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lunes, 30 de agosto de 2010

CAMINO MISIONERO 30/08/2010

  • LOS DOCE Y PEDRO
  • Refundar la Iglesia Católica ( 6). Un camino en el invierno
  • La diferencia entre religión y espiritualidad
  • Teresa de Calcuta: a 100 años de su nacimiento
  • El ecumenismo no ha sido un asunto prioritario para la Iglesia
  • Liturgia y Contemplación: 22 SEMANA DEL TO
  • BENEDICTO XVI: JESÚS “SE PUSO POR NOSOTROS EN EL ÚLTIMO LUGAR”
  • El cuidado del cuerpo
  • DADORES DE ALAS
  • Raimon Panikkar, canal de luz
  • Evangelio Misionero del Dia: 30 de Agosto de 2010 - SEMANA XXII DURANTE EL AÑO
  • Lecturas y Liturgia de las Horas: 30 de Agosto de 2010
  • Domingo XXII del tiempo ordinario: El puzzle
  • Meditación para el XXII Domingo del Tiempo Ordinario
  • Murió al nacer y "resucitó" por las caricias de su mamá
Posted: 29 Aug 2010 07:35 PM PDT




Los discípulos/as eran más de doce, por supuesto. Pero parece bastante seguro que Jesús designó un grupo especial de doce (una razón importante para pensar así es que, si ese grupo lo hubiesen inventado los cristianos después de la muerte de Jesús, difícilmente hubiesen incluido en él al “traidor” Judas).

Pero ¿con qué finalidad designó Jesús al grupo de los Doce? Los designó para que fueran imagen y representación de las doce tribus de Israel, es decir, de todo Israel. A Jesús le gustaban los gestos simbólicos, las “profecías en acción”. El nombramiento de un grupo de doce discípulos fue uno de estos gestos simbólicos de Jesús (como los banquetes con los pecadores, la entrada en Jerusalén, la “destrucción” del Templo o la cena de despedida).

Jesús estaba firmemente convencido de que eran los últimos tiempos, y de que Dios habría de reunir a todo su pueblo disperso. Y él se sentía justamente llamado a ser el mensajero y el mediador de dicha reunificación: Dios le enviaba a anunciar la buena noticia del reinado de Dios a las “doce tribus”, a promover la restauración definitiva de Israel, a reunir por fin a los israelitas de Palestina y a los israelitas dispersos por todo el mundo (la Diáspora).

El grupo de los Doce representa al pueblo entero, al pueblo restaurado de los últimos tiempos. Jesús no los nombró para ser dirigentes o jefes del resto de discípulos, sino para representar al pueblo renovado y reconstruido de los últimos tiempos.

No les dio ninguna función jurídico-administrativa (no los hizo predecesores de los obispos y del Papa...). En cualquier caso, en vida de Jesús, los Doce no poseyeron una posición de superioridad o de autoridad entre los demás discípulos.

Y aun después de Pascua, los Doce no desempeñaron ningún cargo directivo en la comunidad de Jerusalén, salvo Pedro (pero Santiago, el hermano de Jesús, que no pertenecía al grupo de los Doce, tuvo en la comunidad de Jerusalén una categoría igual o superior a la de Pedro).

No sabemos que otros miembros del grupo de los Doce hayan gobernado comunidades cristianas. Por el contrario, Pablo, que no era de los doce, fue el dirigente carismático de muchas comunidades.

En los Hechos de los Apóstoles se les atribuye a los Doce la función de ser "testigos cualificados" de la vida y de la Pascua de Jesús. Así lo expresan las palabras puestas en boca de Pedro con ocasión de la elección del “sucesor” de Judas:

“Se impone que uno de los que nos acompañaron durante todo el tiempo que el Señor Jesús estuvo con nosotros (...), entre a formar parte de nuestro grupo, para ser con nosotros testigo de su resurrección” (Hch 1,21-22).

Pero es difícil saber qué función concreta tuvieron los Doce después de la Pascua. Su papel fue desapareciendo paulatinamente.

En conclusión, del hecho de que Jesús designase un grupo especial de doce no extraigamos conclusiones abusivas referidas a la “organización jerárquica” de la Iglesia. Sólo mucho más tarde se elaboró la “teología de la sucesión”, pero tiene muy poco que ver con la intención de Jesús y la historia de las comunidades cristianas hasta el s. III-IV.

Hablamos de “Doce Apóstoles”, como si “apóstoles” lo fueran únicamente los Doce. Sólo en Lucas es así, pues éste llama “apóstoles” exclusivamente a los Doce, tanto en el Evangelio como en los Hechos. Pero no sucede así en Pablo, que no era de los Doce y sin embargo se llama a sí mismo apóstol (cf. Ga 2,7-8); para Pablo, son apóstoles todos los enviados por Jesús a anunciar la buena noticia (cf. 1 Cor 15,5-7).

Tú y yo también somos tan apóstoles como Pedro y Pablo. Apóstol significa “enviado” y, puesto que Jesús nos envía a todos los que nos llama, todos los discípulos somos apóstoles.

Efectivamente, todos los discípulos somos enviados a constituir una nueva humanidad que reúna a todos los pueblos. Cuando todos los pueblos de la tierra, grandes y pequeños ¾y no ya las “doce tribus” de Israel¾ se reúnan en dignidad e igualdad, y cuando todas las criaturas formen realmente una gran comunidad, entonces se constituirá el “nuevo Israel” y la nueva creación de los últimos tiempos, y ése es nuestro encargo y nuestra meta.


¿Y qué hay de Pedro?

En todas las listas de los Doce (Mc 3,16-19 y paralelos), Simón Pedro aparece en primer lugar (y Judas Iscariote en el último), y este dato es significativo. Es señal de que Pedro era “el primero” entre los Doce.

El nombre mismo de “Pedro” expresa algo de eso. Jesús le dio a Simón el sobrenombre de Kefa (es decir, “piedra” o “roca”), seguramente porque fue él, juntamente con su hermano Andrés, el primero en ser llamado por Jesús o el primero en haberle seguido. El nombre aparece 10 veces en el NT en su forma helenizada (Cefas) y pone de manifiesto, en cualquier caso, que ocupaba el primer puesto entre los Doce.

El sobrenombre Kefa (o Cefas) fue traducido al griego como Petros, es decir, “Piedra”; por lo demás, en Mt 16,18 se pone en boca de Jesús un juego de palabras entre Petros (piedra) y petra (roca): “Tú eres ‘Pedro’ y sobre esta ‘roca’ edificaré mi iglesia”, como dando a entender que Jesús puso a Simón Pedro como cimiento de la Iglesia.

Pero dicen los expertos que esas palabras y las siguientes (“te daré las llaves del reino...”) no son palabras pronunciadas por Jesús, sino puestas posteriormente en su boca (por lo demás, sólo aparecen en el Evangelio de Mateo).

De todos modos, es claro que Pedro ocupaba un puesto singular y destacado entre los Doce. Aparece siempre como portavoz.


Pedro, imagen del discípulo con sus luces y sus sombras

Pedro es imagen y espejo de todos los discípulos o seguidores. Y debemos mirar a la figura de Pedro que nos trazan los evangelios para aprender lo que somos, para conocer nuestras propias luces y sombras:

· Se pone en camino hacia Jesús antes que ningún otro, pero en cuanto aparece el peligro le entra el miedo y empieza a hundirse, y no tiene más remedio que gritar a Jesús: “Señor, sálvame” (Mt 14,30).

· La confesión de Jesús le brota fácilmente de los labios y del corazón: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios...” (Mt 16,16); pero a la vez es de poca fe y dubitativo: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado? (Mt 14,31). De confesión en confesión y de duda en duda, deberá aprender que la fe es don del Padre del cielo (Mt 16,17).

· Está, sí, decidido a ser enteramente seguidor de Jesús, y lo es, pero una y otra vez pretende que el camino de Jesús sea un camino fácil de éxitos, y habrá de escuchar de labios de Jesús las palabras más duras que en los evangelios se dirigen a nadie: “¡Apártate de mí, Satanás!” (Mt 16,23).

· Daría, sí, la vida por Jesús: “Señor, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y hasta la muerte” (Lc 22,33); pero no ha llegado más allá del patio del sumo sacerdote, y declara una y otra vez que no tiene nada que ver con Jesús (Mc 14,66-71).

· Confiesa a Jesús como Maestro y Señor, pero no se le mete en la cabeza que el señorío de Jesús consiste en ser servidor, en lavar los pies; tendrá que consentir en que Jesús le lave los pies, y aprender a lavar también él los pies a los otros (Jn 13,6-15).

