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martes, 3 de agosto de 2010

CAMINO MISIONERO. 3/09/2010

  • El nuevo trascendente
  • Gracia y libertad
  • Otro modo de ser Iglesia
  • El éxito de nuestra imagen o apariencia
  • Evangelio Misionero del Dia: 03 de Agosto de 2010 - SEMANA XVIII DURANTE EL AÑO - Ciclo C
  • Lecturas y Liturgia de las Horas: 03 de Agosto de 2010
Posted: 02 Aug 2010 08:24 PM PDT
Por Frei Betto
Publicado por Adital

La historia de la humanidad es una historia de sujeciones. En el período premoderno, sujeción a los dioses del politeísmo, al Dios del monoteísmo, al Rey de la monarquía y al Pueblo (sujeto abstracto) de la República. Siempre había una figura del Otro al que todos debían reportarse.
Ese Gran Otro prescribía lo cierto y lo erróneo, el bien y el mal, la gracia y el pecado, la ley y el delito. El mundo se configuraba de acuerdo con los preceptos del Gran Otro. Las alternativas eran sencillas: sujetarse bajo promesa de recompensa o rebelarse bajo amenaza de castigo.

En la modernidad, el Otro se multiplicó, adquirió varias caras, se descentralizó en diversidad de ideologías, sistemas de gobierno y creencias religiosas. Tanto la antigüedad como la modernidad nos remitían a la trascendencia, por más que basada en la razón. Si no era Dios, era el Partido, el líder supremo, las ideas incuestionables. Algo o alguien nos precedía y determinaba nuestro comportamiento, inculcándonos gratificación o culpabilidad.

La posmodernidad, a cuya puerta de entrada nos encontramos, promete hacer de nosotros sujetos libres de toda sujeción. Sería la vuelta al protagonismo exacerbado, en que cada individuo es la medida de todas las cosas. Ya no se vive en tiempos de cosmogonías y cosmologías, teogonías e ideologías. Ahora todos los tiempos convergen simultáneamente en el espacio reducido del aquí y ahora. Gracias a las nuevas tecnologías de comunicación, tiempo y espacio adquieren dimensión holográfica: caben en cada pequeño detalle del aquí y ahora.
¿Será que de hecho la posmodernidad nos emancipa del trascendente y de la trascendencia? ¿Nos introduce en el "desencanto del mundo" apuntado por Max Weber?

La respuesta es no.

Hay un nuevo Gran Otro que nos es impuesto como paradigma incuestionable: el Mercado. Las seductoras imágenes de este dios implacable son diseminadas por su principal oráculo: la publicidad. A semejanza de su homólogo de Delfos, nos advierte: "Di lo que consumes y te diré quién eres".

El gran teólogo de ese nuevo dios fue Adam Smith. Inspirado en la física de Newton, en "La riqueza de las naciones" y "La teoría de los sentimientos morales", Smith aplicó a la economía la metáfora religiosa del Gran Relojero que preside el Universo. El reloj funciona gracias a la precisión mecánica fabricada por alguien fuera de él e invisible para quien lo lleva: el relojero. Así, en opinión de Newton, sería el Universo. En la de Smith, la vida social regida por intereses económicos. La diferencia está en que el Dios Relojero de Newton es llamado Mano Invisible por Smith. Según éste, el egoísmo de cada uno, guiado por la Mano Invisible, promovería el bien de todos...

Es exactamente lo que afirma Milton Friedman, líder de la Escuela de Chicago: "Los precios que resultan de las transacciones voluntarias entre compradores y vendedores son capaces de coordinar la actividad de millones de personas, siendo que cada una sólo conoce su propio interés".

Ése es el fundamento del pensamiento liberal y del sistema capitalista. Es el principio del laisser faire, dejar (a dios) hacer. Lo que, traducido en términos políticos, significa desreglamentar, no sólo las esferas económicas y políticas, sino también la moral. ¡Abajo la ética de principios y viva la ética de resultados! En ese protagonismo posmoderno, cada ego es la medida de todas las cosas. Lo que imprime al sujeto (en el sentido latino de sujeción, sumisión) la impresión de autonomía y libertad.

