nos llega desde todos los medios nos invita a ir en la dirección contraria y es muy fácil dejarse llevar por la corriente.

El error fundamental es considerar la parte biológica como lo realmente constituyente de nuestro ser. Creemos que somos el cuerpo y mente. No tenemos conciencia de lo que en realidad somos, y esto impide que podamos enfocar nuestra existencia desde la perspectiva adecuada.

El único camino para salir de este atolladero, es desprogramarnos. Debemos interiorizar nuestro ser verdadero y descubrir lo que en realidad somos, más allá de las apariencias y tratar de que nuestra vida se ajuste a este nuevo modo de comprendernos.

La parábola nos dice que la codicia incapacita para vivir una vida humana. Se trata de desplegar una vida verdaderamente humana que me permita alcanzar una plenitud en lo que tengo de específicamente humano. Sólo esa Vida plena, puede darme la felicidad. Se trata de elegir entre una Vida humana plena y una vida repleta de sensaciones, pero vacía de humanidad.

La pobreza que nos pide el evangelio no es ninguna renuncia. Es simplemente escoger lo que es mejor para mí. No se trata de la posesión o carencia material de unos bienes. Se trata de estar o no, sometido a esos bienes, los posea o no. Vale más ser dueño de 1 euro que esclavo de un millón.

Es importante tomar conciencia de que el pobre puede vivir obsesionado por tener más y malograr así su existencia. La pobreza tiene que ser combatida siempre, pero también al pobre debemos enseñarle a ser más humano.

La clave está en mantener la libertad para avanzar hacia la plenitud humana. Todo lo que te impide progresar en esa dirección, es negativo. Puede ser la riqueza y puede ser la pobreza.

La pobreza material no puede ser querida por Dios. Jesús no fue neutral ante la pobreza/riqueza. Tampoco puede ser cristiana la riqueza que se logra a costa de la miseria de los demás.

No se trata sólo de la consecución injusta, sino del acaparamiento de bienes que son imprescindibles para la vida de otros.

Aquí no se puede andar con tapujos. El progreso actual es radicalmente injusto, porque se consigue a costa de la miseria de una gran parte de la población mundial.

“Si todos los habitantes del planeta consumieran como los europeos, harían falta cinco planetas tierra para satisfacer esas necesidades”...

El progreso desarrollista en que estamos inmersos, es insostenible además de injusto.

Confiar en que las riquezas darán la felicidad, es la mayor insensatez. La riqueza puede esclavizar hasta límites increíbles. Los apegos son los grilletes que nos atenazan.

Estamos programados de tal manera que nos han convencido de que si no poseo aquello o no me libro de esto otro, no puedo ser feliz. Este es el callejón sin salida en que estamos.

Tú eres feliz. Sólo tu programación te hace ver las cosas desde una perspectiva equivocada. No tienes que hacer nada, no puedes hacer nada para conseguir la felicidad, sencillamente porque ya la tienes. Si el ojo está sano, lo normal es la visión, no hay que hacer nada para que vea (Tony de Mello).

Sólo con salir de toda clase de codicia y ambición, llegaría la felicidad. Aún sin tener nada de lo que ambicionamos normalmente, podríamos ser inmensamente felices. En cambio, aquello en lo que ponemos la felicidad, puede ser nuestra prisión.

En realidad no queremos la felicidad. Queremos seguridades, emociones, satisfacciones, placer sensible e inmediato. Esto es lo que nos mata.



Meditación-contemplación


Codiciar es desear con ansia lo que no tiene verdadero valor.
Lo correcto sería poner todo nuestro empeño en conseguir lo esencial.
Solamente una justa valoración evita la codicia.
Estás fallando si te quita el sueño lo secundario.
.........................


Me debo ocupar de las necesidades materiales;
pero mi preocupación debe ser el desplegar mi humanidad.
El único camino es tomar conciencia de lo que soy.
El tesoro no está en el cielo, sino dentro de mí.
....................


Dentro de ti está la plenitud, está la felicidad. Descúbrela.
Necios somos si nos empeñamos en buscarla fuera.
No la encontraré en las cosas de este mundo,
pero tampoco en un cielo o en un Dios fuera de mí.
.........................




Fray Marcos
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 29 Jul 2010 07:19 PM PDT
Domingo XVIII del tiempo ordinario – Ciclo C (Lucas 12, 13-21) – 1 de agosto de 2010

Mientras viajaba por las montañas, una sabia mujer se encontró un hermoso diamante en un riachuelo. Al día siguiente se cruzó en el camino con otro viajero y al saber que estaba hambriento, le ofreció parte de la comida que traía con ella. Al abrir su bolsa para sacar los alimentos, el hombre vio la piedra preciosa en el fondo del morral, y quedó maravillado. El viajero le pidió el diamante a la mujer y ésta, sin dudarlo, lo sacó de su bolsa y se lo dio. El hombre se fue dichoso por su increíble suerte, ya que sabía que el valor de la piedra era lo suficientemente alto como para vivir sin apuros durante el resto de su vida. Pero días más tarde, después de haber buscado a la mujer, la encontró, le devolvió la joya, y le dijo: –He estado pensando... soy consciente del valor de esta piedra que quiero devolverle, pero espero que a cambio usted me dé algo aun más valioso. Y después de un silencio, continuó: –Deme esa cualidad que le permitió regalarme este tesoro con generosidad y desprendimiento.

