Infocatolica.-
El doce de octubre del 2008, una hostia consagrada cayó del suelo mientras el sacerdote distribuía la Santa Comunión. La hostia se recogió del suelo y se depositó en una copa que a su vez fue encerrada en el sagrario.
El 19 de octubre, tras abrir el sagrario, se pudo ver un hilo rojo en la hostia que daba la impresión de ser un hilo de sangre. El 29 del mismo mes, la copa con la hostia fue transferida al tabernáculo de la capilla de la rectoría.
El 7 de enero del 2009, se tomó una muestra de la hostia para ser examinada independientemente por dos profesionales de farmacología de la Universidad Méidca de Bialystok. Ambos firmaron un comunicado conjunto en el que se afirma que “la muestra que se nos han enviado parece tejido del miocardio”. La Comisión comprobó que la hostia que fue examinada era la misma que había caído al suelo. No hubo intervención de terceros.
Todo el material del caso se ha enviado a la Nunciatura Apostólica en Varsovia. La Comisión asegura que el Caso se Sokolka no sólo no se opone a la fe de la Iglesia sino que la confirma. La Iglesia cree que las palabras de la consagración, por el poder el Espíritu Santo, transforman el pan en el Cuerpo de Cristo y el vino en su Sangre. También hace un llamamiento a los ministros de la Sagrada Comunión para que distribuyan el Cuerpo de Cristo con fe y atención y a los fieles les piden que la reciban con reverencia.
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