El resultado del nuevo paradigma centrado en el dios Mercado todos lo conocemos: degradación ambiental; guerras; gastos exorbitantes en armas, sistemas de defensa y seguridad; narcotráfico y dependencia química; debilitamiento de los vínculos familiares; depresión, frustración e infelicidad.

Todavía es tiempo de profesar el más radical ateísmo frente al dios Mercado e, iconoclastas, aferrarnos a la ética para introducir, como paradigma, la generosidad, el compartimiento de los bienes de la Tierra y de los frutos del trabajo, la felicidad centrada en las condiciones dignas de vida y en la profundización espiritual de la subjetividad.

Pero eso sólo será posible si no quedamos restringidos a la esfera de la autoayuda, de las terapias tranquilizadoras del alma para soportar el estrés de la competitividad, y nos movilizamos comunitariamente para organizar la esperanza en un nuevo proyecto político fundado en la globalización de la solidaridad.

He ahí el desafío ético que, como señaló José Martí, será capaz de articular emancipación política y emancipación espiritual.
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 02 Aug 2010 08:08 PM PDT

Mirar desde la Cruz

…aquí mismo, ahora…vemos a las nubes moverse.
Decimos que se mueven porque consideramos como fijo nuestro punto de vista; es decir, la Tierra y a nosotros en ella. Esto tiene el asidero de la percepción porque a los sentidos se nos presenta quieto esto y móvil aquello.
Sin embargo, debido a extensiones de los sentidos, a diversos aparatos, hemos comprobado que tanto las nubes como la Tierra se mueven, aunque a velocidad diferente.
En otra escala, nos pasa lo mismo considerando la Luna y la Tierra o entre nuestro planeta y las estrellas. ¿A qué voy?
A que existe una diferencia entre lo que es y lo que percibimos…o también, entre una percepción y otra según la amplitud de nuestro foco de observación.
De cerca vemos a la hormiga transportar la carga hacia el hormiguero, pero de lejos, negaríamos la existencia de la hormiga y aún del hormiguero. Sólo veríamos el follaje del árbol que cubre todo aquello.
Esta relatividad es la constante cuando nos atenemos a lo percibido por los sentidos corporales. Según los órganos de percepción, todo depende.
Todo es relativo al punto de observación, a la escala de que se trate, al sentido que estemos atendiendo, al interés de quién mira, al contexto, etc.
Bueno…cuando nos proponemos entender el tema de la gracia y del libre albedrío desde la mente; es decir, cuando desde el intelecto abordamos este problema, tendemos a confundirnos, a enredarnos, nos cuesta resolverlo.
Porque si lo vemos desde una perspectiva, todo depende de la gracia y desde otra nada se hace sin la voluntad humana. Y en este oscilar encontramos todas las gradaciones posibles.
Así se han suscitado largas discusiones en la historia de la Iglesia e incluso en la historia de la filosofía, según el grado de determinismo o de libertad que se observaba en la vida humana.
¿Y la verdad? La verdad en sí, es inaccesible al hombre en tanto permanezcamos cubiertos por la envoltura carnal. A ello se aludió en la Escritura, cuando se dijo por ejemplo, que no podía verse el rostro de Dios y continuar con vida.
Todo conocimiento nos resulta velado por nuestra forma percepto representativa de organizar las experiencias.
Pese a ello, Jesucristo y su enseñanza descorre el velo sobre aspectos esenciales de la verdad, aprehensible íntimamente, mas que por la exégesis, por el corazón puro que busca a Dios.
Ustedes saben que yo no estoy encargado de enseñarles el magisterio de la Iglesia o de abordar las precisiones que notables eminencias han hecho históricamente, distinguiendo naturaleza, gracia y voluntad.
Me toca solo participarles con que actitud abordamos aquí las dificultades de comprensión. Buscando la luz que arroja el corazón sobre estos temas.
En el calor de la ermita, al amparo de la oración tranquila y amorosa, hemos aceptado nuestra ignorancia sin dolor. Nos ha parecido cada manifestación de la existencia una evidencia de la gracia y la voluntad un pequeño movimiento de apertura cordial al misterio insondable.