El evangelio de hoy nos presenta a un hombre que pide algo inesperado: “–Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia. Y Jesús le contestó: –Amigo, ¿quién me ha puesto sobre ustedes como juez y partidor?” Esta situación suscita una enseñanza de Jesús que no viene nunca de más recordar: “–Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas”. Y es la ocasión para que el Señor nos cuente una parábola muy bella: “Había un hombre muy rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha.’ Y se dijo: ‘Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.’ Pero Dios le dijo: ‘Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?’ Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios”.

Es impresionante la insistencia de Jesús y los evangelios en este tema de la libertad que debemos tener frente a los bienes materiales. No se trata de una invitación a no tener, sino a tener de tal manera que no pongamos allí el valor de nuestras vidas. La vida no depende de poseer muchas cosas, sino de nuestra capacidad de compartirlas con los demás con generosidad. No es rico el que tiene mucho, sino el que necesita menos para vivir contento. Ignacio Ellacuría, uno de los jesuitas asesinados en El Salvador hace algunos años, decía que la única salvación para nuestro mundo era crear una civilización de la austeridad compartida. Vivir más sencillamente, soñando menos con lo que nos falta y agradeciendo más lo que tenemos. Un mundo y un país en el que unos pocos derrochan y malgastan, mientras que las grandes mayorías no tienen ni lo mínimo para sobrevivir como seres humanos, no es sostenible a largo plazo.

La parábola que el Señor nos cuenta hoy es una llamada a no vivir pendientes de acumular riquezas sin fin, pensando que ese es el camino de la vida. Por ese camino sólo se llega a la muerte. Por eso, pidámosle al Señor que no nos regale diamantes hermosos y caros, sino la capacidad de dar con generosidad y desprendimiento.

Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*

* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
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Posted: 29 Jul 2010 07:02 PM PDT
Por Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de Las Casas

VER. La semana pasada realizamos el II Encuentro de Laicas y Laicos de las tres diócesis de nuestra Provincia de Chiapas, con el objetivo de impulsarles más y sean fuerza de renovación misionera de las comunidades parroquiales.Resalto algunos datos de su análisis sobre cómo perciben a los laicos en sus parroquias. Entre las luces, señalaron que hay muchos dispuestos a servir en la Iglesia, en su mayoría mujeres; se trabaja según el plan diocesano; se han delimitado las diversas pastorales; hay sacerdotes y religiosas que les acompañan; se evangeliza a domicilio; apertura a nuevos movimientos; preocupación por la pastoral urbana; más ministerios y procesos de formación espiritual e intelectual; se predica más el kerigma a adolescentes, jóvenes y adultos; misiones; buena voluntad e iniciativas para mejorar la pastoral; procesos de inculturación del Evangelio en pueblos indígenas, etc.

Como sombras, enumeraron: Antitestimonios, alcoholismo, fiestas paganas, falta de unidad y comunicación interna; apatía de algunos párrocos y laicos; poca apertura de sacerdotes a nuevos movimientos y a otras pastorales; falta más formación; invasión de sectas; algunos laicos se aferran a su cargo y no dan oportunidad a otros; unos siguen a una persona, más que a Cristo; falta mayor participación en los político, social y económico; incoherencias en la vida diaria; falta comprensión de la labor misionera y mayor compromiso.

JUZGAR

Después de este análisis, se reflexionó sobre la figura de muchos laicos en el Nuevo Testamento, resaltando su importancia en la tarea evangelizadora confiada por Jesús a su Iglesia. También se meditaron documentos de la Iglesia, en particular el de Aparecida:

“Los mejores esfuerzos de las Parroquias, en este inicio del tercer milenio, deben estar en la convocatoria y en la formación de laicos misioneros. Solamente a través de la multiplicación de ellos podremos llegar a responder a las exigencias misioneras del momento actual. También es importante recordar que el campo específico de la actividad evangelizadora laical es el complejo mundo del trabajo, la cultura, las ciencias y las artes, la política, los medios de comunicación y la economía, así como los ámbitos de la familia, la educación, la vida profesional, sobre todo en los contextos donde la Iglesia se hace presente solamente por ellos” (174).

ACTUAR

Para impulsar más el protagonismo laical, propusieron que cada parroquia tenga programas de formación para ellos, que se haga un plan diocesano para la Misión Permanente, que haya más unidad con los movimientos y de éstos con la diócesis, difundir documentos de la Iglesia, promover más el encuentro con Cristo, usar medios electrónicos para evangelizar, realizar más encuentros de laicos, ser auténticos discípulos de Jesús, para poder ser misioneros, trabajar en unidad, fraternidad y comunión, actualizarse, unificar criterios dentro de la jerarquía, abrir los ojos y reconocer los retos de la realidad, tener un corazón sensible hacia los necesitados, fomentar la defensa de los valores cristianos, como la familia, la vida y el medio ambiente, y exigir leyes que los respeten; en una palabra, ser católicos coherentes y activos.

Dijeron textualmente: Es urgente ser más protagonistas en la transformación de este mundo según Cristo; involucrarnos en las necesidades de este mundo globalizante, procurando primero el encuentro personal con Cristo, y así el Espíritu Santo nos dará el impulso para llevar el anuncio del proyecto de vida que nos ofrece Jesús; ser evangelizadores con un nuevo ardor y una nueva metodología. Que nuestros líderes políticos y sociales, sobre todo los legisladores, reciban una formación cristiana que coadyuve a una sociedad más justa y fraterna. Ser líderes católicos de fuerte personalidad, que participen en el ámbito político, cultural, social y económico, anunciando con alegría y valentía la Palabra de Dios. Fortalecernos en la Eucaristía.

