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martes, 20 de julio de 2010

CAMINO MISIONERO 20/07/2010

  • LA IGLESIA Y LA COCA-COLA
  • La clave de la noche oscura
  • Porque yo me lo merezco
  • Apuntes de un Taller Bíblico (Sobras Recogidas de Algunos Panes y Peces Proféticos)
  • Evangelio Misionero del Dia: 20 de Julio de 2010 - XVI Semana del T.O. Ciclo C
  • Lecturas y Liturgia de las Horas: 20 de Julio de 2010
Posted: 19 Jul 2010 08:51 PM PDT

Publicado por Fe Adulta*

Y, sin embargo, la realidad a que ha conducido la platonización de la iglesia, es tan prosaica como la fabricación de la coca-cola.

Me explicaré.

La platonización idealista de la iglesia, el secuestro de Jesús por los jerarcas, que se han puesto entre Él y el pueblo, ocultándolo más o menos, y el consiguiente autoritarismo de esos hombres del «establecimiento» eclesiástico, han dado al traste con la comunidad eclesial.

El moderno mundo capitalista está lejos de la poesía de Platón. Su idealismo, o sea su superestructura conceptual, no se plasma en la suprema idea del bien, sino en la Sociedad Anónima por acciones.

Y la iglesia, bajo la cobertura de un etéreo abstraccionismo, ha ido a parar, estructuralmente hablando, en una cosa muy parecida a una empresa anónima de producción y distribución de artículos de dietética religiosa. Una especie de fábrica de coca-cola espiritual.

Una empresa anónima, una razón social que no se identifica con ninguna persona de carne y hueso. Y con eso la «responsabilidad limitada». Se pueden cometer atropellos. Pero no responde nadie. Es «la empresa». (Es la iglesia: si Vd. es buen cristiano, debe callar; contra la iglesia no se puede decir nada).

El presidente de la empresa. Los altos ejecutivos. Los empleados y empleadas. Y el público, que es el consumidor. Y que, para la empresa, sólo tiene esa función: ser cliente.

El consumo es individualista; se va al comulgatorio como a la barra del bar. Yo voy a hacer mi consumición. Y el de al lado va a hacer la suya. Y cada uno a su casa.

Esto no es ninguna caricatura. Es un esquema sociológico que sirve lo mismo para la empresa de coca-cola que para la iglesia católica, Ciertamente hay en esto un humorismo esperpéntico. Pero no es literario. Viene de la realidad.

El papa dirige. Los obispos son jefes de departamento. Los curas y monjas fabrican sacramentos, catequesis, liturgias. Y el público de fieles consume. No hace más que recibir. Consumir. Los locales son públicos. Se entra a ellos como al cine o al bar. Individualmente, a recibir el servicio, la consumición.

Y no existe la comunidad eclesial sino la empresa eclesial de servicios, de suministro de celestiales ultramarinos. Y luego el público, la clientela.

Y la clientela está fuera de la empresa.

Esto es de tal manera contrario a la esencia de la iglesia, que es comunidad de creyentes, que nos deja perplejos. Es una tragicomedia, como «La Celestina».

La iglesia es hoy, con apabullante realidad, una criatura con la cabeza en el suelo y los pies por el aire.

No hay nada que hacer, mientras no ponga los pies en el suelo y se apoye en ellos.

Los pies son la comunidad de creyentes. Creyentes con fe personal, que es una opción esencial de cada uno, y nada menos que una «gracia», una revelación del Espíritu en cada uno.

¿Pero cómo darle esta vuelta de campana, sobre todo teniendo en cuenta que se ha convertido en una armadura pesadísima, con una cabeza muy caliente y unos pies muy fríos? (Fríos no por culpa de ellos, sino porque la cabeza los puso hace mucho tiempo en hibernación).

Con todas las dificultades y las ambigüedades que se quiera, el porvenir está en verdaderas comunidades de base. Y en que el «ministerio» sea servicio de la comunidad, apoyado en ella y viviendo de ella. La comunidad está a la base del ministerio. Y no al revés.