· Quiere a Jesús sin duda, pero tendrá que abandonar declaraciones de amor demasiado grandilocuentes y aprender a hacer declaraciones de amor más humildes y verdaderas: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero” (Jn 21,17).

· Le corresponde confirmar a sus hermanos temerosos, pero para ello tendrá que vivir convirtiéndose constantemente a Jesús:“Y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos” (Lc 22,32).

· Está habituado a disponer de sí y de los demás, pero tendrá que aprender a que otro le ciña y le conduzca a donde no quiere, tendrá que aprender a servir y a dar su vida (Jn 21,18).

· Por fin, a él le corresponde apacentar las ovejas, pero no el controlar a nadie: “Señor, y éste ¿qué?”... “¿A ti qué te importa? Tú sígueme” (Jn 21,20-22).



José Arregi





Para orar.


VIVIR POR LA GRACIA


Señor Jesucristo, sólo nos encontramos a nosotros mismos en tu Espíritu y tú mismo estás en nosotros cuando en ti nos perdemos.

Tu lejanía, la lejanía del Dios eterno, la lejanía de tu luz deslumbrante, la lejanía de tu santidad inmaculada, la lejanía de tu amor devorador, de tu incomprensible e impetuoso amor, se ha vuelto próxima.

Todo esto ha entrado en contacto con nuestro corazón porque poseemos el Espíritu Santo.

El es quien da plenitud a todos los abismos insondables de la vida.

El se hace fuente de Vida en nosotros.

El es la dicha sin fronteras, una dicha que ha reconducido a sus originales fuentes los riachuelos de nuestras lágrimas, aun cuando en alguna ocasión hayan amenazado con inundar el valle de nuestra existencia.

El es el Dios de nuestra interioridad, la santidad del corazón, su júbilo oculto y singular, incluso en aquellos momentos en que rozamos la desesperación y decaen nuestras fuerzas.

El se hace cargo de nuestro ánimo, infundiéndole esperanza en los instantes de abatimiento y desconfianza.

El nos llena de amor como amor que nos ama, y así nos habilita para que amemos con generosidad y alegría, aunque tantas veces parezca nuestro corazón frío, pequeño y estrecho.

Vive en nosotros. Que tu Espíritu nos llene.

Creemos que tu fuerza llevará a la victoria nuestra propia flaqueza.

Creemos que tu verdad se ha sobrepuesto ya a nuestros engaños.

Creemos que tu libertad nos está liberando de nuestras estrecheces.

Vive en nosotros. Haz que tengamos el coraje de creer que tu bendición se derrama sobre esta tierra nuestra, pues no sólo el cielo está lleno de tu gloria. Amén.



K. Rahner
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 29 Aug 2010 06:57 PM PDT


Publicado por El Blog de X. Pikaza


La exigencia de refundar la Iglesia no la hemos inventado nosotros. El tiempo nos ha puesto en un camino de curvas sobre el hielo y debemos aprender a recorrerlo, sin saber del todo lo que hay al otro lado de la segunda curva, sólo que sigue estando allí Jesús, y que el invierno actual puede y debe convertirse en primavera. No podemos parar, pues dejar las cosas como están, manteniendo el sistema actual, parece la peor, al menos desde el punto de vista cristiano.

No se trata de romper con violencia lo que existe, sino de crear más allá de la nieve actual le nueva ciudad de puertas abiertas que vió en "sueño" el profeta del Apocalipsis (Ap 21-22). Tampoco Jesús derribó personalmente el templo (él anunció su caída), sino que lo derribaron celotas y romanos luchando por el control del sistema; pero aquel templo estaba ya vacío, muerto, antes que ardiera en las llamas de la guerra. Un tipo de religión oficial desaparece, pero hay nuevos caminos abiertos, con agua de evangelio.

Cae un sistema, un tipo de “caparazón ya endurecido”, un organigrama donde muchos quedan fuera, pero no para que desaparezca la vida y las buenas conexiones personales y sociales, sino todo lo contrario: para que esas conexiones puedan funcionar mejor. No se trata de bendecir la pobreza, sino todo lo contrario: de abrir un camino de riqueza compartida, desde los más pobres (sin que se excluya a nadie). No se trata de negar a los hermanos, hermanas y madres, sino abrir un camino para que todos podamos ser hermanos, hermanas y madres, como anuncia Jesús en Mc 10, 28-31.

No se trata pues de romperlo todo, para que llegue el caos (no se trata de romper la caña vacilante o de apagar la mecha ya debilitada), sino de fortalecer las cañas, de encender los fuego, mil fuegos de vida, para todos los hombres y mujeres. No se trata de de gozarnos en el puro caos, sino de crear desde el frío actual unas formas más intensas de comunión personal, de comunicación social y de esperanza, desde el evangelio.

1. Partir de lo que existe.

Algunos sienten prisa: les gustaría que llegaran nuevos romanos imperiales (como el 70 EC) para destruir la sacralidad externa de la iglesia actual. Otros sostienen es tiempo apocalíptico: acaba la iglesia, termina el cristianismo, pero acaba también la vida sobre el mundo. En contra de eso, pienso que las cosas tienen un sentido y que es mejor apoyarse en lo que existe, pues mucho de ello es bueno: fruto de un largo proceso de fe y sufrimiento, camino esperanzadamente abierto. Lo que a veces parece simple iglesia en ruinas (visión de Francisco de Asís) contiene elementos que deben aprovecharse y restaurarse, según el ejemplo de aquel que no quiso quebrar la caña cascada, ni apagar la mecha humeante (cf. Mt 12, 20).

Aquí debe aplicarse la paciencia histórica, hecha de ternura ante lo que parecen ruinas . Ciertamente, el Estado Vaticano debe desaparecer ya, hoy mejor que mañana; y con ese Estado el sistema de la Curia romana, con nunciaturas políticas y congregaciones que expresan el "dominio" de la iglesia romana sobre el conjunto de la cristiandad católica.

2. Fin de la Curia Vaticana.

Desde hace siglos se viene hablando de una reforma "in capite et in membris" (de Roma y del conjunto de la cristiandad). En contra de lo que podía pasar en otro tiempo, sentimos una gran ternura por Roma (su historia y arte), pero pensamos que las funciones centralizadoras y burocráticas de su Curia Vaticano resultan no sólo innecesarias sino contraproducentes. Nos cuesta comprender la autoridad y sentido de unos monseñores o nuncios (arzobispos, obispos), sin comunidad donde cultivar normalmente su fe y sin tarea directamente misionera o creadora de vida cristiana.

No me atrevo a presentar como inválidas sus "ordenaciones", pues tengo una visión extensa de los ministerios, pero me parecen poco valiosas, pues sitúan a un obispo de la iglesia en un lugar donde es muy difícil el ejercicio de su tarea evangélica, en contacto de amor y comunión con los creyentes. La imagen de una Curia vaticana, de obispos sólo varones, en un clima de burocracia sacralizada, está más cerca del folclore que del evangelio.

No se trata de pequeñas críticas externas , sino que criticamos el riesgo de identificar el Reino de Jesús con un sistema sacral, la comunión creyente con la uniformidad, la presencia de la iglesia cristiana en el mundo con la institución. El ministro del evangelio es, por definición, un hombre o mujer que llega de modo directo a los excluidos del sistema y crea comunión directa entre los fieles. Eso es difícil en la actual Curia Vaticana, donde parece que la documentación y burocracia, en línea de sistema, se sitúan por encima de la libertad y comunión personal del evangelio.

3. En favor de Pedro (=Papa).

El obispo de Roma en cuanto tal no es necesario, pues no lo hubo hasta entrado el II EC (aquella iglesia estaba dirigida por presbíteros), pero de hecho ha realizado una función de pacto y unidad, sintiéndose vinculado a Pedro (y Pablo), cuya memoria y confesión mantiene Roma. La mejor aportación de esa iglesia es que empiece siendo una entre otras, dejando que esas otras exploren y busquen su camino, en clave de evangelio. Eso significa que debe abandonar sus funciones actuales de sistema, no con la tristeza de haber sido derrotada, sino por fidelidad al evangelio .