Se formó una comisión de laicos de las tres diócesis, para continuar este proceso de formación e integración provincial.
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Posted: 29 Jul 2010 05:16 PM PDT

Entrevista a fray Joseph Babu, portavoz de la Iglesia india

ROMA, jueves 29 de julio de 2010 (ZENIT.org). - Hace cien años, el 26 de agosto de 1910, nacía en Skopje (actual Macedonia) la Madre Teresa de Calcuta, en el siglo Anjeza Gonxhe Bojaxhiu. Fundadora en India de la congregación de las Misioneras de la Caridad, la pequeña monja consumió toda su existencia junto a los desheredados de la tierra.
Tuvo amigos influyentes entre los líderes políticos y los artistas pero, sobre todo, estableció un vínculo especial con Juan Pablo II. A él, como a otros, pedía oraciones y apoyo económico para sus pobres: en 1979, distinguida con el Premio Nobel, rechazó el tradicional banquete ceremonial y obtuvo que la suma vencida fuese destinada a los miserables de Calcuta. Ese día se le preguntó: “¿Qué podemos hacer para promover la paz en el mundo?”. Teresa, pequeña y combativa, respondió: “Id a casa y amad a vuestras familias”.
En esta entrevista, fray Joseph Babu – portavoz de la Conferencia episcopal de la India – explica lo que queda hoy de la herencia de la religiosa.
-¿Qué impacto tuvo sobre la sociedad india la presencia de Madre Teresa? ¿Y cuáles son los principales cambios registrados tras su desaparición?
Fray Babu: Madre Teresa ejerce una fascinación universal aquí en India. Gente de distinta fe y cultura tiene de ella una alta consideración, considerándola una santa. Van a su tumba a rezar por ella y en estos días participan en los acontecimientos previstos en diversas áreas de la India para recordar el centenario de su nacimiento. Aquí en Nueva Delhi, la CBCI está organizando las funciones públicas para rendirle homenaje y el presidente de la India será huésped principal de la ceremonia del 28 de agosto.
Muchos cambios se verificaron en su congregación desde el momento en el que esta sigue creciendo y atrayendo a tantas mujeres jóvenes. Sor Nirmala Joshi, que tomó el lugar de Madre Teresa, siendo convertida del hinduísmo al catolicismo tiene la ventaja de sensibilizar todos los sectores de la sociedad india: hizo un trabajo admirable a la guía de las Misioneras de la Caridad, conduciendo a la congregación a nuevos objetivos, hasta el punto de que por este compromiso ejemplar suyo, el Gobierno le confió el Padma Vibhushan, la segunda condecoración civil más alta en India.
-Madre Teresa recibió el premio Nobel de la Paz al final de los años Setenta. ¿Qué queda de su enseñanza?
Fray Babu: El Nobel fue por su trabajo de beneficiencia en favor de los más pobres entre los pobres. Gracias a ella muchas personas se sintieron inspiradas en querer dedicarse a aquellos que están en el margen de la sociedad.
Madre Teresa era una mujer sencilla, pero muy estimulante, y la Iglesia india estaba orgullosa de su presencia y de su contribución a la sociedad. Muchas personas, incluso no cristianas, hoy se inspiran en su vida y en su trabajo, comprometiéndose en obras de caridad.
-¿Qué exigencias presentaba Madre Teresa a la Iglesia india?
Fray Babu: El suyo era un mensaje muy sencillo: Jesús ama a todos. Y ella exhortó a la Iglesia a llevar adelante esta misión de dar amor a todos, y de conceder a todos la posibilidad de salvarse. Fuese donde fuese pedía a la gente que trabajara por Jesús.
Era también muy activa en el frente de los problemas sociales que afligen a la India, como el sistema de castas que oprime a muchos sectores de la sociedad. No le preocupaban las críticas de aquellos que la acusaban de glorificar la pobreza, o que, por ejemplo, le recriminaban de no ser capaz de aportar un real cambio social. Habría podido responder amablemente que estaba llamada a hacer lo poco que podía hacer, y que de la misma forma los demás podrían hacer y que de la misma forma los demás podrían hacer lo que eran capaces a su vez.
-¿Cuáles son los principales problemas que los católicos en India tienen que afrontar hoy?
Fray Babu: El problema principal es la amenaza del ala derecha de los grupos fundamentalistas que han tomado de mira a nuestro personal y nuestras instituciones. Nuestro estatus de minoría está amenazado, lo que hace difícil para nosotros administrar de forma estable la Iglesia local. Ningún misionero extranjero puede venir a la India por trabajo o por una estancia más larga, y a los pocos que consiguen entrar se les obliga a dejar el país, no importa durante cuánto tiempo habían estado antes en misión aquí. En cuanto a las ayudas extranjeras a algunas Iglesias, son continuamente controlados y examinados, haciendo todo más difícil.
-¿Puede contarnos alguna anécdota sobre la devoción que la gente tiene por Madre Teresa?
Fray Babu: Que la devoción es grande se comprende por el número y la heterogeneidad de cuantos van a rezar a su tumba. Personas de otras religiones han dado su nombre incluso a escuelas, colegios, universidades. Muchos países extranjeros le han dedicado calles públicas, han emitido sellos y monedas conmemorativas en su honor.
Cuando Madre Teresa murió, el gobierno indio le concedió un funeral de Estado. Un hindú, un cierto Navin Chawla, actualmente jefe de la Comisión electoral india, publicó su biografía, y otro hindú, Raghu Rai, le dedicó un volumen con fotografías que la retratan.
-Ha habido muchas discusiones sobre la “noche oscura” de la Madre Teresa, descrita en el libro Come Be My Light como un “martirio del deseo”. ¿Qué piensa usted al respecto?
ray Babu: No soy capaz de comentar este aspecto porque tiene mucho que ver con su vida interior. Con todo, se podria presumir que también ella, como todo ser humano, atravesó sus momentos de dudas, miedos, incertidumbres. Sería por tanto una admisión honrada de su humanidad, que es parte integrante de su vida espiritual.
-Recibiendo el Nobel, Madre Teresa asombró al mundo expresando su horror por el aborto, “hoy en día el más grande destructor de paz”, “porque si una madre puede matar a su propio hijo, ya no hay nada que me impida matarte o que te impida matarme”. ¿Podría describir su trabajo a favor de las madres que no deseaban el embarazo?
Fray Babu: Lo que Madre Teresa enfatizaba era el valor de la vida humana en el contexto de un cada vez más extendido abuso por parte de la ciencia al interrumpir la vida en lugar de cultivarla. El aborto es siempre y en cualquier caso un odioso crimen contra la humanidad y Madre Teresa no se cansaba nunca de repetirlo siguiendo la enseñanza de la Iglesia.
Cuando con la excusa del control de los nacimientos se tomaba la liberrtad de poner fin a una vida, Madre Teresa se oponía diciendo: “dádmelos a mi, yo los cuidaré”. De esta forma asistió a miles de niños abandonados en todo el mundo. Y este era su mensaje a todos: los seres humanos deben ser amados y cuidados porque son dones de Dios.
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Posted: 29 Jul 2010 04:23 PM PDT
Por Fernando Torres Pérez cmf
Publicado por Ciudad Redonda