A la gracia la vemos por todas partes. En cambio con la voluntad personal se nos ha dificultado. Es que vemos la acción de Su misericordia en cada etapa de la historia de nuestra vida.
Por supuesto no negamos la posibilidad de la libertad del hombre, el papel que juega su voluntad. Solo que se nos ha hecho difícil detectarla mediante reflexión.
En cambio, en la experiencia personal de la oración de Jesús, hemos venido a descubrir un hálito breve y fragmentario, un pequeño gesto de adoración, precisamente en el espacio mínimo y silencioso entre cada exclamación.
Entre una y otra jaculatoria existe una leve suspensión del ánimo y en este pequeño reducto alienta un acto de asombrada adoración por la existencia misma.
Curiosamente, encontramos en ello restos de lo que podríamos llamar humana libertad.


Publicado poro Hesiquia
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Posted: 02 Aug 2010 07:12 PM PDT


Quien haya leído mi último artículo –Dónde está la verdadera crisis de la Iglesia – puede haber quedado desesperanzado. Analizaba ahí la estructura de poder de la Iglesia, centralizada, piramidal, absolutista y monárquica. Este tipo de poder no favorece el ideal evangélico de igualdad, de fraternidad ni la participación de los fieles. Mas bien cierra las puertas a la participación y al amor.

Es que tal tipo de poder, por su naturaleza, necesita ser fuerte y frío. Este modelo de Iglesia-poder se presenta como la Iglesia sin más, peor todavía, como querida por Cristo, cuando, como he mostrado, surgió históricamente y es solamente su instancia de animación y dirección, siendo menos del 0,1% de todos los fieles. Por lo tanto, no es toda la Iglesia sino solamente una mínima parte de ella.

Pero la Iglesia-comunidad como fenómeno religioso y movimiento de Jesús es mucho más que la institución. Aquella encuentra otras formas de organización mucho más próximas al sueño de su Fundador y de sus primeros seguidores. Sabiamente, los obispos brasileros en su reunión anual, celebrada en Brasilia del 4 al13 de enero del presente año, confesaron: «sólo una Iglesia con diferentes modos de vivir la misma fe será capaz de dialogar significativamente con la sociedad contemporánea». Con esto destruyeron la pretensión de una única manera de ser: la de la Tradición del poder. Sin negarla, hay muchas otras maneras: la de la Iglesia de la liberación, la de los carismáticos, la de los religiosos y religiosas, la de la acción católica, hasta la del Opus Dei, la de Comunión y Liberación y la de la Nueva Canción, para nombrar sólo las más conocidas.

Pero hay una forma toda especial y muy promisoria, nacida en los años 50 del siglo pasado en Brasil y que ha adquirido relevancia mundial, pues ha sido asimilada en muchos países: las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). Los obispos les dedicaron un animador«Mensaje al Pueblo de Dios sobre las CEBs». Curiosamente, ellas surgieron en el momento en que brotó en Brasil una nueva conciencia histórica. En la sociedad: el sujeto popular ansiando más participación política, y en la Iglesia: el sujeto eclesial, ansiando también más participación y corresponsabilidad eclesial. Las CEBs son otro modo de ser Iglesia, cuyo sujeto principal, aunque no exclusivo, son los pobres. Su estilo es comunitario, participativo e insertado en la cultura local. Los servicios son rotativos y la elección, democrática. Articulan continuamente fe y vida, son activas en el campo religioso, creando nuevos servicios y ritos, y activas en el campo social o político, en los sindicatos, en los movimientos sociales como en el MST (Movimiento de los Trabajadores sin Tierra) o en los partidos populares.