Desaparece, como hemos dicho, la Curia Vaticana, pero queda el Obispo de Roma, con una tarea básica de guiar y animar su comunidad, en diálogo con las restantes iglesias, tomando como referencia especial a Pedro, signo de unidad en el conjunto del Nuevo Testamento. Se abre así un modelo distinto de unidad en comunión, que no sea un simple retorno a la historia más antigua (con sus reuniones, sínodos, concilios y encuentros comunes), ni tampoco una continuidad de lo que ahora existe (dirección unificada de la administración de las iglesias), sino experiencia de comunión dialogal entre iglesias hermanas y autónomas, dentro de un mundo unificado, a otro nivel, por el sistema. En esta comunión aún no explorada deberá decir su palabra de recuerdo, de impulso en caridad y de concordia en la fe el obispo de Roma, como signo personal (histórico, presente) de comunicación entre las comunidades. Por eso me pronuncio a favor del Papa.

4. Sin necesidad de protectores

Hemos vivido por siglos en estado de cristianismo protegido, bajo autoridad de personas especializadas (sacerdotes) que nos han guiado, como a menores de edad, diciéndonos lo que podemos y debemos hacer. Los jerarcas ha sido así como madre, que engendra a sus hijos menores, maestra, que enseña a los ignorantes; ellos nos han ofrecido su doctrina, fijadas en línea fe (dogmas) o de acción (sacramentos), como si sólo tuviéramos obligación de "escuchar a los doctores", dejándonos guiar por su magisterio, ministerio y sacerdocio.

Esa actitud de protectorado bondadoso no responde al estilo de Jesús, que no fijó conclusiones, sino que abrió caminos, para que pudiera recorrerlos cada uno (cada iglesia) de manera autónoma: por eso habló en parábolas, dejando a los demás en libertad para pensar y decidirse; trató como a maduros a todos los que estaban a su lado. Por el contrario, cierta iglesia posterior ha querido guiarnos como a niños, nombrándonos obispos y pastores y diciéndonos aquello que debemos creer, en contra de la buena pedagogía, que no resuelve a los alumnos los problemas desde fuera, sino que les anima a buscar y recorrer de un modo personal su propio camino, aunque sea con equivocaciones.

5. Creatividad comunitaria.

Ciertamente, la iglesia es lugar donde nacemos a la fe y aprendemos a vivir; pero sobre todo es casa donde compartimos el pan y dialogamos, como hermanos-hermanas y madres (cf. Mc 3, 31-25), en madurez humana y búsqueda comunitaria. Este ha sido y será un camino difícil. Ciertamente, ella ha dejado resquicios de autonomía creadora, que han explorado genialmente los grandes místicos como Juan de la Cruz, que muchas veces han debido exilarse interiormente para expresar sus experiencias; pero en general ella es una institución obsesionada por la seguridad y control de sus fieles. Dice que es casa de todos, pero los jerarcas monopolizan su palabra, presentándose como Magisterio sagrado, que todos los demás han de acoger con reverencia.

Ciertamente, es una institución venerable, que acoge a acoge a muchos pobres y ofrece espacio de amor para millones de personas, pero tiene miedo de la creatividad comunitaria y del diálogo leal entre los fieles. Por eso debemos cambiarla, por amor al evangelio. No se trata de dejar a los creyentes solos, cada uno ante su Biblia, como han hecho algunos grupos protestantes, sino de potenciar comunidades, capaces de explorar y tantear, de crear y ofrecer caminos de evangelio (en libertad y comunión), en este tiempo nuevo en que la mayoría parecemos amenazados por el sistema .

El evangelio es camino que nadie puede recorrer por nosotros; así nadie puede darnos soluciones hechas, sino que debemos buscarlas, amarlas, conversarlas, en comunión y conservando por lo menos el derecho a equivocarnos. Allí donde la jerarquía sabe, dice y decide, mientras los demás callan y obedecen (sin tener ni siquiera el derecho a equivocarse), está en riesgo la misma verdad de la iglesia. Aludo al principio de falsación de K. Popper y al título del bello libro de A. Domingo M., El arte de poder no tener razón. La hemenéutica dialógica de H. G. Gadamer, Univ. Pontificia, Salamanca 1991

6. Hogar contemplativo.

Muchos hemos recorrido un camino de compromiso que ha venido marcado, en los años setenta y ochenta del siglo XX, por la teología de la liberación, como recordé en la primera parte de este libro. Lo que entonces sentimos y dijimos continúa siendo válido. Pero ahora, pasados los años, con la nostalgia de un fracaso (los problemas siguen, el sistema resulta imparable) y, sobre todo, con más honda experiencia de Jesús, queremos destacar el aspecto contemplativa de la iglesia, que es hogar de misterio, casa donde se comparte el pan de la plena humanidad, especialmente la palabra que brota de la boca de Dios (cf. Mt 4, 4), en un camino donde destacamos tres palabras.

a. Libertad. Queremos que la contemplación sea expresión de la más honda autonomía, sin imposición de varones sobre mujeres (o viceversa), sin clausuras dictadas por la jerarquía, de manera que sean los mismos contemplativos quienes busquen y exploren su camino.

b. Eclesialidad. Queremos que la contemplación sea un aspecto central de la vida cristiana, de manera que haya lugares y momentos donde creyentes puedan reunirse para compartir la experiencia de fe, en silencio o cantando, de un modo temporal o para siempre, ofreciendo al conjunto de la iglesia el testimonio de la experiencia fundante de Cristo.

3. Encarnación. Como he dicho ya, el siglo futuro debe ser un tiempo de amor contemplativo, si no quieren que el sistema le destruya. Pues bien, le contemplación cristiana ha de encarnarse y ofrecer su testimonio en los lugares donde el ser humano está más estropeado, es decir entre los excluidos del sistema, en gesto de plena gratuidad

7. Libertad creadora: ¡viene el reino!

La iglesia habla de libertad y reino, pero da la impresión de que muchos han dejado de creer. Unos suponen que el ciclo cristiano termina: esto se acaba, resistimos un tiempo, mantenemos algunas estructuras, luego Dios dirá; somos los últimos de una larga historia, de mil años de tradición cristiana occidental. Otros tienen miedo y defienden el sistema: se creen llamados a mantener el orden y guardas las estructuras, en plano de dogma y disciplina, como si Cristo les necesitara para mantener la iglesia; normalmente se fijan en cosas secundarias (hábitos y rezos exteriores, estructuras caducas).

Pues bien, en contra de unos y otros, pienso que este es un tiempo de bellísimo para sembrar evangelio. No se trata de hacer y programar, en línea de sistema, como si todo dependiera de nosotros, sino de dejar que la Palabra de reino penetre de nuevo en nuestra tierra (Mc 4). Esto es lo que importa: no tener miedo y explorar formas de vida cristiana, desde el evangelio, en comunión cordial con el conjunto de la iglesia, pero sin estar esperando las directrices directas de una jerarquía, que normalmente llega tarde. Se trata de ser iglesia, de acoger la voz del evangelio y de crear vida cristiana, con autonomía, en la línea de todo lo que he venido diciendo en este libro.

En este fondo destaca nuevamente la importancia de los ministerios, que no tienen carácter sacerdotal (en el sentido clásico del término: no ofrecen víctimas, ni aplacan a Dios con sacrificios), pero son fundamentales, como mediadores de Palabra y Amor comunitario. No hay iglesia visible sin ellos, ni fraternidad sin institución, que organiza el amor desde el evangelio. Ellos resultan menos necesarios en un contexto religioso como el budista, donde cada iluminado puede y debe realizar su camino a solas. Pero, según el evangelio, son imprescindibles, pues los creyentes comparten la fe y amor en Cristo: la reciben, expanden y celebran por y con los otros.

Como Cristo fue ministro (servidor) del Reino de Dios (de los humanos), así sus seguidores: todos son ministros de la Humanidad reconciliada, de maneras diferentes, dentro de una iglesia que se encuentra llena de tensiones, en momento de crisis. En este contexto queremos evocar el tema de la re-forma de los ministerios, conforme a dos caminos que deben acercarse (completarse), para bien de la Iglesia:

 Camino oficial.

El Vaticano mantiene una actitud tradicional: insiste en el sistema y actúa como "estado religioso unificado", con nuncios ante las naciones, nombramiento directo de obispos, formación presbiteral en seminarios, celibato, exclusión de mujeres etc. Mirado de un modo exclusivista, este modelo se encuentra a mi entender ya seco, y así me atrevo a confesarlo después de trabajar durante casi treinta años a su servicio, como profesor de seminario y facultad de teología, en la formación de estudiantes para el presbiterado. Está acabado (al menos en occidente), por la escasez vocacional y, sobre todo, por el tipo de vocaciones que prepara, desligadas de sus comunidades, separadas de la vida y crecimiento real de los cristianos.