El primer paso sería renunciar al autoritarismo de los «hombres de iglesia», sobre todo de los más altos.

Pero es éste un hueso duro de roer. No es blando y dulce como los «huesos de santo».

Quizá estamos en una época en que hay que ir adelante con una gran libertad interior, recordando que donde están dos o tres reunidos en nombre de Jesús, allí está Jesús en medio de ellos.

Y procurando ser pacientes con todos, como Pablo recomendaba a los fíeles de Tesalónica; o, como les decía a los romanos, en su carta: «en lo posible, y en cuanto de vosotros dependa, en paz con todos los hombres» (Romanos, 12, 18).


José María Díez Alegría

“Teología en serio y en broma”

*Estamos reproduciendo varios fragmentos tomados de “Teología en serio y en broma”, en homenaje a José María Díez Alegría.
Está escrito hace treinta y cinco años, lo que nos permite asombrarnos de la lucidez y el sentido profético de este hombre.
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 19 Jul 2010 08:03 PM PDT


«En estos tiempos “recios”, como diría santa Teresa, hay que mantenerse firmes y confiados. Los místicos, testigos privilegiados del misterio de Dios, nos pueden dar luz en medio de la oscuridad de esta noche eclesial».

La actual crisis eclesial, parecida a las marejadas de un tsunami que no termina de destrozar las seguridades de un pasado reciente, puede interpretarse desde diversas claves: histórica, sociológica, psicológica, cultural. Existe, con todo, la clave teológico-espiritual, que ayuda a los creyentes a entender mejor el sentido de la crisis y sus consecuencias. Es la clave de la noche oscura, que purifica y que hace volver a lo esencial. Se trata de una noche oscura colectiva en el seno de la Iglesia.

En ella se dan los mismos síntomas de la noche individual que describe en sus escritos san Juan de la Cruz: oscuridad y ausencia de sentido, cansancio, desencanto, inseguridad y escasa perspectiva de soluciones. Estas circunstancias nos invitan a vivir un camino de fe, esperanza y amor que puede abrir nuevos horizontes.

Después del Concilio Vaticano II se hablaba de la renovación eclesial como éxodo: ruptura, salida, liberación de cosas secundarias. Ahora la clave es más bien el exilio, que implica pérdida de seguridades y, al mismo tiempo, purificación, interiorización, nueva actitud espiritual. En el exilio se aprende a perder la seguridad en sí mismo para abrirse con confianza a Dios, depositando la esperanza en su bondad y fidelidad. Al mismo tiempo, se crece en solidaridad con el prójimo.

Exilio y noche oscura promueven una espiritualidad de la esperanza activa fundamentada en la centralidad de Cristo y en el compromiso con la persona humana y con la realidad del mundo en el que la Iglesia realiza su misión. En estos tiempos “recios”, como diría santa Teresa, hay que mantenerse firmes y confiados. Los místicos, testigos privilegiados del misterio de Dios, nos pueden dar luz en medio de la oscuridad de esta noche eclesial.

Camilo Maccise

Artículo publicado en la revista Vida Nueva, nº 2715
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Posted: 19 Jul 2010 08:00 PM PDT

Por Quique Gómez Puig, s.j.
Publicado por Pastoral sj

¡Cuántas veces creo que mi vida la voy construyendo con mis propias fuerzas! Soy yo el que estudio, soy yo el que entrena duro, soy yo el que trabaja y me gano el pan con el sudor de mi frente, soy yo el que se despierta todas las mañanas para ir al colegio, al gimnasio, al trabajo.
Me voy montando la vida con mis recursos y no necesito de nadie. Y me merezco el descanso, me merezco el reconocimiento, me merezco la moto, el móvil, la casa. Necesito, después de una jornada de clases, o de estudio, o de trabajo, llegar a mi casa y que la comida esté en la mesa, que mi ropa esté limpia y el cuarto ordenado y a veces que nadie me moleste porque tengo muchas cosas que hacer.