Renunciar a tener para compartir lo que tenemos

Una de las críticas más habituales a nuestro mundo es que hemos caído en un materialismo atroz, que el consumismo nos domina, que nos dejamos llevar por el mero ansia de tener más....La verdad es que ese deseo no pertenece sólo a nuestro mundo. Ha estado siempre en el corazón de toda persona humana. A veces agazapado y a veces al descubierto. A veces controlado y a veces convertido una fiera salvaje que domina sobre el resto de la persona.
Ese deseo tiene mucho que ver con la búsqueda de la seguridad, con la necesidad de luchar para sobrevivir en un mundo hostil. Así ha sido desde los primeros momentos de la historia de la humanidad. Ya entonces tener un arma de metal era mejor que tener una maza de piedra. Se trabajaba mejor la tierra, se podía cazar más, la defensa ante los peligros era más factible... Por lo mismo, era mejor tener un muro de piedra en torno a la morada familiar que una empalizada de troncos. Y así podíamos seguir.
Los que hoy buscan tener más no hacen otra cosa que dejarse llevar por ese antiguo deseo de sentirse seguros. Un buen coche, una buena casa, las mejores ropas... todo eso significa básicamente una buena posición en la sociedad, donde uno es respetado, donde sus derechos se defienden más fácilmente.


Tener cosas es renunciar a otras...

Claro que dejarse llevar por ese deseo supone renunciar a otras cosas. Posiblemente a demasiadas cosas. Algunos no se dan cuenta de lo pesadas que pueden ser esas renuncias hasta que se encuentran que, rodeados de las mejores y más caras cosas de este mundo, siguen estando solos. Peor. Están más solos que nunca. Otro sí se dan cuenta y paran a tiempo la carrera para no renunciar a otros bienes que también son muy necesarios como las relaciones humanas, la familias, la amistad, la solidaridad, etc.
Recuerdo a un amigo. Tenía un buen trabajo. Estaba contento. Dedicaba unas horas al día a su trabajo pero también tenía tiempo para su familia, para su mujer y sus hijos. Le llamaron de otra empresa. Le ofrecieron un puesto de trabajo mejor. El salario era mucho mayor, más de doble del que tenía. Pero entre las condiciones de trabajo figuraba que tenía que tener una disponibilidad 24 horas. En aquel tiempo en que todavía no existían los móviles, aquello significaba un busca y un fax en casa. Lo pensó, lo habló con su familia, y concluyó que era mejor dejarlo. Iba a tener mucho más dinero pero la familia se le iba a quedar atrás. Prefirió renunciar al dinero y no renunciar a estos otros valores que tanto contribuyen al bienestar y la felicidad de las personas.


El pan de mi hermano

Dicho esto, también hay que tener muy presente que para una gran parte de la humanidad, el deseo de tener cosas materiales no es precisamente caer en el materialismo sino simplemente la necesidad de sobrevivir. Es decir, para muchos de nuestros hermanos y hermanas el pan de mañana es una incógnita, es un verdadero y auténtico problema que no se soluciona sino entregándose al trabajo sin medida, a cualquier trabajo. Hay demasiadas familias en nuestro mundo que sobreviven con lo mínimo. Hay demasiados niños que trabajan en los basureros de las grandes ciudades del Tercer Mundo rebuscando las tapas de plástico de las botellas que otros han desechado para poder asegurarse algo de comida al día siguiente.
Nos tenemos que guardar de la codicia pero no porque lo material sea malo en sí mismo. Sino porque lo material se puede interponer entre nosotros y los hermanos necesitados. Debemos tener muy presente que no hay nada más espiritual que el pan que satisface el hambre de mi hermano. Los que amasan riquezas solamente para sí son verdaderos necios que se pierden lo mejor de la vida. Y, de paso, se pierden a sí mismos.
El trabajo cobra sentido desde esta perspectiva. Es una forma de crear riqueza que sirva para satisfacer las necesidades de todos. Es una forma de construir el Reino, de crear fraternidad. Sólo así el trabajo es creador de vida. Despojarse del hombre viejo, como nos pide san Pablo, es hacernos capaces de controlar esa avaricia que nos correo, es intentar no caer en la búsqueda de nuestra seguridad sobre todas las cosas y esforzarnos por abrir la mano a los hermanos. Ahí es donde encontraremos la verdadera seguridad: en el amor, en el cariño, en la relación, en la fraternidad.
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Posted: 29 Jul 2010 04:15 PM PDT