Las facultades de teología son para el estudio del cristianismo en el contexto de la cultura y religiones de la tierra. Las vocaciones ministeriales han de surgir y cultivarse desde el interior de las comunidades cristianas, que son semillero (seminario) para aquellos que deseen (y sean encargados de) realizar tareas apostólicas, varones o mujeres, célibes o casados, sin desligarse de su entorno y su trabajo humano, tras un tiempo de maduración y prueba, reasumiendo de forma no patriarcal la inspiración de Pastorales. En principio, sólo las comunidades pueden suscitar y animar ministros de evangelio (especialmente presbíteros y obispos). Es normal que esos ministros conozcan la Palabra, pero no tienen por qué ser especialistas en ella, pues los teólogos se dedicarán básicamente a la enseñanza, no al ministerio de organización eclesial. La forma actual de preparar ministros en abstracto y para todo (celebración y enseñanza, dirección comunitaria y servicios sociales...), elevándoles de nivel al ordenarles de presbíteros (e incluso de obispos), sin referencia a una comunidad concreta en la que puedan compartir la fe, me parece carente de sentido (o vale sólo para casos excepcionales, de posibles misioneros).

 Camino extra-oficial.

Hay comunidades que empiezan a reunirse por sí mismas, sin un presbítero oficial, suscitando desde abajo sus propios ministerios de celebración y plegaria, servicio social y amor mutuo etc, como al principio de la iglesia. Son comunidades que han comenzado a compartir la Palabra y celebrar el Perdón y la Cena de Señor sin contar con un ministro ordenado al estilo tradicional, pero sin haber roto por ello con la iglesia católica, sino todo lo contrario, sabiéndose iglesia. Estos "ministros" pueden recibir nombres distintos: a veces se les llaman colaboradores, otra son auxiliares o párrocos seglares, otras asistentes pastorales... Lo del nombre es lo de menos. Más importante es el hecho de que algunos están reconocidos y realizan funciones oficiales: todo lo del presbítero menos "consagrar" y "absolver" de manera solemne. En otros casos, tanto las comunidades como sus "ministros" actúan sin respaldo oficial, llegando incluso a consagrar y absolver los pecados, en celebraciones de la Cena o Perdón.

En caso de conflicto con la jerarquía pueden afirmar que actúan de un modo "privado": lo que presiden no es Eucaristía o Penitencia sacramental, sino celebración piadosa (no oficial) de la Cena y Perdón de Jesús. Pero esta parece una disputa de palabras. Las comunidades que actúan de esta forma carecen de visibilidad oficial (no tienen comunión ministerial externa), pero pueden estar en Comunión real con el conjunto de la iglesia. Ellas son, por ahora, pequeñas y frágiles, pero estoy convencido de que van a multiplicarse, eligiendo sus ministros (varones o mujeres), para un tiempo o para siempre, conforme a la palabra de Mc 9, 39 no se lo impidáis. Desde el momento en que el sistema sacral pierde fuerza, ellas pueden elevarse, creando una comunión o federación de iglesias, como al principio.

Teológicamente hablando, estas comunidades no integradas (por ahora) en el orden oficial de la Gran Iglesia no plantean dificultades. Así nacieron al principio las iglesias, así eligieron sus ministros, así se federaron formando unidades mayores. Por ahora, la Gran Iglesia no admite ese modelo, pero lo hará pronto, no sólo por la fuerza de los hechos sino, por la misma evolución de sus ministerios oficiales, que irán perdiendo sacralidad sacerdotal (carácter jerárquico) para convertirse en servicios comunitarios de carácter flexible, desde el interior de las mismas comunidades. De esa forma se irá acercando la iniciativa del pueblo cristiano y la tradición de las grandes iglesias, en un camino de re-forma cristiana que nadie puede asegurar o fijar de antemano.

El organigrama jerárquico de la iglesia actual es más propio de un sistema burocrático sacral y estamental que de una comunión de seguidores de Jesús. Sólo así se entiende el hecho de que ordene ministros en sí (presbíteros sin comunidad, obispos sin iglesia), como expresión de honor y cambio de estado (elevación estamental), con una fiesta que evoca las celebraciones paganas de concesión de títulos de nobleza. Muchos de esos ministros absolutos (sin comunidad o iglesia), mantienen un carácter difícil de precisar, de manera que parece preciso que volvamos a los primeros tiempos de la iglesia, que en el siglo V (Concilio de Calcedonia, año 451) prohibía la ordenación en sí, sin referencia a una iglesia. Un ministro cristiano que pierde o abandona su comunidad o tarea ministerial dentro de una comunidad o iglesia deja de ser ministro, sin necesidad de dispensa o "reducción al estado laical" (que es una terminología no cristiana).
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 29 Aug 2010 06:41 PM PDT


¿Quieren ver la Diferencia?


* La religión no es solo una, sino cientos.
* La espiritualidad es una.

* La religión es para los que quieren seguir los rituales y la formalidad.
* La espiritualidad es para los que quieren alcanzar la Ascensión Espiritual sin dogmas.

* La religión es para los dormidos.
* La espiritualidad es para los despiertos.

* La religión es para aquellos que necesitan que alguien mas les diga que hacer, quieren ser guiados.
* La espiritualidad es para los que prestan oídos a su voz interior.

* La religión tiene un conjunto de reglas dogmáticas e incuestionables que has de seguirse sin chistar.
* La espiritualidad te invita a razonarlo todo, cuestionarlo todo y decidir tus acciones asumiendo las consecuencias.

* La religión amenaza y amedrenta
* La espiritualidad te da paz interior.

* La religión habla de pecado y de culpa.
* La espiritualidad te dice ya pasó, no te remuerdas por lo que ya pasó, más bien levántate y aprende del error.

* La religión lo reprime todo, te vuelve falso.
* La espiritualidad lo trasciende todo, te hace verdadero.

* La religión se te inculca desde niño, como la sopa que no quieres tomar.
* La espiritualidad es el alimento que tú mismo buscas, que te satisface y es gustoso a los sentidos.

* La religión no es Dios.
* La espiritualidad es el TODO y por lo tanto es Dios.

* La religión inventa.
* La espiritualidad descubre.

* La religión no indaga ni cuestiona.
* La espiritualidad lo cuestiona todo.

* La religión es humana, es una organización con reglas.
* La espiritualidad es DIVINA, SIN reglas.

* La religión es causa de división.
* La espiritualidad es causa de unión.

* La religión te busca para que creas.
* La espiritualidad la tienes que buscar tu.

* La religión sigue los preceptos de un libro sagrado.
* La espiritualidad busca lo sagrado en todos los libros.

* La religión se alimenta del miedo.
* La espiritualidad se alimenta de la confianza.

* La religión te hace vivir en el pensamiento.
* La espiritualidad te hace vivir en la conciencia.

* La religión se ocupa del hacer
* La espiritualidad se ocupa del SER.

* La religión es lógica
* La espiritualidad es dialéctica

* La religión te alimenta el ego.
* La espiritualidad te hace trascenderlo.

* La religión te hace renunciar al mundo
* La espiritualidad te hace vivir en Dios, no renunciar a El.

* la religión es seguir formando parte de la psicología de las masas.
* La espiritualidad es individualidad.

* La religión sueña con la gloria y el paraíso
* La espiritualidad te hace vivirlo aquí y ahora.

* La religión vive en el pasado y en el futuro.
* La espiritualidad vive en el presente, en el aquí y ahora.

* La religión es un encierro en tu memoria
* La espiritualidad es LIBERTAD en CONSCIENCIA.

* La religión cree en la vida eterna.
* La espiritualidad te hace consciente de ella.

* La religión te da (promesas) para después de la muerte.
* La espiritualidad te da (la iluminación) es encontrar a Dios en tu interior en esta vida en el presente en el aquí y el ahora.