Tengo que seguir viviendo mi vida, currándome mi futuro y…¡cuánto me cansa seguir así!
Sin embargo hay momentos en que vivo y veo las cosas de manera distinta. Hay momentos en que caigo en la cuenta de la gente que ha pasado por mi vida, personas concretas que les pongo nombre, rostro. Personas que han acogido mi vida, personas que sé que me quieren y que las necesito, que me han apoyado en un momento concreto o que sé que están ahí siempre. Amigos con los que puedo reír y a veces llorar, compartir un rato de charla o salir a dar una vuelta. Y entonces, empiezo a comprender que mi vida tiene mucho de regalo. Me resisto, no quiero verlo. Quizá no sea tan fuerte como creo. Quizá lo que vivo, lo que tengo, lo que hago, no me pertenece tanto como pensaba. Quizá me estoy apropiando de los dones que se me van dando en la vida. Y entonces, poco a poco, empieza a surgir en mí el agradecimiento.
Y me esponjo, me relajo, me hago menos exigente y más comprensivo. En definitiva me coloco en mi lugar, caigo de la nube y piso tierra…¡vuelvo a casa! Ahora no quiero salir de ahí porque eso me abre. Vuelvo a mirar el mundo con ojos nuevos. Hago lo mismo que antes, estudio, trabajo, entreno…pero desde el agradecimiento. Ya no soy el centro de la vida, ya no son mis fuerzas las que soportan todo. Ya no me siento tan merecedor de tanto. Ahora reconozco que en la vida se me ha regalado todo.
Hay algunas cosas en la vida que no dependen de méritos ni premios. Hay algunas cosas que no tienen precio ni motivo. Y quizás al darse uno cuenta de lo que es gratuito, la exigencia se vuelve gratitud, y la pobreza le hace a uno rico. Y entonces todo está mejor.
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Posted: 19 Jul 2010 07:22 PM PDT

Por Ron Rolheiser, omi
Publicado por Ciudad Redonda

Después de que Jesús alimentó a una muchedumbre de más de cinco mil hombres con dos panes y cinco peces, pidió a sus apóstoles que recogieran las sobras, esparcidas aquí y allá en el suelo. Los apóstoles hicieron tal como Jesús les había pedido y acabaron llenando doce canastas con los trozos de los cinco panes que habían sobrado.

Recientemente asistí a una serie de conferencias pronunciadas por Walter Brueggemann. Se le respeta ampliamente por su erudición bíblica y alimenta a muchedumbres desde algunas “canastas” saludables; pero se le aprecia, quizás todavía más profundamente, por su preocupación por los pobres y por el reto que nos plantea a nosotros para salir hacia ellos y alcanzarles con justicia y generosidad. Después de habernos alimentado a nosotros, la “muchedumbre”, en el taller mencionado, aquí les ofrezco algunas de las “sobras” recogidas:

Existe hoy un peligro real de excesiva privatización de nuestra fe. La Iglesia debe abogar también por la conciencia pública, no sólo por la conciencia privada.

Ante Poncio Pilatos Jesús cambió la cuestión del poder por la cuestión de la verdad. La verdad erosionará siempre las cadenas del poder y el poder nunca podrá paralizar a la verdad. La verdad es un espíritu que trabaja por conducir al mundo a la armonía con Dios. Donde actúa la verdad, ves cómo la pobreza se torna en abundancia; la muerte se vuelve vida; la guerra, paz; y el hambre se torna en comida.

En Moisés, la verdad se enfrente al poder; en Elías, la verdad pasa por alto al poder; y en Josías, la verdad transforma el poder.

