La Iglesia Católica sufre una campaña desatada e insidiosa para laminar la liberadora influencia de su mensaje en el mundo. La persecución te incumbe, tanto si eres o no creyente.
REDACCIÓN HO (http://www.hazteoir.org/ ).- La campaña de insidias contra el Papa Benedicto XVI, cabeza de la Iglesia Católica, va a más. Se perfila con claridad que el verdadero objetivo no es conocer y resarcir los casos de pederastía, excepcionales en una comunidad humana formada por decenas de miles de sacerdotes y religiosos en todo el mundo. El Papa no ha podido ser más contundente, expresando públicamente su vergüenza por los casos conocidos en Irlanda, y poniéndose, en una histórica carta a los católicos irlandeses, al frente de la exigencia de que los culpables respondan “ante Dios y ante los tribunales”.
Con el paso de las horas, se comprueba que tras las informaciones sobre casos aislados de abusos a menores hay toda una campaña de acoso y derribo a la Iglesia Católica.
El problema es la Iglesia en sí, su mensaje liberador, su compromiso con la dignidad del ser humano, su esclarecimiento de la verdad integral del Hombre. Demasiado escandaloso, demasiado obstáculo para las tendencias políticas hoy marcadas desde los puestos dirigentes de la sociedad: eugenesia, aborto, eutanasia, laicismo, destrucción concienzuda de la familia, adoctrinamiento de los menores en la ideología de género o en el culto al Estado como supremo proveedor de la felicidad humana,…
El ataque a la Iglesia Católica no incumbe sólo a los creyentes. Su objetivo es derribar una de las últimas resistencias a la cultura de la esclavitud y de la muerte que pretenden imponer gobiernos de todo signo.
La Historia enseña, de manera inequívoca, que es un objetivo destinado al fracaso. Otras épocas de la Humanidad han conocido persecuciones más sañudas contra los católicos, que han sobrevivido a todas desde su renovada fidelidad al Evangelio y a la comunidad fundada por Pedro en Roma, hace más de 2.000 años. El problema no es, por lo tanto, la destrucción del catolicismo (al fin y al cabo, resistente desde su cuna en el Imperio Romano), sino el avance en la destrucción de lo humano por medio de políticas cada vez más agresivas con la dignidad y la libertad.
Por eso, esta campaña te incumbe directamente.
Si estás por la integridad del hombre frente al troceamiento relativista; por su autonomía frente a la dependencia que los políticos cultivan y decretan; por la libertad religiosa y de conciencia frente al intervencionismo cada vez más asfixiante de los gobiernos; por educar a tus hijos frente al adoctrinamiento ideológico; por el derecho a la vida frente a la cultura de la muerte; por el saber racional y la Verdad entera de lo humano frente a la propaganda laicista,... Si crees que la Iglesia Católica aporta al mundo un modelo de hombre más digno, esperanzado y libre, entonces, envía tu mensaje de apoyo al Papa Benedicto XVI frente a los injustos ataques de los que está siendo objeto, como cabeza de la comunidad católica.
Te proponemos un modelo de mensaje que puedes asumir, tanto si eres creyente como si no lo eres. Es el siguiente:
Su Santidad:
Le ruego que, frente a la campaña de insidias de la que está siendo objeto, acepte mi testimonio de apoyo personal y mi reconocimiento de la indispensable contribución histórica y actual de la Iglesia Católica a la integridad del ser humano.
Le ruego que, frente a la campaña de insidias de la que está siendo objeto, acepte mi testimonio de apoyo personal y mi reconocimiento de la indispensable contribución histórica y actual de la Iglesia Católica a la integridad del ser humano.
También te invitamos a que añadas tu propio mensaje de apoyo al Papa, en el formulario que encontrarás pinchando al pie de este texto. Podrás incluir, si lo deseas, una referencia más explícita a tu pertenencia a la familia cristiana. Tu testimonio llegará directamente al buzón de correo electrónico de El Vaticano donde se reciben los mensajes dirigidos al Papa.
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de apoyo al Papa Benedicto XVI:
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