Parte de nuestros males proviene de que hay demasiados hombres vergonzosamente ricos o desesperadamente pobres... Acabé con el escándalo de las tierras dejadas en barbecho por los grandes propietarios, indiferentes al bien público; a partir de ahora, todo campo cultivado durante cinco años pertenece al agricultor que se encargue de aprovecharlo... La mayoría de nuestros ricos hacen enormes donaciones al Estado, a las instituciones públicas y al príncipe. Muchos lo hacen por in terés, algunos por virtud, y casi todos siguen ganando con ello. Pero yo hubiese querido que su generosidad no asumiera la forma de la limosna ostentosa y que aprendieran a aumentar sensatamente sus bienes en interés de la comunidad, así como hasta hoy lo han hecho para enriquecer a sus hijos. Guiado por este principio, tomé en mano propia la gestión del domi­nio imperial; nadie tiene derecho a tratar la tierra como trata el avaro su hucha llena de oro...'

Son algunos pensamientos entresacados de las Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.

A la base de esta práctica de ahuso y codicia de los ricos está el inagotable deseo de acaparar, fruto de la más feroz in solidaridad, del más salvaje egoísmo. El dinero es demasiado peligroso para quien se deja caer en sus redes; hace inhumanos a sus rehenes, endurece el corazón y cierra los ojos de sus poseedores, que consideran al pobre producto de la holgaza nería.

El capital se hace, sin duda, a base de injusticia. Ya lo decía el profeta Amós, dirigiéndose a los ricos comerciantes de Samaria: «Escuchad esto los que exprimís a los pobres y arruináis a los indigentes, pensando: ¿Cuándo pasará la luna nueva para vender el trigo? Para encoger la medida, aumentar el precio y usar la balanza con trampa, para comprar por di nero al desvalido y al pobre por un par de sandalias. Jura el Señor por la gloria de Jacob no olvidar jamás lo que han he cho» (Am 8,4-7).

También las palabras de Jeremías contra la injusticia eran tajantes: «Hay en mi pueblo criminales que ponen trampas como cazadores y cavan fosas para cazar hombres: sus casas están llenas de fraudes como una cesta está llena de pájaros, así es como medran y se enriquecen, engordan y prosperan; rebosan de malas acciones, se despreocupan del derecho, no defienden la causa del huérfano ni sentencian a favor de los pobres» (Jr 5,26-28).

En otro lugar, el profeta había sentenciado: «Perdiz que empolla huevos que no puso es quien amas a riquezas injustas: a la mitad de la vida lo abandonan y él termina hecho un necio» (Jr 17,11). Contra Jeremías hay que decir que no siem pre sucede así. Su sentencia es más deseo de justicia inalcan zable que realidad constatada.

El evangelio no es menos duro con los ricos. Cuenta Lucas que «uno del público pidió a Jesús: Maestro, dile a mi her mano que reparta conmigo la herencia. Le contestó Jesús: Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vos otros? Entonces les dijo: cuidado, guardaos de toda codi cia, que aunque uno ande sobrado, la vida no depende de los bienes. Y les propuso una parábola: Las tierras de un hombre rico dieron una gran cosecha. El estuvo echando cálculos:

¿Qué hago? No tengo dónde almacenaría. Y entonces se dijo: -Voy a hacer lo siguiente: derribaré mis graneros, cons truiré otros más grandes y almacenaré allí el grano y las demás provisiones. Luego podré decirme: -Amigo, tienes muchos bienes almacenados para muchos años: túmbate, come, bebe y date a la buena vida. Pero Dios le dijo: -Insensato, esta noche te van a reclamar la vida. Lo que te has preparado, ¿para quién será? Eso le pasa al que amontona riquezas para sí y para Dios no es rico» (Lc 12,13-21).

Menos mal que la vida no se puede comprar, pues de lo contrario vivirían sólo unos pocos...
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Posted: 29 Jul 2010 04:12 PM PDT


1.- Pienso ser tan breve que no os va a dar tiempo ni a sentaros. Siempre he dicho medio en serio medio en broma que cuando hace más de cincuenta años entré en la Compañía de Jesús lo único a lo que renuncié fue a mi bicicleta de carreras, pues a los cincuenta años una sobrina mía se va al convento y renuncia a un coche, ¿quién deja más?

Todo depende de lo cerrado y apretado que yo tuviera el puño sobre esa única posesión mía. Lo importante no es la cosa, no importa si es una cosecha abundante o un solo vaso de agua, tan solo y aislado de Dios y de los demás se queda el que se agarra neciamente a lo que no se puede llevar consigo.

El hombre del evangelio no tiene familia, no tiene amigos, no tiene nombre, no tiene un rostro, no tiene más que el número de su cuenta corriente, en ese número cifra toda su vida, y con ese número, como número de una lotería de la mala suerte, pierde la vida.