Publicado por ATRIO
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Posted: 29 Aug 2010 06:24 PM PDT

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Posted: 29 Aug 2010 06:17 PM PDT


Publicado por Vida Nueva


Religiosos de distintas confesiones definen en Bulgaria los desafíos del movimiento ecuménico

“El ecumenismo no ha sido siempre un asunto prioritario para la Iglesia”, según ha constatado la asamblea del Encuentro Internacional Interconfesional de Religiosos y Religiosas (EIIR), reunida recientemente en el Monasterio de San Juan de Rila (Bulgaria) en torno al tema La vida en Cristo: desafío y esperanza.
Por ello, los participantes, provenientes de diversas confesiones y países (Alemania, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Colombia, España, Estonia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Noruega yRumanía), rogaron para que “el espíritu inspire a los pastores para asumir más profundamente este movimiento esencial”, según manifestaron en el comunicado oficial emitido con motivo de la XXXIII edición de este Encuentro.
Al hilo del tema elegido para las jornadas, se pusieron sobre la mesa cinco desafíos importantes para la esperanza ecuménica. Según el P. Michel Van Parys, del Monasterio de Chevetogne (Bélgica), éstos pasarían por promover el desarrollo de los fieles, reencontrar el camino con las personas que necesitan una fe que consuela y una esperanza ardorosa, cuestionarse la hegemonía persistente del modelo occidental, reconciliar nuestras viejas heridas y no dejar que el ecumenismo se duerma en la diplomacia.
A otros desafíos, los de la vida religiosa, invitaba a enfrentarse el obispo Atenágoras de Sinope, del Patriarcado Ecuménico de Bélgica, en la conferencia de apertura del Encuentro: “Mirar de frente las dificultades, los desafíos que presenta la vida en Cristo… El corazón del hombre es el único lugar donde la verdadera libertad cobra su sentido, donde puede crecer el Amor verdadero por Él y por nuestros semejantes y donde la alabanza litúrgica a Dios puede elevarse”.
Además de las distintas ponencias, el Encuentro incluyó una mesa redonda en la que se analizó el informe de la última asamblea de la Conferencia de Iglesias Europeas, celebrada en Lyon, así como los retos que se plantean con motivo de los 100 años del movimiento ecuménico.
La cita tuvo lugar entre los días 13 y 19 de julio. El próximo Encuentro se celebrará en Pomeyrol (Francia), del 13 al 19 de julio de 2012.
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Posted: 29 Aug 2010 06:07 PM PDT


Publicado por Hesiquia


¿Será posible en el momento actual un regreso al desierto?
Me refiero no solo al desierto interior del que se habla bastante, sino también al alejamiento exterior.
¿Será posible hoy, recrear la experiencia de aquellos Padres, que confiados totalmente en la Providencia de Dios, vivían lejos de los poblados, llevando una vida de estudio de la Sagrada Escritura, de oración y contemplación?
¿Es posible en este período de la historia vivir solo con lo estrictamente necesario, prescindir prácticamente de todo lo que hoy se considera de valor y encontrar en esa soledad una experiencia similar a la de los Padres del desierto?
Yo no lo sé. La pregunta es muy interesante. Me parece que incluso el hecho de formularse la pregunta esta evidenciando un llamado interior hacia ese tipo de vida. ¿Cómo es que llega alguien a plantearse semejante pregunta? Esa también tiene su importancia.
Hay mucho que considerar.
Sin embargo la última parte de tu pregunta me parece lo mas importante. Porque ¿cuál sería el sentido de ese alejamiento exterior sino el favorecer la adquisición de esa experiencia espiritual? Y a la vez, ¿podrá alejarse quién no viva ya cierta experiencia profunda?
Es un tema complejo que involucra variados interrogantes. ¿Porqué vivimos agrupados de manera tumultuosa en las ciudades? Una sociedad como la actual, fundada en el consumo ilimitado de objetos para satisfacer fugazmente los sentidos… ¿conserva algún sentido?

Los Padres de los primeros tiempos del cristianismo fueron al desierto por varias razones. Uno de esos motivos era el de testimoniar su rechazo a la corrupción reinante y al relajamiento de las costumbres que se iba extendiendo. Trataron de mostrar con la propia vida que la vanidad imperante no era lo que podía satisfacerlos.
Estos monjes antiguos pretendían restablecer en ellos el estado edénico. Esa forma de vida en la cual la presencia de Dios constituía una experiencia cotidiana. Sabemos que la llamada deificación del hombre, la theosis o el descenso del Espíritu Santo en uno mismo, es algo de naturaleza espiritual.
Alejarse efectivamente del mundo actual, de su permanente agitación y de sus “seudo necesidades”, ¿favorece el acceso a aquél estado conocido como Dios en el corazón? Porque resulta cierto y claro que es necesario descubrir el reino que está dentro de nosotros, pero cuando se enfatiza en esto en desmedro del alejamiento exterior; ¿se está diciendo que este último no es necesario, que no ayudaría?
Porque podría suceder que este énfasis en lo interior mostrara también la incapacidad o el temor para alejarse del ruido exterior. Lo ideal sería me parece que lo que vaya pasando fuera sea reflejo de lo que se va construyendo adentro.
Porque si me alejo de lo innecesario y del ruido y las agitaciones varias, ¿no irá esto re-percutiendo en mis actividades y estilo de vida?

Mucha gente en su momento fue llevada por una moda o tendencia que preconizaba la “vuelta a lo natural”. Se fundaron entonces aldeas ecológicas y todo tipo de comunidades, que teóricamente facilitarían la vida del ser humano y lo alejarían del consumo.
Sin embargo la mayoría de esas experiencias han fracasado. Otras, pese a continuar desarrollándose en lo exterior y material, viven el fracaso y la desilusión en su interior. Es que volver a lo natural no es lo mismo que intentar restablecer el Edén en el ser humano.
De nada sirve ir al desierto sino se cambia la actitud básica con que se vive. De nada sirve si se llevan los mismos valores de una sociedad de la fatuidad. De nada sirvió comer vegetales sin aditivos químicos cuando las relaciones interpersonales siguieron basadas en el poder de unos sobre otros, en el egoísmo y la separación entre los corazones.
Me fui por este lado porque creo importante diferenciar lo que es un “ecologismo” que mucho tiene de impostación y esnobismo de lo que sería una imitación efectiva de la vida de los Padres del desierto. No hace tanto tiempo que vivió Serafín de Sarov o Charles de Foucauld; ellos con sus vidas parecen decirnos que es posible.
Se los venera por su pobreza -vivían con lo estrictamente necesario- por su oración continua -de cada acto hacían una oración- y ambos se alejaron del mundo exterior. Sin embargo vivieron muy unidos a la humanidad a través de lo que consideraban su ofrenda por todos.
Ni Serafín ni Charles de Foucauld estaban resentidos con los demás, ni odiaban al mundo; pero tenían muy claro que no compartían sus valores. Toda diferencia entre oriente y occidente queda disminuida cuando atendemos a sus santos y místicos. Es decir cuando nos limitamos al Evangelio, a leer con atención lo que enseñaba Jesucristo.

¿Pero usted cree posible la recreación de esta experiencia? ¿Usted cree de utilidad la recreación de esta experiencia?
Como sabes, existen algunos pocos ermitaños en todo el mundo, en diferentes países y regiones; también pequeñísimas comunidades de dos o tres que intentan vivir al modo del desierto. Hay anhelos similares en mucha gente.
Pero no me hablas de eso. Por lo que hemos charlado, te refieres a todo un “movimiento hacia el desierto” en cuanto a generar un testimonio vivo y presente de la posibilidad de vivir de esa manera; al modo de lo que ocurrió en Scetis, en Nitria o Kellia. A lo que hizo San Francisco muy en sus comienzos, por ejemplo. Yo no sé si será eso posible hoy.
Si sé dos cosas: Que sería necesaria una muy fuerte acción de la Gracia y de la voluntad humana complementándose y que sería de enorme utilidad para la gente en general, saber que hay otras opciones de vida que las que se ofrecen hoy a través de los medios.

“Diálogos fragmentarios”
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Posted: 29 Aug 2010 04:57 PM PDT


Publicado por Cipecar


Lunes, 30 de agosto
"Jesús se abrió paso entre ellos" (Lc 4,30)

Jesús, lleno del Espíritu, fue a su pueblo para anunciar a sus paisanos la gracia. Pero pasó de largo, porque sus miradas no quisieron encontrarse con la suya. Que el Espíritu abra tu corazón y te disponga para recibir los dones de Jesús. Deja que Jesús actúe en tu pobreza y te transmita la energía de su amor.

Tú Jesús, eres mi Dios, eres mi vida, eres mi amor. Quédate conmigo.

Martes, 31 de agosto
“¿Qué tiene su palabra?” (Lc 4,36)

¡Qué pregunta más bonita se hace la gente! ¿Qué fuerza lleva dentro la palabra de Jesús? ¡Con qué valentía se enfrenta al mal con su palabra! ¡Cuánta ternura y belleza esconden sus palabras! Aprende a estar con la palabra de Jesús en el corazón, hasta que te comunique todos sus ecos.

Tu palabra eres Tú, Jesús. Escucho tus palabras y respiro tus perfumes.¡Cómo me crea por dentro tu Palabra!