No sabemos exactamente cuántas son, pero se calcula unas cien mil comunidades de base en Brasil, involucrando a varios millones de cristianos. Los obispos constatan su alto valor innovador y anti-sistémico. El mercado eliminó las relaciones de cooperación y solidaridad mientras que en las CEBs se viven relaciones fundadas en la gratuidad, en la lógica del ofrecer-recibir-retribuir. Ellas han asumido la causa ecológica, por eso, se entienden también como CEBs = comunidades ecológicas de base. Han desarrollado una fuerte espiritualidad del cuidado de la vida y de la Madre Tierra. El resultado de todo ello ha sido más respeto, veneración y cooperación con todo lo que existe y vive.

Las CEBs muestran cómo la memoria sagrada de Jesús puede recibir otra configuración social, centrada en la comunión, en el amor fraterno y en la alegría de testimoniar la victoria de la vida contra las opresiones. Ese es el significado existencial de la resurrección de Jesús como insurrección contra el tipo de mundo vigente.

Humildemente los obispos declaran que ellas ayudan a la Iglesia a estar más comprometida con la vida y con el sufrimiento de los pobres. Más aún, interpelan a toda la Iglesia llamándola a la conversión, al compromiso para la transformación del mundo en un mundo de hermanos y hermanas.

Este modo de ser Iglesia puede servir de modelo para la inserción en la cultura contemporánea, urbana y globalizada. Si fuese asumido como inspiración para el proyecto del Papa Benedicto XVI de «reconquistar» Europa, seguramente tendría algún éxito. Podrían verse comunidades de cristianos, intelectuales, obreros, mujeres, jóvenes, viviendo su fe en articulación con los desafíos de sus situaciones existenciales. No pretenderían tener el monopolio de la verdad y del camino cierto, pero se asociarían a todos los que buscan seriamente un nuevo lenguaje religioso y un nuevo horizonte de esperanza para la humanidad.

Leonardo Boff es autor de Eclesiogénesis: la reinvención de la Iglesia, Record, 2008, Sal Terrae.
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Posted: 02 Aug 2010 04:56 PM PDT

Por Ron Rolheiser, omi
Publicado por Ciudad Redonda

¡Atención a tu imagen, ya que la imagen lo es todo! Esas o parecidas palabras eran el reclamo de un famoso anuncio comercial, hace unos años. Recuerdo que me quedé negativamente sorprendido por su mensaje, tan superficial y grosero; pero poca gente reaccionó en contra, quizás porque el reclamo encajaba tan perfectamente con nuestro tiempo.

Somos un pueblo obsesionado con la apariencia, con la imagen,con lucir bien, con ser bien parecido. Para nosotros hoy, por lo general, es más importante parecer bueno que efectivamente serlo, parecer sano que estar sano, decir cosas correctas y apropiadas que hacerlas y practicarlas, estar conectado con personas íntegras que ser personas íntegras, ser considerado como quien tiene carácter que efectivamente tener gran carácter.

Esto se evidencia en nuestra obsesión por la apariencia física, en la “hagiografía” (¿“chismografía”?) que otorgamos a nuestros personajes famosos, en la importancia que damos al estilo y a la moda, y en nuestros esfuerzos para que los demás nos perciban como conectados a causas rectas y nobles. ¡Realmente, la imagen lo es todo!

Vemos esto,por ejemplo, en la política: En la vida pública hoy la imagen gana a la sustancia y solidez. Invariablemente nos preocupamos menos de los contenidos y proyectos políticos de alguien que de su apariencia, y elegimos para cargos públicos a gente fijándonos más en el personaje que en su inteligencia, en su personalidad y en su gran carácter. En la política hoy es más importante tener la imagen correcta, poder mostrarse a sí mismo con el atractivo apropiado, que gozar de profunda riqueza humana y de gran carácter.

El mundo académico hace lo mismo: Por ejemplo, hay cada vez más universidades que dantítulos “honoris causa” a personajes famosos y a propugnadores de la justicia. No hay nada malo en ello, especialmente al reconocer y honrar a hombres y mujeres que han entregado su vida por la justicia; lo único, que dudo de que las universidades que otorgan esos títulos se preocupen mucho, en realidad, de los pobres, y que apoyen intelectualmente lo que las industrias del espectáculo y de los deportes (de donde proceden la mayoría de personajes famosos) están haciendo. Pero el rostro de un personaje célebre, un Nelson Mandela, una Angelina Jolie, una Meryl Streep, un Michael Jordan o un Rafael Nadal da realmente buen aspecto a la imagen pública de la universidad que otorga el título: ¡Miren, fíjense qué buenos, activos y hermosos somos!