Se puede reconocer enseguida a un “Faraón”: ¡Si has visto a uno, has visto a todos! Los Faraones, todos, tienen malos sueños, acumulan cosas, siempre necesitan recipientes más amplios para almacenar sus posesiones, la ansiedad les invade y quedan “des-absolutizados” tan pronto como Dios aparece en la situación. ¿Dónde tenemos malos sueños?

Un Dios rebosante de verdad siempre conspira contra el Faraón. Dios, al fin, se hace presente en una crisis y la re-define.

La Escritura finalmente habla de sufrimiento corporal y de penosa esclavitud. La Redención, exactamente como en el Éxodo original, comenzará siempre con un grito de angustia y acabará con una danza de alegría. Los cuerpos doloridos deben expresar su dolor y ese grito debe proclamar que ese sufrimiento es anormal y que no debería ya aguantarse más. La esclavitud penosa y el Dios colmado de verdad te abrirán finalmente un camino sobre las aguas a donde el Faraón no pueda llegar. Por tanto, jamás debemos permitir a nuestras patologías volverse normales, ni aceptar la esclavitud por la seguridad que proporciona.

Generalmente, hoy en día, los medios de comunicación reflejan la ideología del Faraón y, sin embargo, nos la tragamos a gusto. Cuando apagamos un rato nuestras pantallas de TV, comenzamos a ser más libres.
La tarea de Dios de transformación se confía invariablemente a una voluntad y a un valor poco dispuestos.

El libro del Deuteronomio es uno de los documentos sociales más importantes jamás escritos; relaciona la fe con la vida pública, con la economía y con la justicia. Siempre dirige la fe hacia los pobres, hacia las “viudas, huérfanos y extraños”. El Deuteronomio quizás sea el documento más subversivo de todo el Antiguo Testamento. Entre otras cosas enseña con intransigencia que la política económica liberal (laissez-faire) necesita algunos chequeos morales. Jesús, en las tentaciones y en su diálogo con el maligno, cita a la Escritura tres veces, y cada vez se trata de un pasaje del Deuteronomio.

El Deuteronomio nos recuerda constantemente que antes, una vez, todos fuimos esclavos y que no es bueno sufrir de amnesia. No habríamos de absolutizar el presente; deberíamos imaginar que las cosas han sido siempre de la misma manera. Todos nosotros habríamos de recordar hoy de dónde vinimos, sobre todo en nuestros debates sobre inmigración.

Si no escuchamos las palabras del Deuteronomio sobre preocuparnos por los pobres, tendremos que atenernos a la profecía de Jeremías, que nos asegura que el mundo, tal como lo conocemos, se acabará, porque no puede sostenerse en su falsedad.

Para Jeremías, interceder por los pobres y necesitados es conocer a Dios.

La tradición profética en la Escritura nos recuerda que hay tres grandes virtudes: generosidad, hospitalidad y perdón. Y a la inversa, nuestra cultura nos invita a guardar posesiones, a protegernos y a guardar rencor.

Nuestra gran racionalización: “Si yo hubiera vivido en esos primeros tiempos, cuando las cuestiones estaban claras, me hubiera ofrecido como mártir, pero hoy las cosas no están tan claras”.

La predicación sobre la justicia va a resultar más difícil, ya que la sociedad se siente cada vez más devorada por la ansiedad. Sin embargo, si predicamos la justicia y la sociedad no escucha, es problema de la sociedad. Pero si nosotros no predicamos la justicia, es nuestro problema.

En respuesta a la cuestión de por qué algunas veces parece que Dios aconseja la violencia en la Escritura: El Dios de la Biblia está recuperándose de la violencia que se le ha atribuido y que se ha realizado en su nombre. Y, dentro de nuestras iglesias, nos encontramos todos en varias fases de recuperación.

Nuestras oraciones son generalmente demasiado reverenciales: Necesitamos rezar más como Moisés y recordarle a Dios lo que nos prometió.

¡Nosotros somos los únicos en el pueblo que sabemos el camino para salir de esta crisis!
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Posted: 19 Jul 2010 06:46 PM PDT

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 12, 46-50

Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte».
Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».