Miércoles, 1 de septiembre
“Los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban” (Lc 4,40)

Cuando crece la opinión de que Dios no puede hacer nada por nosotros, ¡qué reconfortante es escuchar estas palabras!Pon tus males y los males de los que te rodean ante Jesús. Jesús tiene poder para curar, para levantar a los caídos, para poner de nuevo en pie la esperanza.

En el horizonte de mi esperanza, Tú estás. En mis enfermedades y dolencias, Tú estás. En mi vida de cada día, Tú siempre estás. Yo te llamo con fe.

Jueves, 2 de septiembre
“Rema mar adentro” (Lc 5,4)

No es lo mismo vivir apasionadamente que sobrevivir. No es lo mismo saber que Dios existe que vivir apasionadamente la experiencia de su amor. No es lo mismo que Dios ocupe un lugar secundario en la vida a que ocupe el primer lugar del corazón. Quizás dediques más tiempo a la actividad que al encuentro contigo y con Dios. ¿Por qué no inviertes hoy las cosas?

Tu gloria es que yo viva, mi Dios. Tu proyecto, que no me quede en lo superficial. Envíame tu Espíritu para que me enseñe a vivir.

Viernes, 3 de septiembre
“A vino nuevo, odres nuevos” (Lc 5,38)

La fuerza de la costumbre hace rechazar el cambio y la novedad. Pero Dios es la eterna novedad. Jesús es la novedad en medio de nosotros. ¿Quién te guía en tu caminar? ¿La costumbre? ¿Que las cosas siempre se han hecho así? ¿O más bien la experiencia de novedad de Jesús que nace en tu corazón?

Tú haces nacer en mi corazón la fuente. Gracias, Señor, por tanta belleza y novedad, como me ofreces cada día.

Sábado, 4 de septiembre
“¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?” (Lc 6,2)

Siempre corremos el riesgo de que la referencia para la vida pase de ser Jesús a ser una ideología. Esta crea esclavitud, Jesús alienta la libertad. Si vas hoy a la eucaristía, que sea como respuesta de amor a la invitación de Jesús, y no como una obligación a una norma.

Gracias, Jesús. Tú rompes todo límite. Solo el amor va siendo luz para el camino.
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Posted: 29 Aug 2010 04:48 PM PDT


Recuerda la importancia de la humildad, durante el rezo del Ángelus


CASTEL GANDOLFO, domingo 29 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI quiso dedicar su habitual introducción al rezo del Ángelus, con los peregrinos reunidos en el patio interior del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, a la virtud de la humildad.
Reflexionando sobre el evangelio del día, sobre los invitados a bodas que buscaban los primeros puestos, el Papa afirmó a los presentes que es Jesús el que ha “buscado el último lugar” por cada persona.
Cuando Jesús aconsejaba buscar los últimos sitios, explicó el Pontífice, “no pretende dar una lección sobre etiqueta, ni sobre la jerarquía entre las distintas autoridades”, sino que “insiste más bien en un punto decisivo, que es el de la humildad”.
“Esta parábola, en un significado más profundo, hace pensar también en la posición del hombre en relación con Dios”, añadió el Papa. El “último lugar” representa “la condición de la humanidad degradada por el pecado”, por esto el propio Cristo “tomó el último lugar en el mundo – la cruz – y precisamente con esta humildad radical nos ha redimido y nos ayuda constantemente”.
Al final de la parábola, prosigue el Papa, “Jesús sugiere al jefe de los fariseos que invite a su mesa no a sus amigos o parientes o vecinos ricos, sino a las personas más pobres y marginadas, que no tienen modo de devolvérselo “.
“Una vez más, por tanto, vemos a Cristo como modelo de humildad y de gratuidad: de Él aprendemos la paciencia en las tentaciones, la mansedumbre en las ofensas, la obediencia a Dios en el dolor, a la espera de que Aquél que nos ha invitado nos diga: 'Amigo, sube más arriba'”.
En este sentido, quiso recordar el ejemplo de san Luis, rey de Francia, cuya memoria se celebró el pasado 25 de agosto.
Este rey, afirmó, “puso en práctica lo que está escrito en el Libro del Eclesiástico: 'Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor'”, concluyó.
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Posted: 29 Aug 2010 04:42 PM PDT


Una de las características de la cultura contemporánea es el cuidado del cuerpo. Bajo esta noble premisa cabalga una doble cultura, la de aquellos que piensan que se puede abusar del cascarón que le da cobertura a la existencia, y la de aquellos otros que sobredimensionan la importancia del cuerpo o de alguno de sus aspectos, convirtiéndose en esclavos de la figura, la moda, el sexo o el placer.

Francisco de Quevedo, con la fina ironía que lo caracterizó escribió: “has de tratar el cuerpo, no como quien vive con él, que es necedad, ni como quien vive por él, que es delito, sino como quien no puede vivir sin él”. Cuidarse para vivir es una necesidad. Hay una correlación entre salud y personalidad, y entre los aspectos psicológicos y sociales del comportamiento del individuo. Somos responsables de nuestra salud y nuestro actuar influye decisivamente a la hora de mantenerla o perderla. Sentirse bien con el propio cuerpo es un requisito ara un rendimiento óptimo.

La imagen corporal es la tarjeta de presentación de la conducta hacia nuestro propio cuerpo, hacia las demás personas y hacia el mundo en general. Nuestra imagen corporal es subjetiva pero recibe una fuerte influencia social, a través del entorno y sobre todo a través de los medios que dictan los estándares ideales del porte físico.

El contexto cultural impone una dictadura de la imagen. Se sacrifican muchas cosas para ser y aparentar lo que exigen los cánones sociales. A la vista están, por ejemplo, los estereotipos de los concursos de belleza. Es difícil descubrir el umbral de lo auténtico y de lo impuesto, de lo real y de lo fingido.

La frontera se desdibuja cuando vivimos para cuidarnos. La insatisfacción corporal y la excesiva preocupación por el cuerpo perjudican la salud física, anímica y espiritual. Cuidarse es necesario para vivir la vida con calidad y al máximo de sus potencialidades. Hace falta lucidez para recordar que las personas somos mucho más que la apariencia.

La condición corporal es para el cristianismo buena y digna de honra, porque es perfectible. La condición espiritual del cuerpo pone de manifiesto la superioridad del ser humano respecto de todo cuanto existe por su interioridad. Ella es la que nos permite amar de verdad y abrirnos a la trascendencia de Dios. Somos su imagen y semejanza.


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Posted: 29 Aug 2010 04:39 PM PDT




A lo largo de nuestra vida encontramos personas que nos “dan alas”, nos incitan a desplegar lo mejor de nosotros mismos y nos sentimos mejores en su presencia. Es como si ante sus ojos pudiéramos reestrenar nuestra vida y nos muestran horizontes propios que no podíamos ni imaginar. Es un inmenso regalo recibir esto y poder provocarlo en otros. También sabemos que puede ocurrir lo contrario. Nos acostumbramos a hacernos una imagen de los otros, los clasificamos: inteligentes o torpes, profundos o superficiales, simpáticos o aburridos…y los encasillamos bajo una apariencia que nos cuesta mucho modificar, se nos velan los ojos para la novedad con la rutina.

Algo de eso debió experimentar Jesús con la gente de su pueblo. Me gusta pensar que las preguntas que le hacen: “¿De dónde le viene a éste todo eso?... ¿No es hijo de José el carpintero? ¿No están sus hermanos aquí? (Mc 6, 1-6)”, ponen de manifiesto la sencillez y la veracidad del proceso de maduración de Jesús. Su camino humano, tan humano que cuesta creerlo. Uno de tantos, como la gente corriente entre la que vivía, sin señalarse por nada especial, creciendo poco a poco. Cuentan de Jesús que no pudo hacer nada en Nazaret, allí le “cortaron las alas”, era demasiado conocido para ellos, demasiado común, demasiado igual…Me emociona que la acción sanadora de Jesús no puede provocarla él mismo, sino que está a merced de la confianza de aquellos con los que entra en relación. Jesús tenía la gracia de conceder autoridad a cada persona, de devolverle su dignidad, de remitirla a sí misma, de ayudarla a conectar con su ser profundo. Nunca decía “yo hice esto por ti, o yo te dije”. Remitía a la persona a su ser más hondo: “tu confianza te ha sanado”…el Dios que hay en ti. Al cerrar el verano y comenzar un curso nuevo, tal vez nos haga bien disponernos, al modo de Jesús, como “dadores de alas” con aquellos con los que convivimos día a día y nos rozamos en la comunidad, volver a renovar la confianza después de algún desencuentro y continuar apostando por lo mejor que guarda cada persona…A veces es difícil “vivirlo dentro de casa” pero también es lo que más nos acerca a la buena noticia de Jesús.
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Posted: 29 Aug 2010 03:03 PM PDT




Se nos ha ido Raimon Panikkar de esta dimensión. Su luz no se ha apagado, ha cambiado de manifestación. Ha sido un hombre puente. Dejó el Opus. Luego vivió por libre, enlazó culturas, despertó por dentro. Nunca renunció a su raíz cristiana ni a su sacerdocio, aunque a su manera. Es de agradecer que el obispo de Vic haya oficiado su funeral. Indica una visión amplia y profunda. Muchos se han pronunciado ya sobre su vida y pensamiento. Creo que su máxima aportación es una purificación del concepto de Dios, gracias a su síntesis de Oriente y Occidente.