Por desgracia, muchas de esas mismas universidades no son precisamente modelos de bondad y de justicia, cuando tratan a sus propios estudiantes y empleados, pero son muy cuidadosas de cómo se les percibe desde fuera. Dándole un grado de doctor a alguien que ha entregado su vida en la lucha por la justicia no revierte mucho en favor de los pobres, pero ciertamente hace algo positivo (de imagen) a favor de la institución que da el título honorífico para honrarle

Pero antes de juzgar con demasiada dureza, habríamos de admitir que lo que ocurre en el ámbito público está ocurriendo también en nuestra vida privada. Cada vez más, en nuestra vida, la apariencia y la imagen son algo de lo que más preocupados estamos. Para muchos de nosotros, el cómo lucimos y aparentamos es lo primero, es el todo y lo único. No tiene tanta importancia el ser buenos, como el parecer buenos. No deja de ser irónico que nos enojemos y nos indignemos tanto sobre la cantidad de dinero que gastan los gobiernos en sus presupuestos de defensa, mientras nosotros vivimos en una cierta feliz ignorancia sobre lo que cada uno de nosotros, personalmente, gasta en los presupuestos personales de “defensa personal”,en cosméticos y en la moda.

Es triste, pero estamos pagando un precio muy alto por eso. Nuestra preocupación por lucir y parecer bien nos está destrozando. Cada vez estamos más insatisfechos con nuestro cuerpo, incluso cuando goza de buena salud y nos sirve bien.

Una sana imagen de sí mismo hoy depende más del buen parecer que del estar realmente sano. La frecuencia de la anorexia, entre otras cosas, es un síntoma de esto, y con demasiada frecuencia nuestra dieta y ejercicio físico tienen que ver menos con la salud que con la apariencia o la imagen.

Concedámoslo, no todo esto es malo.Estar preocupado por la apariencia física es sano,como son sanos (la mayoría de las veces, al menos) la dieta y el ejercicio físico. Se supone que tenemos que tener buen aspecto, y de hecho nos sentimos mejor cuando podemos mostrarlo. Es sano sentirte bien con respecto a nuestro cuerpo y a nuestra salud. Una sana preocupación por nuestro aspecto e imagen no habría de menospreciarse en nombre de la profundidad o de la santidad. Efectivamente, una de las señales de depresión clínica es la falta de cuidado de la apariencia externa. Lo mismo diremos con respecto a cómo nos perciben desde fuera. Una buena reputación es algo que hay que guardar y defender. Es importante el buen aspecto. Pero la apariencia y la reputación nunca habrían de reemplazar al carácter, la profundidad y la integridad, igual que el reclamar una rica personalidad y un gran carácter nunca es una excusa para una apariencia desgarbada y desaliñada. Sin embargo, me parece que hoy hemos perdido el equilibrio justo y estamos un poco en peligro. Peligro, ¿de qué?

Cuando la imagen exterior lo es todo, gradualmente, sin darnos cuenta, el aspecto exterior comienza a tomar visos de carácter, la celebridad comienza a parecer como nobleza de alma y parecer bueno llega a ser más importante que ser bueno.
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Posted: 02 Aug 2010 04:26 PM PDT

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 14, 22-36

Después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.
La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. «Es un fantasma», dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.
Pero Jesús les dijo: «Tranquilícense, soy Yo; no teman».
Entonces Pedro le respondió: «Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua».
«Ven», le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: «Señor, sálvame». En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»
En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él, diciendo: «Verdaderamente, Tú eres el Hijo de Dios».
Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret. Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos, rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron sanados.

Compartiendo la Palabra
Por CELAM - CEBIPAL

Caminando en medio del mar:
¿Qué tan profunda es mi fe?
“Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?”

