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jueves, 15 de abril de 2010

Mar afuera

Hace unas semanas, tuvo lugar un Vía Crucis presidido por la Cruz y el icono de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en 2011. En él participó María del Mar García Garrido, una joven estudiante de 24 años que padece una enfermedad degenerativa. Es la mayor de seis hermanos y su enfermedad no tiene diagnóstico. Pero eso no le quita las ganas de vivir. Dice de sí misma que es "una especie de MAR AFUERA". Podéis saber más de ella a través del reportaje que Televisión Española le dedicó en 2007. Este es su testimonio:

"Hola a todos, me llamo María del Mar, tengo 24 años, soy la mayor de seis hermanos, estoy en silla de ruedas por una enfermedad degenerativa sin diagnóstico desde los seis años pero eso no quita que tenga ganas de vivir, la prueba de ello es que estudio cuarto de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

Pues bien, esta es mi cruz. “La alegría tiene sus raíces en forma de cruz”: cuando tienes a tu alrededor gente que te quiere esa cruz pasa a un segundo plano y le quitas importancia. Pienso que para llevar una cruz, hace falta creer en Dios, ayudar a los demás, dar tu amor y dejarte ayudar.

Los que estáis hoy aquí podéis ver o pensar que en mis circunstancias una persona no puede ser feliz. Yo pienso que la felicidad procede de estar cerca de Dios, eso no significa que en el día a día las cosas no cuesten, ni sienta mis limitaciones….

En la vida nos encontramos obstáculos; Tenemos dos opciones: dejarnos caer o seguir adelante. Yo he optado por seguir adelante y cada obstáculo me hace cada vez más fuerte.

Es más, como sabemos que Dios es nuestro Padre, todo lo que recibimos de Él es bueno, no nos va a mandar algo que no podamos llevar, sino que siempre nos da la fuerza para continuar, pase lo que pase.

Como habréis podido ver, en esta sociedad no se valora el gran regalo que tenemos, que es la vida. Les parecemos inútiles tanto física como psicológicamente. Ellos no se dan cuenta; pero los enfermos somos el tesoro de la Iglesia y la presencia viva de Cristo en la Tierra.

El camino a la Santidad es muy misterioso y en mi caso yo he descubierto que mi enfermedad es el camino para estar unida a Jesús, mi verdadero apoyo. Gracias, Señor, porque Tú eres la verdadera Vida, y Tú le das sentido a nuestra vida y a nuestro dolor".

Testimonio de Mar publicado en “Ser libre hoy”.

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