Su transición me cogió durante un viaje. Recordé las palabras de elogio que me dedicó a mi primera novela, Esto es mi cuerpo, la crisis y martirio de un sacerdote español, teólogo de la liberación, a quien le matan una joven catequista, de la que estaba enamorado. La gustaba mi tesis de que el amor es uno. Gracias, Raimon, y sigue desde el Uno como canal de luz.

Mejor que muchos elogios es reproducir esta plegaria que, en mi opinión, lo dice todo:

Mi oración

Es un grito
que a otro no se dirige
-puesto que un Otro no existe.

Es un gemido
que no lleva más allá
-del dolor su propio sentido.

Es una petición
que no pide
-que el universo la escuche.

Es un gozo
que no se cree
-alegría universal.

Es un canto
que no se canta
-para acabar en sí mismo.

Es un respiro
que del alma brota
-como si fuese un suspiro.
Es un llanto
que el cuerpo desgarra
y no se puede esconder.

Es un plegaria
que en mí nace
-por lo que no sé pedir.

Es un sobresalto
que mi corazón siente
-por no estar de nada ausente.

Es un beso
de mis labios
que no saben decir más.

Es un amor
que se atreve
-a no creerse que es.

***

Mi oración pide perdón
para poder empezar
pues sin purificación
no se atrevería a amar.

Pero sufre en no saber
a quién se lo pedirá.

Encuentra entonces un Don
al que llaman el Ungido
de Dios y del hombre a la par.

Hijo del hombre es su nombre;
está dentro y está fuera.
Con él se puede llorar,
pero también exultar.

***
Mi oración es la alegría
que no espera nada más,
porque descubre lo ausente
en el momento presente.

Mi oración es escuchar
la música de las esferas
y sus ruidos también.

Muda es mi oración
que no sabe decir lo que siente
y al mismo tiempo presiente
que en la oración no hay ausente.

¿A qué Dios, pues, se dirige
si Dios en todo ya está?

¿De qué demonio se escapa
si el huir ya es demoníaco?

¿A qué ángel se encomienda
si por mí el ángel ya vela?

Mi oración es el gozo
que no espera en nada más
porque todo más es menos
cuando no hay más que esperar.
Mi oración es de esperanza,
aquella que sí se alcanza
cuando no se espera más.

Mi oración es la alegría
de saberse sin igual
porque cada ser es único
y no hay modelo ideal.

No es un diálogo,
no somos dos:
no es un monólogo,
no somos uno.
La oración no es el silencio,
pues ella misma es Palabra.

Mi oración es oración
cuando no se sabe más;
cuando es el respirar
de la misma creación.

Mi oración no es sólo mía,
es la de la humanidad,
la de la creación entera
en su parto con dolor,
aunque sea por amor.

Se renueva la aurora cada día,
y el crepúsculo también.
Entre los dos hay la Vida,
que no se mide en el tiempo,
sino en la tempiternidad,
en constante novedad.

La oración se va hacia el Padre
que es la Fuente misteriosa;
es la oración que el Espíritu
en su constante fluir,
hace brotar en el Hijo,
que no cesa de nacer.

Mi oración es sin vocablos,
pero en palabras está.
He dicho Padre y no Madre,
Hijo y no Hija también
por seguir la tradición;
pero sólo voces son
todas sin separación.

He dicho también “oración”
por no romper la costumbre,
puesto que de la boca sale,
aunque del corazón procede.
Pero tampoco es así,
pues no sabe que decir.

Yo no soy un espectador
de este reflujo divino
cuyo nombre es Amor.
En él me siento perdido
y no me quiero encontrar
porque ya no busco nada,
que la vida Vida es.

¿No será, pues, la oración
sino el vivir muy despiertos,
al hábito de la Vida
que palpita por doquier?
y al vivirla transformarla
y así bella y buena es.
¿No es la oración inocencia
que sólo desea amar?

Aum-Amen-Alleluya

Raimon Panikkar
La nova inocència
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Posted: 29 Aug 2010 02:56 PM PDT


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 44-46


Jesús dijo a la multitud:
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.

Compartiendo la Palabra

Sólo quien posee la Sabiduría que procede de Dios podrá valorar adecuadamente el Evangelio y la Vida que Dios le ofrece.
Nadie vendrá a Cristo si no lo llama el Padre; nadie entenderá a Cristo si no es conducido por el Espíritu Santo. No basta descubrir, comprender a Cristo como el Camino, la Verdad y la Vida. A aquel Escriba que le dice a Jesús: Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y que no hay otro fuera de Él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios, Jesús le indica: No estás lejos del Reino de Dios.
Mientras no seamos capaces de renunciar a todo y centrar, realmente, nuestra vida en sólo Dios, estaremos, permaneceremos, cerca del Reino de Dios, pero no entraremos en Él.
El Señor nos pide que seamos capaces de dejarlo todo y pertenecerle únicamente a Él; porque, de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si al final pierde su vida.
En esta Eucaristía nosotros nos hacemos uno con el Señor en una nueva y definitiva alianza. Por Cristo nosotros somos hechos de la familia divina.
Comprender esta verdad y decidirnos a aceptar al Señor en nuestra vida, equivale a tomar la decisión de hacer nuestro el tesoro más grande que Dios pudiera ofrecernos. ¿Seremos capaces de no quedar apegados a lo pasajero, a nuestras propias miserias, con tal de ganar a Cristo para nosotros?
Recordemos que el Señor renunció incluso a su propia vida, con tal de ganarnos para Él. Ojalá y no vivamos huyendo de Él, sino centrando sólo en Él nuestra vida y nuestro amor.
Esta aceptación de la vida de Dios en nosotros nos compromete a convertirnos en una manifestación, en un signo, en un Sacramento vivo de su amor en medio de todos aquellos con quienes entramos en contacto en nuestra existencia.
Quien posee al Señor y su Espíritu debe dejarse guiar por Él.
De nada nos serviría entrar en comunión con Cristo por medio de la Eucaristía si después vivimos como si no conociéramos a Dios.
Roguémosle a nuestro Dios y Padre que nos conceda, por intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, la gracia de vivir, con una verdadera congruencia entre fe y vida, la Alianza que, en amor, hemos pactado para siempre con el Señor de nuestra vida y de nuestra historia. Amén.

Homiliacatolica.com
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domingo 29 de agosto de 2010


Lecturas y Liturgia de las Horas: 30 de Agosto de 2010


SANTA ROSA DE LIMA
Patrona de América Latina

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 10, 17--11, 2

Hermanos:
El que se gloría, que se gloríe en el Señor. Porque el que vale no es el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien Dios recomienda.
¡Ojalá quisieran tolerar un poco de locura de mi parte! De hecho, ya me toleran. Yo estoy celoso de ustedes con el celo de Dios, porque los he unido al único Esposo, Cristo, para presentarlos a Él como una virgen pura.


Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL 148, 1-2. 11-13a. 13c-14

R. ¡Los jóvenes y las vírgenes, alaben el nombre del Señor!

Alaben al Señor desde el cielo,
alábenlo en las alturas;
alábenlo, todos sus ángeles,
alábenlo, todos sus ejércitos. R.

Los reyes de la tierra y todas las naciones,
los príncipes y los gobernantes de la tierra;
los ancianos, los jóvenes y los niños,
alaben el Nombre del Señor. R.

Su majestad está sobre el cielo y la tierra,
y Él exalta la fuerza de su pueblo.
¡A Él, la alabanza de todos sus fieles,
y de Israel, el pueblo de sus amigos! R.




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 44-46

Jesús dijo a la multitud:
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.


Palabra del Señor.