2.-No volamos, libres, hacia Dios, lo mismo por cosas que llamamos grandes que por cosas pequeñas, no vuela libre el pájaro atado por una maroma marinera o por un hilo de coser. Ese enorme granero del evangelio puede ser el dinero, pero también puede ser una pasión, un amor indebido, una excesiva preocupación por la salud, una obsesión por el futuro.

Navegamos por el mar de la vida hundida la quilla, llena la bodega de lastre, sin libertad de movimientos, sin la ligereza de la alegría, sin verdaderos amigos, sin capacidad de admiración por las maravillas pequeñas que nos rodean, sin agradecimiento a Dios por un maravilloso paisaje (que no es nuestro) por la obra de arte (que no nos pertenece), por una mata de tomillo (que es de todos), por una cerveza fría compartida por los demás.

Nunca nos aislamos para echar cuentas, como el innominado del evangelio, porque los hombres llevamos una contabilidad compartida, y no me puede salir a mí las cuentas sino les salen a los refugiados de África.
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 29 Jul 2010 03:38 PM PDT

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 54-58

Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados.
«¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia» .
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.

Compartiendo la Palabra
Por CELAM - CEBIPAL

Jesús, motivo de escándalo
“Y se escandalizaban a causa de Él”

Con el texto de hoy comenzamos una nueva etapa en nuestro caminar de la mano del Evangelio de Mateo. Una vez que se ha expuesto cuál es la nueva visión que caracteriza a un discípulo de Jesús, éste es interrogado por su experiencia de fe. Desde aquí hasta Mt 17,22, vamos a encontrar una serie de cuadros evangélicos en los cuales cada uno de nosotros se verá confrontado sobre la dinámica, la profundidad y la expresión concreta de su relación con Jesús.

Nuestra galería de cuadros abre justamente con la antítesis: la falta de fe en Jesús. Sus propios coterráneos “se escandalizaban a causa de él” (13,57). Es interesante notar que en la actitud de la gente se da un vuelco radical: (1) se maravillaban (13,54) aunque luego (2) se escandalizaban (13,57).

Por otra parte, quienes viven este cambio de actitud ante Jesús no son las personas lejanas, los pecadores, los paganos, etc., sino precisamente aquellas personas que más estaban familiarizadas con el Señor: lo conocían desde niño en la pequeña aldea de Nazareth, allí no era ningún extraño, incluso se podía identificar bien a cada uno de los de su familia.

¿Cuál es el escándalo que cierra el corazón a la fe entre las personas más cercanas a Jesús? Está en no ver en Jesús nada más que un hombre, una persona común y corriente, y por lo tanto un fabulador que ofrece cosas que sería incapaz de realizar.

¿Por qué sucede esto? Es lo que se podría llamar el “escándalo de la encarnación”: la humanidad plena de Jesús puede llevar quien lo trata a una familiaridad tal con Él de manera que, como decimos hoy, ya “no le significa”, es decir, no consigue penetrar el misterio de su persona. La familiaridad excesiva lleva a la rutina, la rutina a la superficialidad en el trato, la superficialidad a las resistencias ante lo nuevo del otro y, entonces, la resistencia cierra a la fe.

Es lo mismo que nos sucede con alguna frecuencia en las relaciones humanas: fijamos a las personas con “etiquetas” y les negamos la oportunidad de mostrarnos algo más de sí mismas. En la vida espiritual esto es peor ya que con Dios corremos el riesgo de caer en la actitud de la gente de Nazareth, esto es, caer en la rutina espiritual, perder el encanto y el sabor de los asuntos del Señor que es eternamente novedad, su misterio es sorprendente.

La fe supone fascinación del Otro que se descubre y se expresa en la apertura a la novedad que siempre está por revelarse. Si queremos conocer a Jesús es necesario que nos dejemos sorprender y que la maravilla que nos causan sus palabras y sus obras sea la pista para descubrir su verdadero origen en Dios y el gran valor de la obra que quiere realizar entre nosotros permanentemente.

Esta apertura de la fe es condición para que su actuar tenga efecto en y entre nosotros.

Digámosle hoy a Jesús: “Que todo mi ser se abra más a ti, Señor, para que tú obres más en mi”.




Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón

1. ¿Soy de las personas que se relacionan con los demás a partir de “etiquetas”, negándole a los otros la oportunidad de revelarnos algo nuevo de sí mismas?

2. ¿Estoy siempre abierto a Jesús? ¿Me dejo sorprender y fascinar por él? ¿Descubro la novedad de su presencia salvadora en mi historia y en la historia de los otros?

3. ¿Qué voy a hacer para profundizar en el conocimiento de Jesús y abrir las puertas de mi fe para que él haga obras nuevas en mí?

Los ejercicios ignacianos: una experiencia de la Palabra
“He predicado los Ejercicios (de san Ignacio) un centenar de veces; si en algún lugar es posible experimentar la alegría cristiana es aquí; aquí se entiende, si es posible entender, qué es la existencia cristiana en su fuente original: escucha de la Palabra que invita a la liberación caminando hacia la respuesta deseada” (Hans Urs Von Balthasar).
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Posted: 29 Jul 2010 03:29 PM PDT