Compartiendo la Palabra
Por CELAM - CEBIPAL

Se es familia de Jesús cuando se vive
según la voluntad del Padre celestial
“¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?”


“Todavía estaba hablando a la muchedumbre…” (12,46) cuando, de repente, llegaron los familiares de Jesús, “su madre y sus hermanos”, y se quedaron esperando fuera (12,16a).

Cuando Jesús se entera de la solicitud de su familia, responde: “Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre” (12,49b-50).

Bien sabemos que en la manera de hablar de aquel tiempo, a los parientes cercanos también se les llamaba “hermanos” (ver Levítico 10,4), por esa razón no habría que buscar aquí motivos para poner en discusión si la Virgen María tuvo más hijos.

Lo cierto es que, según el texto, la mención de la palabra “hermanos” da la ocasión para que Jesús se pronuncie sobre cuál es su verdadera familia. Para ello Jesús hace una distinción entre la familia natural (entiéndase: biológica) y la familia espiritual que nace del discipulado, donde los aspectos que generan vínculos son más estrechos y fuertes que los de la familia natural.

Según el texto, Jesús no sale al encuentro de ellos sino que al señalar dentro de la casa en la que está, cuál es su verdadera familia, más bien los invita a entrar a formar parte de ella. El parentesco biológico con Jesús es insuficiente, puesto que tener parte con Jesús hay que reconocer su verdadera identidad y no aprisionarlo en los conceptos o prejuicios que se tengan por él por la simple convivencia en la infancia. En otras palabras, se requiere el aprendizaje del evangelio.

La familia de Jesús es la comunidad de los “pequeños” que mediante la escucha de la Palabra y la conversión a ella, va creciendo llevada por la mano del Maestro y conducida hacia la plenitud de toda familia que la relación trinitaria (ver 28,19). La comunidad de Jesús personifica a todas las personas que optan de corazón por Él y eligen vivir según los criterios de su evangelio, encarnando las bienaventuranzas y todas las enseñanzas de Jesús, haciendo presente de esta forma su obra salvadora en sus vidas.

El núcleo del pasaje lo hallamos en la frase: “cumplir la voluntad de mi Padre Celestial” (12,50). Mateo menciona expresamente el término “Padre” y no simplemente “Dios”, ya que la captación de la voluntad de Dios está intrínsecamente relacionada con esta revelación de la paternidad divina de la cual Jesús hace derivar todo el evangelio. Es la comunión con este Padre la que permite hablar con certeza de una “verdadera familia”.

La vida de esta nueva familia encuentra su sentido en el misterio del Reino que se realiza en la historia, así como lo vamos a ver mañana en la las Parábolas de Jesús.




Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón

1. ¿Para qué buscan los familiares (biológicos) a Jesús?

2. ¿Cómo se entiende la palabra “hermanos de Jesús” en este pasaje?

3. ¿De qué manera una persona se hace “familiar” de Jesús? ¿Cuál es el fundamento de esta propuesta?


“Cuando oramos, nunca debemos perdernos en tantas consideraciones, intentando saber lo que hemos de pedir y temiendo no conseguir orar como nos conviene. ¿Por qué no decir más bien con el salmista: ‘Una cosa pido al Señor y es lo que busco: habitar en la casa del Señor toda mi vida, contemplar la belleza del Señor examinando su templo’ (Salmo 26,4)?”
(San Agustín)
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Posted: 19 Jul 2010 02:41 PM PDT

SEMANA XVI DURANTE EL AÑO
Lectura de la profecía de Miqueas 7, 14-15.18-20

¡Señor, apacienta con tu cayado a tu pueblo,
al rebaño de tu herencia,
al que vive solitario en un bosque,
en medio de un vergel!
¡Que sean apacentados en Basán y en Galaad,
como en los tiempos antiguos!
Como en los días en que salías de Egipto,
muéstranos tus maravillas.