El relato de la multiplicación de los panes que leímos ayer es el preludio de un nuevo cuadro que el evangelista nos propone en su galería de experiencias de fe. ¿Será que después de un gesto tan claro como el de la multiplicación de los panes, los discípulos ya están en condiciones de expresar su fe en Jesús como Mesías?

Recordemos: el primer cuadro había sido la “falta de fe” de sus propios coterráneos de Nazareth (ver 13,53-58); el segundo aparece en labios del rey Herodes Antipas quien reacciona ante la fama de Jesús (14,1-2). Ahora le va a tocar el turno a los mismos discípulos de Jesús: ellos, quienes han sido testigos de la obra mesiánica que Jesús realizó como pastor de su pueblo, también ellos tienen que tomar una posición frente al Maestro.

Jesús manda a sus discípulos a través del lago de Galilea para que vayan delante hasta la otra orilla. Sube a orar a la montaña, mientras que los discípulos en medio del lago enfrentan una tempestad durante toda la noche. Ya cerca del amanecer, Jesús se aproxima de ellos caminando sobre el mar. Los discípulos se perturban. Entonces Jesús revela su identidad, frente lo cual Pedro desafiando el poder del nombre de Jesús pide poder caminar sobre el agua. Pero anduvo pocos pasos cuando comenzó a hundirse. Grita y es salvado por Jesús. Es reprendido y, luego, todos en la orilla se postran ante para adorarlo como el “Hijo de Dios”, es decir, como uno que vive en una relación de carácter privilegiada con Dios.

Detengámonos en algunas particularidades del pasaje:

1. El marco de todo el texto es la oración. Veamos:

(a) Al comienzo Jesús ora en la montaña y desde su oración acompaña pacientemente la travesía que están haciendo sus discípulos en el lago (14,23); Jesús está con nosotros en nuestras “travesías” de la vida, él nos sostiene siempre (con su oración desde la montaña) particularmente cuando en la vida enfrentamos adversidades.
(b) Las dos intervenciones de Pedro, en la que grita “¡Señor!” (14,28.30), tienen fuerza oracional.
(c) La reacción final de la comunidad, apoyada en un gesto de postración ante Jesús (=adoración) y expresada en una claro reconocimiento de la filiación divina de Jesús, es el culmen de todo este camino oracional que sirve de eje al texto y de paradigma a nuestro camino de oración. La fe se expresa en la oración.

2. El relato apunta a una confesión de fe: los discípulos terminan postrados adorando al Hijo de Dios. Esta reacción es la primera confesión de fe comunitaria (14,33) y responde a lo que se esperaba que sucediera después de la multiplicación de los panes, como si fuera su “amén”.

3. El itinerario de Pedro es un modelo de dicho camino de la fe. En el centro del relato está el episodio del diálogo Pedro y Jesús. En el texto se capta el siguiente proceso:
(a) Comienza con un juego de palabras: Jesús dice “Soy Yo”, Pedro dice “si Eres Tú” (14,27-28).
(b) El “Soy Yo” en boca de Jesús es un eco de la revelación de Yahvé a Moisés (ver Ex 3,14-15), el mismo Dios que abrió camino en lugares imposibles (el desierto); Pedro desafía a Jesús para que compruebe que es lo que dice ser.
(c) Jesús atiende la petición de Pedro y hace que Pedro vaya donde Jesús caminando sobre las aguas (14,29).
(d) Cuando Pedro siente miedo comienza a hundirse y grita “¡Señor, sálvame!”; Jesús por su parte le tiende la mano al mismo tiempo que le dice le declara su poca fe.
(e) Una vez en la barca junto con todos se postra y confiesa la fe (14,33).

En medio del peligro y con un gran sentimiento de impotencia Pedro clama al Señor con una de las oraciones más breves y más bellas del Evangelio: “¡Señor, sálvame!”.

La fe desnuda de Pedro deja asomar su realidad interior: cree y ama a su Jesús, pero de repente duda de él. Jesús le reconoce su fe pero la califica de “poca”. El Maestro parece querer pedirle que haga suya la oración de confianza del orante del Salmo 62,2-3: “En Dios sólo el descanso de mi alma, de él viene mi salvación; sólo él mi roca, mi salvación, mi ciudadela, no he de vacilar”.