SEMANA XVII DURANTE EL AÑO
Lectura del libro de Jeremías 26, 1-9

Al comienzo del reinado de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, llegó esta palabra a Jeremías, de parte del Señor:
«Así habla el Señor: Párate en el atrio de la Casa del Señor y di a toda la gente de las ciudades de Judá que vienen a postrarse en la Casa del Señor todas las palabras que Yo te mandé decirles, sin omitir ni una sola. Tal vez escuchen y se conviertan de su mal camino; entonces Yo me arrepentiré del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus acciones. Tú les dirás: Así habla el Señor: Si ustedes no me escuchan ni caminan según la Ley que Yo les propuse; si no escuchan las palabras de mis servidores los profetas, que Yo les envío incansablemente y a quienes ustedes no han escuchado, entonces Yo trataré a esta Casa como traté a Silo y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra».
Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías mientras él pronunciaba estas palabras en la Casa del Señor, Y apenas Jeremías terminó de decir todo lo que el Señor le había ordenado decir al pueblo, los sacerdotes y los profetas se le echaron encima, diciendo: «¡Vas a morir! Porque has profetizado en nombre del Señor, diciendo: Esta Casa será como Silo, y esta ciudad será arrasada y quedará deshabitada».
Entonces todo el pueblo se amontonó alrededor de Jeremías en la Casa del Señor.


Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL 68, 5. 8-10. 14

R. ¡Respóndeme, Dios mío, por tu gran amor!

Más numerosos que los cabellos de mi cabeza
son los que me odian sin motivo;
más fuertes que mis huesos,
los que me atacan sin razón.
¡Y hasta tengo que devolver lo que yo no he robado! R.

Por ti he soportado afrentas
y la vergüenza cubrió mi rostro;
me convertí en un extraño para mis hermanos,
fui un extranjero para los hijos de mi madre:
porque el celo de tu Casa me devora,
y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian. R.

Pero mi oración sube hasta ti, Señor,
en el momento favorable:
respóndeme, Dios mío, por tu gran amor,
sálvame, por tu fidelidad. R.




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 54-58

Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados.
«¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia» .
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.


Palabra del Señor


LITURGIA DE LAS HORAS
TIEMPO ORDINARIO
VIERNES DE LA SEMANA XVII
De la feria. Salterio I


30 de julio


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: EDIFICASTE UNA TORRE

Edificaste una torre
para tu huerta florida;
un lagar para tu vino
y, para el vino, una viña.

Y la viña no dio uvas,
ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amargos
y zumos de amarga tinta.

Edificaste una torre,
Señor, para tu guarida;
un huerto de dulces frutos,
una noria de aguas limpias,
un blanco silencio de horas
y un verde beso de brisas.

Y esta casa que es tu torre,
este mi cuerpo de arcilla,
esta sangre que es tu sangre
y esta herida que es tu herida
te dieron frutos amargos,
amargas uvas y espinas.

¡Rompe, Señor, tu silencio,
rompe tu silencio y grita!
Que mi lagar enrojezca
cuando tu planta lo pise,
y que tu mesa se endulce
con el vino de tu viña. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.

Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO

Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.

En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.

Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.

¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.

Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.

Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.

Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.

Ant. 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.

Cántico: QUE LOS PUEBLOS TODOS SE CONVIERTAN AL SEÑOR. Is 45, 15-25

Es verdad: tú eres un Dios escondido,
el Dios de Israel, el Salvador.
Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual,
se van avergonzados los fabricantes de ídolos;
mientras el Señor salva a Israel
con una salvación perpetua,
para que no se avergüencen ni se sonrojen
nunca jamás.

Así dice el Señor, creador del cielo
- él es Dios -,
él modeló la tierra,
la fabricó y la afianzó;
no la creó vacía,
sino que la formó habitable:
«Yo soy el Señor y no hay otro.»

No te hablé a escondidas,
en un país tenebroso,
no dije a la estirpe de Jacob:
«Buscadme en el vacío.»

Yo soy el Señor que pronuncia sentencia
y declara lo que es justo.
Reuníos, venid, acercaos juntos,
supervivientes de las naciones.
No discurren los que llevan su ídolo de madera,
y rezan a un dios que no puede salvar.

Declarad, aducid pruebas,
que deliberen juntos:
¿Quién anunció esto desde antiguo,
quién lo predijo desde entonces?
¿No fui yo, el Señor?
- No hay otro Dios fuera de mí -.

Yo soy un Dios justo y salvador,
y no hay ninguno más.

Volveos hacia mí para salvaros,
confines de la tierra,
pues yo soy Dios y no hay otro.

Yo juro por mi nombre,
de mi boca sale una sentencia,
una palabra irrevocable:
«Ante mí se doblara toda rodilla,
por mí jurará toda lengua»,
dirán: «Solo el Señor
tiene la justicia y el poder.»

A él vendrán avergonzados
los que se enardecían contra él,
con el Señor triunfará y se gloriará
la estirpe de Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.

Ant. 3. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.

Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.

LECTURA BREVE Ef 4, 29-32

No salga de vuestra boca palabra desedificante, sino la que sirva para la necesaria edificación, comunicando la gracia a los oyentes. Y no provoquéis más al santo Espíritu de Dios, con el cual fuisteis marcados para el día de la redención. Desterrad de entre vosotros todo exacerbamiento, animosidad, ira, pendencia, insulto y toda clase de maldad. Sed, por el contrario, bondadosos y compasivos unos con otros, y perdonaos mutuamente como también Dios os ha perdonado en Cristo.

RESPONSORIO BREVE

V. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.

V. Indícame el camino que he de seguir.
R. Hazme escuchar tu gracia.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.

PRECES

Adoremos a Cristo, que salvó al mundo con su cruz, y supliquémosle diciendo:

Señor, ten misericordia de nosotros.

Señor Jesucristo, cuya claridad es nuestro sol y nuestro día,
haz que, desde el amanecer, desaparezca de nosotros todo sentimiento malo.