¿Qué dios es como Tú, que perdonas la falta
y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia?
Él no mantiene su ira para siempre,
porque ama la fidelidad.
Él volverá a compadecerse de nosotros
y pisoteará nuestras faltas.

Tú arrojarás en lo más profundo del mar
todos nuestros pecados.
Manifestarás tu lealtad a Jacob
y tu fidelidad a Abraham,
como lo juraste a nuestros padres
desde los tiempos remotos.


Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL 84, 2-8

R. ¡Manifiéstanos tu misericordia, Señor!

Fuiste propicio, Señor, con tu tierra,
cambiaste la suerte de Jacob;
perdonaste la culpa de tu pueblo,
lo absolviste de todos sus pecados. R.

¡Restáuranos, Dios, salvador nuestro;
olvida tu aversión hacia nosotros!
¿Vas a estar enojado para siempre?
¿Mantendrás tu ira eternamente? R.

¿No volverás a damos la vida,
para que tu pueblo se alegre en ti?
¡Manifiéstanos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación! R.




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 12, 46-50

Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte».
Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre».


Palabra del Señor.


LITURGIA DE LAS HORAS
TIEMPO ORDINARIO
MARTES DE LA SEMANA XVI
De la feria. Salterio IV


20 de julio


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: ESTÁTE, SEÑOR, CONMIGO.

Estáte, Señor, conmigo
siempre, sin jamás partirte,
y cuando decidas irte,
llévame, Señor, contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.

Llévame en tu compañía
donde tu vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tú vida no me das
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.

Por eso, más que a la muerte
temo, Señor, tu partida,
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;
pues la inmortal que tú das,
sé que alcanzarla no puedo,
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mí te vas. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.

Salmo 100 - PROPÓSITO DE UN PRÍNCIPE JUSTO

Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿Cuándo vendrás a mí?

Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.

Aborrezco al que obra mal,
no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido,
no aprobaré al malvado.

Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes
no los soportaré.

Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.

No habitará en mi casa
quien comete fraudes;
el que dice mentiras
no durará en mi presencia.

Cada mañana haré callar
a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.

Ant. 2. No nos desampares, Señor, para siempre.

Cántico: ORACIÓN DE AZARÍAS EN EL HORNO Dn. 3, 26-27. 29. 34-41

Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y glorioso es tu nombre.

Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros
y todas tus obras son verdad,
y rectos tus caminos,
y justos todos tus juicios.

Hemos pecado y cometido iniquidad
apartándonos de ti, y en todo hemos delinquido.
Por el honor de tu nombre,
no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza,
no apartes de nosotros tu misericordia.

Por Abraham, tu amigo,
por Isaac, tu siervo,
por Israel, tu consagrado,
a quienes prometiste
multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.

Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.

En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.

Por eso, acepta nuestro corazón contrito,
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados;

que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.

Ahora te seguimos de todo corazón,
te respetamos y buscamos tu rostro.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. No nos desampares, Señor, para siempre.

Ant. 3. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.

Salmo 143, 1-10 - ORACIÓN POR LA VICTORIA Y POR LA PAZ

Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea;

mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos.

Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.

Señor, inclina tu cielo y desciende,
toca los montes, y echarán humo,
fulmina el rayo y dispérsalos,
dispara tus saetas y desbarátalos.

Extiende la mano desde arriba:
defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,
de la mano de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades,
cuya diestra jura en falso.

Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.

LECTURA BREVE Is 55, 1

Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar: vino y leche de balde.

RESPONSORIO BREVE

V. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.

V. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
R. Espero en tu palabra.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.

PRECES

Dios nos otorga el gozo de poder alabarlo en este comienzo del día, reavivando con ello nuestra esperanza. Invoquémosle, pues, diciendo:

Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.

Dios y Padre de nuestro Salvador Jesucristo,
te damos gracias porque, por mediación de tu Hijo, nos has dado el conocimiento y la inmortalidad.