LITURGIA DE LAS HORAS
TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA XXII


En la Argentina, México, Perú y países donde corresponda: SANTA ROSA DE LIMA, virgen. (FIESTA), haga click aquí.


En Aquellos lugares en que la Fiesta se celebró el 23 de agosto:
De la feria. Salterio II


30 de agosto


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo con cantos.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: ALFARERO DEL HOMBRE, MANO TRABAJADORA

Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto los primeros animales.

De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, vigor, origen, meta
de los profundos ríos de la vida.

El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.

No hay brisa si no alientas, monte si no estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia; vivir es este encuentro:
tú, por la luz; el hombre, por la muerte.

¡Que se acabe el pecado! ¡Mira que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

Salmo 41 - DESEO DEL SEÑOR Y ANSIAS DE CONTEMPLAR EL TEMPLO.

Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;

tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?

Las lágrimas son mi pan
noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?»

Recuerdo otros tiempos,
y mi alma desfallece de tristeza:
cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta.

¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»

Cuando mi alma se acongoja,
te recuerdo,
desde el Jordán y el Hermón
y el Monte Menor.

Una sima grita a otra sima
con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas
me han arrollado.

De día el Señor
me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza
del Dios de mi vida.

Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?

Se me rompen los huesos
por las burlas del adversario;
todo el día me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»

¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

Ant. 2. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.

Cántico: SUPLICA EN FAVOR DE LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN Sir. 36, 1-7. 13-16

Sálvanos, Dios del universo,
infunde tu terror a todas las naciones;
amenaza con tu mano al pueblo extranjero,
para que sienta tu poder.

Como les mostraste tu santidad al castigarnos,
muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:
para que sepan, como nosotros lo sabemos,
que no hay Dios fuera de ti.

Renueva los prodigios, repite los portentos,
exalta tu mano, robustece tu brazo.

Reúne a todas las tribus de Jacob
y dales su heredad como antiguamente.

Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre,
de Israel, a quien nombraste tu primogénito.
Ten compasión de tu ciudad santa,
de Jerusalén, lugar de tu reposo.

Llena a Sión de tu majestad
y al templo de tu gloria.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.

Ant. 3. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.

SALMO 18 A - ALABANZA AL DIOS CREADOR DEL UNIVERSO.

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo murmura.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.

Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
contento como un héroe, a recorrer su camino.

Asoma por un extremo del cielo,
y su órbita llega al otro extremo:
nada se libra de su calor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.

LECTURA BREVE Jr 15, 16

Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, ¡Señor, Dios de los ejércitos!

RESPONSORIO BREVE

V. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.

V. Cantadle un cántico nuevo.
R. Que merece la alabanza de los buenos.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.

PRECES

Demos gracias a nuestro salvador que ha hecho de nosotros un pueblo de reyes y sacerdotes, y digámosle:

Consérvanos, Señor, en tu servicio.

Señor Jesús, sacerdote eterno, que has querido que tu pueblo participara de tu sacerdocio:
haz que ofrezcamos siempre sacrificios espirituales,
agradables al Padre.

Danos, Señor, la abundancia de los frutos del Espíritu Santo:
comprensión, bondad, amabilidad.

Que la luz de la fe ilumine este nuevo día
y que durante el mismo caminemos por las sendas del amor.

Haz que busquemos siempre el bien de nuestros hermanos
y les ayudemos a progresar en su salvación.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Con el gozo que nos da el sabernos hijos de Dios, digamos confiadamente:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Señor, Dios todopoderoso, que nos has hecho llegar al comienzo de este día: danos tu ayuda para que no caigamos hoy en pecado, sino que nuestras palabras, pensamientos y acciones sigan el camino de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.



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VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: PRESENTEMOS A DIOS NUESTRAS TAREAS.

Presentemos a Dios nuestras tareas,
levantemos orantes nuestras manos,
porque hemos realizado nuestras vidas
por el trabajo.

Cuando la tarde pide ya descanso
y Dios está más cerca de nosotros,
es hora de encontrarnos en sus manos,
llenos de gozo.

En vano trabajamos la jornada,
hemos corrido en vano hora tras hora,
si la esperanza no enciende sus rayos
en nuestra sombra.

Hemos topado a Dios en el bullicio,
Dios se cansó conmigo en el trabajo;
es hora de buscar a Dios adentro,
enamorado.

La tarde es un trisagio de alabanza,
la tarde tiene fuego del Espíritu:
adoremos al Padre en nuestras obras,
adoremos al Hijo. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la gracia.

Salmo 44 I - LAS NUPCIAS DEL REY.

Me brota del corazón un poema bello,
recito mis versos a un rey;
mi lengua es ágil pluma de escribano.

Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia,
el Señor te bendice eternamente.

Cíñete al flanco la espada, valiente:
es tu gala y tu orgullo;
cabalga victorioso por la verdad y la justicia,
tu diestra te enseñe a realizar proezas.
Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden,
se acobardan los enemigos del rey.

Tu trono, ¡oh dios!, permanece para siempre;
cetro de rectitud es tu cetro real;
has amado la justicia y odiado la impiedad:
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido
con aceite de júbilo entre todos tus compañeros.

A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina
enjoyada con oro de Ofir.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la gracia.

Ant. 2. Llega el esposo, salid a recibirlo.

Salmo 44 II

Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna:
prendado está el rey de tu belleza,
póstrate ante él, que él es tu señor.
La ciudad de Tiro viene con regalos,
los pueblos más ricos buscan tu favor.

Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras:
las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.

«A cambio de tus padres tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra.»

Quiero hacer memorable tu nombre
por generaciones y generaciones,
y los pueblos te alabarán
por los siglos de los siglos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Llega el esposo, salid a recibirlo.

Ant. 3. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.

Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.

LECTURA BREVE 1Ts 2, 13

Nosotros continuamente damos gracias a Dios; porque habiendo recibido la palabra de Dios predicada por nosotros, la acogisteis, no como palabra humana, sino - como es en realidad- como palabra de Dios, que ejerce su acción en vosotros, los creyentes.

RESPONSORIO BREVE

V. Suba, Señor, a ti mi oración.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.

V. Como incienso en tu presencia.
R. A ti mi oración.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.

PRECES

Alabemos a Cristo, que ama a la Iglesia y le da alimento y calor, y roguémosle confiados diciendo:

Atiende, Señor, los deseos de tu pueblo.

Haz, Señor, que todos los hombres se salven
y lleguen al conocimiento de la verdad.

Guarda con tu protección al papa Benedicto XVI y a nuestro obispo N.,
ayúdalos con el poder de tu brazo.

Ten compasión de los que no encuentran trabajo
y haz que consigan un empleo digno y estable.

Señor, sé refugio de los oprimidos
y protégelos en todas sus necesidades.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Te pedimos por el eterno descanso de los que durante su vida ejercieron el ministerio para el bien de tu iglesia:
que también te celebren eternamente en tu reino.

Fieles a la recomendación del Salvador nos atrevemos a decir:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, que has querido asistirnos en el trabajo que nosotros, tus siervos inútiles, hemos realizado hoy, te pedimos que, al llegar al término de este día, acojas benignamente nuestro sacrificio vespertino de acción de gracias y recibas con bondad la alabanza que te dirigimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: CRISTO, SEÑOR DE LA NOCHE

Cristo, Señor de la noche,
que disipas las tinieblas:
mientras los cuerpos reposan,
se tú nuestro centinela.

Después de tanta fatiga,
después de tanta dureza,
acógenos en tus brazos
y danos noche serena.

Si nuestros ojos se duermen,
que el alma esté siempre en vela;
en paz cierra nuestros párpados
para que cesen las penas.

Y que al despuntar el alba,
otra vez con fuerzas nuevas,
te demos gracias, oh Cristo,
por la vida que comienza. Amén.

SALMODIA

Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.

Salmo 85 - ORACIÓN DE UN POBRE ANTE LAS DIFICULTADES.

Inclina tu oído, Señor; escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.

Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;

porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.

En el día del peligro te llamo,
y tú me escuchas.
No tienes igual entre los dioses, Señor,
ni hay obras como las tuyas.

Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.»

Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.

Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu grande piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.

Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,
una banda de insolentes atenta contra mi vida,
sin tenerte en cuenta a ti.

Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí.

Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
dame una señal propicia,
que la vean mis adversarios y se avergüencen,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.

LECTURA BREVE 1Ts 5, 9-10

Dios nos ha puesto para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo, vivamos junto con él.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Concede, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el descanso necesario, y haz que la simiente del reino que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy crezca y germine para la cosecha de la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Salve, Reina de los cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.

Alégrate, virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

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