Vela, Señor, sobre nuestros pensamientos, palabras y obras,
a fin de que nuestro día sea agradable ante tus ojos.

Aparta de nuestros pecados tu vista,
y borra en nosotros toda culpa.

Por tu cruz y tu resurrección,
llénanos del gozo del Espíritu Santo.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Ya que somos hijos de Dios, oremos a nuestro Padre como Cristo nos enseñó:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Dios misericordioso, que has iluminado las tinieblas de nuestra ignorancia con la luz de tu palabra: acrecienta en nosotros la fe que tu mismo nos has dado; que ninguna tentación pueda nunca destruir el ardor de la fe y de la caridad que tu gracia ha encendido en nuestro Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: CALOR DE DIOS EN SANGRE REDENTORA.

Calor de Dios en sangre redentora,
y un río de piedad en tu costado;
bajo tu cruz quédeme arrodillado,
con ansia y gratitud siempre deudora.

Conózcate, oh Cristo, en esta hora
de tu perdón; mi beso apasionado,
de ardientes labios en tu pie clavado,
sea flecha de amor y paz de aurora.

Conózcame en tu vía dolorosa
y conozca, Señor, en los fulgores
de tus siete palabras, mi caída;

que en esta cruz pujante y misteriosa
pongo, sobre el amor de mis amores,
el amor entrañable de mi vida. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.

Salmo 40 - ORACIÓN DE UN ENFERMO.

Dichoso el que cuida del pobre y desvalido;
en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.

El Señor lo guarda y lo conserva en vida,
para que sea dichoso en la tierra,
y no lo entrega a la saña de sus enemigos.

El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor,
calmará los dolores de su enfermedad.

Yo dije: «Señor, ten misericordia,
sáname, porque he pecado contra ti.»

Mis enemigos me desean lo peor;
«A ver si se muere y se acaba su apellido.»

El que viene a verme habla con fingimiento,
disimula su mala intención,
y cuando sale afuera, la dice.

Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí,
hacen cálculos siniestros:
«Padece un mal sin remedio,
se acostó para no levantarse.»

Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba,
que compartía mi pan,
es el primero en traicionarme.

Pero tú, Señor, apiádate de mí,
haz que pueda levantarme,
para que yo les dé su merecido.

En esto conozco que me amas:
en que mi enemigo no triunfa de mí.

A mí, en cambio, me conservas la salud,
me mantienes siempre en tu presencia.

Bendito el Señor, Dios de Israel,
ahora y por siempre. Amén, amén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.

Ant. 2. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Salmo 45 - DIOS, REFUGIO Y FORTALEZA DE SU PUEBLO

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.

Por eso no tememos aunque tiemble la tierra
y los montes se desplomen en el mar.

Que hiervan y bramen sus olas,
que sacudan a los montes con su furia:

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.

Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora.

Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;
pero él lanza su trueno y se tambalea la tierra.

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:

Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,
rompe los arcos, quiebra las lanzas,
prende fuego a los escudos.

«Rendíos, reconoced que yo soy Dios:
más alto que los pueblos, más alto que la tierra.»

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Ant. 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.

Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4

Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.

LECTURA BREVE Rm 15, 1-3

Los fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, sin complacernos a nosotros mismos. Cada uno cuide de complacer al prójimo para su bien, para su edificación; que Cristo no buscó su propia complacencia, según está escrito: «sobre mí cayeron los ultrajes de quienes te ultrajaron».

RESPONSORIO BREVE

V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.

V. Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.

PRECES

Bendigamos a Dios que escucha con amor la oración de los humildes y a los hambrientos los colma de bienes; digámosle confiados:

Muéstranos, Señor, tu misericordia.

Señor, Padre lleno de amor, te pedimos por todos los miembros de la iglesia que sufren:
acuérdate que por ellos, Cristo, cabeza de la iglesia, ofreció en la cruz el verdadero sacrificio vespertino.

Libra a los encarcelados, ilumina a los que viven en tinieblas, sé la ayuda de las viudas y de los huérfanos,
y haz que todos nos preocupemos de los que sufren.

Concede a tus hijos la fuerza necesaria
para resistir las tentaciones del Maligno.

Acude en nuestro auxilio, Señor, cuando llegue la hora de nuestra muerte:
que seamos fieles hasta el fin y dejemos este mundo en tu paz.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Conduce a los difuntos a la luz donde tu habitas
para que puedan contemplarte eternamente.

Fieles a la recomendación del Salvador, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Te pedimos, Señor, que los que hemos sido aleccionados con los ejemplos de la pasión de tu Hijo estemos siempre dispuestos a cargar con su yugo llevadero y con su carga ligera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: SE INCLINA YA MI FRENTE

Se inclina ya mi frente,
sellado está el trabajo;
Señor, tu pecho sea
la gracia del descanso.

Mis ojos se retiran,
la voz deja su canto,
pero el amor enciende
su lámpara velando.

Lucero que te fuiste,
con gran amor amado,
en tu gloria dormimos
y en sueños te adoramos. Amén.

SALMODIA

Ant. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.

Salmo 87 - ORACIÓN DE UN HOMBRE GRAVEMENTE ENFERMO

Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oído a mi clamor.

Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,
soy como un inválido.

Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.

Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tu cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.

Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.

Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro?

Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:

me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.

LECTURA BREVE Jr 14, 9

Tú estás en medio de nosotros, Señor, tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Señor, Dios todopoderoso: ya que con nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, lo imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Salve, Reina de los cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.

Alégrate, virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.

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