Danos, Señor, un corazón humilde
para que vivamos sujetos unos a otros en el temor de Cristo.

Infunde tu Espíritu en nosotros, tus siervos,
para que nuestro amor fraterno sea sin fingimiento.

Tú que has dispuesto que el hombre dominara el mundo con su esfuerzo,
haz que nuestro trabajo te glorifique y santifique a nuestros hermanos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Ya que Dios nos muestra siempre su amor de Padre, velando amorosamente por nosotros, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Aumenta, Señor, nuestra fe, para que esta alabanza que brota de nuestro corazón vaya siempre acompañada de frutos de vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.



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VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: TÚ QUE ERES CRISTO, EL ESPLENDOR Y EL DÍA.

Tú que eres, Cristo, el esplendor y el día,
y de la noche ahuyentas las tinieblas,
Luz de Luz que a tus fieles
cual luz te manifiestas,

te pedimos, Señor, humildemente
esta noche que estés de centinela,
en ti hallemos reposo
y la paz nos concedas.

Si se entregan al sueño nuestros ojos,
en ti vigile el corazón alerta,
y rogamos tus hijos,
Señor, que nos protejas.

Defensor nuestro, míranos, rechaza
al enemigo cruel que nos acecha
y, a quienes redimiste
con tu sangre, gobierna.

A ti, Cristo, Señor del universo,
y a ti, Padre, alabanza dondequiera,
y al Amor, por los siglos
loores. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.

Salmo 136, 1-6 - JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA.

Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.

Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»

¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;

que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.

Ant. 2. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.

Salmo 137 - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE UN REY

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre;

por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.

Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.

Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.

El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.

Ant. 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12

Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

LECTURA BREVE Col 3, 16

Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de todo corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.

RESPONSORIO BREVE

V. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

V. De alegría perpetua a tu derecha.
R. En tu presencia, Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo.

PRECES

Invoquemos a Cristo, que da fuerza y poder a su pueblo, diciendo:

Señor, escúchanos.

Cristo, fortaleza nuestra, concede a todos tus fieles, a quienes has llamado a la luz de tu verdad,
que tengan siempre fidelidad y constancia.

Haz, Señor, que los que gobiernan el mundo lo hagan conforme a tu querer,
y que sus decisiones vayan encaminadas a la consecución de la paz.

Tú que con cinco panes saciaste a la multitud,
enséñanos a socorrer con nuestros bienes a los hambrientos.

Que los que tienen en su mano los destinos de los pueblos no cuiden sólo del bienestar de su nación,
sino que piensen también en los otros pueblos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Cuando vengas en tu día a ser glorificado en los santos,
da a nuestros hermanos difuntos la resurrección y la vida feliz.

Todos juntos, en familia, repitamos las palabras que nos enseñó Jesús, y oremos al Padre diciendo:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Puestos en oración ante ti, Señor, imploramos tu clemencia y te pedimos que nuestras palabras concuerden siempre con los sentimientos de nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: SE INCLINA YA MI FRENTE

Se inclina ya mi frente,
sellado está el trabajo;
Señor, tu pecho sea
la gracia del descanso.

Mis ojos se retiran,
la voz deja su canto,
pero el amor enciende
su lámpara velando.

Lucero que te fuiste,
con gran amor amado,
en tu gloria dormimos
y en sueños te adoramos. Amén.

SALMODIA

Ant. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.

Salmo 142, 1-11 - LAMENTACIÓN Y SÚPLICA ANTE LA ANGUSTIA

Señor, escucha mi oración;
tú que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.

El enemigo me persigue a muerte,
empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.

Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.

Escúchame en seguida, Señor,
que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.

En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti;
indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.

Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.

Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la angustia.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.

LECTURA BREVE 1Pe 5,8-9

Sed sobrios, estad despiertos: vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle, firmes en la fe.


RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por Cristo nuestro Señor.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios,
no desprecies las oraciones
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.

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