Retengamos el momento cumbre en que Jesús se hace salvador y pastor misericordioso de Pedro: le tiende la mano y lo agarra (con fuerza para sacarlo; 14,31). El gesto es al mismo tiempo un signo de la vida y la salvación que Jesús le ofrece al discípulo. También está indicando que la fe no se alcanza si no es con la ayuda del Señor (ver 16,17).

Estamos hoy ante una bella catequesis sobre la confianza en el Señor en medio de las dificultades y las pruebas: Pedro ha pedido un imposible, pero ahora él y todos, hemos de saber que aún eso, lo imposible, se puede lograr si confiamos en la Palabra del Señor. Por otra parte hoy, una vez más, proclamamos con fuerza el valor de la vida. Tomando a Pedro de la mano y sacándolo del caos de las aguas Jesús con su solo gesto nos repite: “¡Cuánto vale un hombre!” (Mt 12,12).




Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón:

1. ¿Cuál es el camino por el que un discípulo llega a la adoración de su Señor? ¿Qué relación tiene con un camino de fe?

2. ¿Qué relación descubro entre el itinerario de fe de Pedro y mi propio itinerario?

3. ¿Qué me dice la imagen de un Jesús que está con el brazo extendido y agarrando a su discípulo? ¿Cómo la veo hoy en mi vida, en mi comunidad, en mi pueblo?
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Posted: 02 Aug 2010 04:09 PM PDT

SEMANA XVIII DURANTE EL AÑO
Lectura del libro de Jeremías 30, 1-2. 4. 12-15. 18-22

Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, en estos términos: Así habla el Señor, el Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que Yo te he dirigido.
Estas son las palabras que el Señor dirigió a Israel y a Judá:
¡Tu herida es incurable,
irremediable tu llaga!
Nadie defiende tu causa,
no hay remedio para tu herida,
tú ya no tienes cura.
Todos tus amantes te han olvidado,.I
no se Interesan por ti.
Porque Yo te he golpeado como golpea un enemigo,
con un castigo cruel,
a causa de tu gran iniquidad,
porque tus pecados eran graves.
¿Por qué gritas a causa de tu herida,
de tu dolor incurable?
A causa de tu gran iniquidad,
porque tus pecados eran graves,
Yo te hice todo esto.

Así habla el Señor:
Sí, Yo cambiaré la suerte de las carpas de Jacob
y tendré compasión de sus moradas;
la ciudad será reconstruida sobre sus escombros
y el palacio se levantará en su debido lugar.
De allí saldrán cantos de alabanza
y risas estridentes.
Los multiplicaré y no disminuirán,
los glorificaré y no serán menoscabados.
Sus hijos serán como en los tiempos antiguos,
su comunidad será estable ante mí
y Yo castigaré a todos sus opresores.
Su jefe será uno de ellos
y de en medio de ellos saldrá su soberano.
Yo lo haré acercarse, y él avanzará hacia mí,
porque si no, ¿quién se atrevería
a avanzar hacia mí? -oráculo del Señor-.
Ustedes serán mi Pueblo y Yo seré su Dios.


Palabra de Dios.



SALMORESPONSORIAL 101, 16-21. 29. 22-23

R. ¡El Señor aparecerá glorioso en Sión!

Las naciones temerán tu Nombre, Señor,
y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria:
cuando el Señor reedifique a Sión
y aparezca glorioso en medio de ella;
cuando acepte la oración del desvalido
y no desprecie su plegaria. R.

Quede esto escrito para el tiempo futuro
y un pueblo renovado alabe al Señor:
porque Él se inclinó desde su alto Santuario
y miró a la tierra desde el cielo,
para escuchar el lamento de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.

Los hijos de tus servidores tendrán una morada
y su descendencia estará segura ante ti,
para proclamar en Sión el Nombre del Señor
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan los pueblos y los reinos,
y sirvan todos juntos al Señor. R.



Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 14, 22-36

Después de la multiplicación de los panes, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud. Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.
La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. «Es un fantasma», dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.
Pero Jesús les dijo: «Tranquilícense, soy Yo; no teman».
Entonces Pedro le respondió: «Señor, si eres Tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua».
«Ven», le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Él. Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: «Señor, sálvame». En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»
En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en ella se postraron ante Él, diciendo: «Verdaderamente, Tú eres el Hijo de Dios».
Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret. Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos, rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron sanados.


Palabra del Señor.


LITURGIA DE LAS HORAS
TIEMPO ORDINARIO
MARTES DE LA SEMANA XVIII
De la feria. Salterio II


3 de agosto


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR

Te damos gracias, Señor,
porque has depuesto la ira
y has detenido ante el pueblo
la mano que lo castiga.

Tú eres el Dios que nos salva,
la luz que nos ilumina,
la mano que nos sostiene
y el techo que nos cobija.

Y sacaremos con gozo
del manantial de la Vida
las aguas que dan al hombre
la fuerza que resucita.

Entonces proclamaremos:
«¡Cantadle con alegría!
¡El nombre de Dios es grande!
¡Su caridad infinita!

¡Que alabe al Señor la tierra!
Cantemos sus maravillas.
¡Qué grande, en medio del pueblo
el Dios que nos justifica!». Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.

Salmo 42 - DESEO DEL TEMPLO.

Hazme justicia, ¡oh Dios!, defiende mi causa
contra gente sin piedad,
sálvame del hombre traidor y malvado.

Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?

Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.

Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Señor, Dios mío.

¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.

Ant. 2. Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.

Cántico: ANGUSTIA DE UN MORIBUNDO Y ALEGRÍA DE LA CURACIÓN Is 38, 10-14. 17-20

Yo pensé: «En medio de mis días
tengo que marchar hacia las puertas del abismo;
me privan del resto de mis años.»

Yo pensé: «Ya no veré más al Señor
en la tierra de los vivos,
ya no miraré a los hombres
entre los habitantes del mundo.

Levantan y enrollan mi vida
como una tienda de pastores.
Como un tejedor devanaba yo mi vida,
y me cortan la trama.»

Día y noche me estás acabando,
sollozo hasta el amanecer.
Me quiebras los huesos como un león,
día y noche me estas acabando.

Estoy piando como una golondrina,
gimo como una paloma.
Mis ojos mirando al cielo se consumen:
¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí!

Me has curado, me has hecho revivir,
la amargura se me volvió paz
cuando detuviste mi alma ante la tumba vacía
y volviste la espalda a todos mis pecados.

El abismo no te da gracias,
ni la muerte te alaba,
ni esperan en tu fidelidad
los que bajan a la fosa.

Los vivos, los vivos son quienes te alaban:
como yo ahora.
El Padre enseña a sus hijos tu fidelidad.

Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras arpas
todos nuestros días en la casa del Señor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.

Ant. 3. ¡Oh Dios!, tu mereces un himno en Sión.

Salmo 64 - SOLEMNE ACCIÓN DE GRACIAS.

¡Oh Dios!, tú mereces un himno en Sión,
y a ti se te cumplen los votos,
porque tú escuchas las súplicas.

A ti acude todo mortal
a causa de sus culpas;
nuestros delitos nos abruman,
pero tú los perdonas.

Dichoso el que tú eliges y acercas
para que viva en tus atrios:
que nos saciemos de los bienes de tu casa,
de los dones sagrados de tu templo.

Con portentos de justicia nos respondes,
Dios, salvador nuestro;
tú, esperanza del confín de la tierra
y del océano remoto;

Tú que afianzas los montes con tu fuerza,
ceñido de poder;
tú que reprimes el estruendo del mar,
el estruendo de las olas
y el tumulto de los pueblos.

Los habitantes del extremo del orbe
se sobrecogen ante tus signos,
y a las puertas de la aurora y del ocaso
las llenas de júbilo.

Tú cuidas de la tierra, la riegas
y la enriqueces sin medida;
la acequia de Dios va llena de agua,
preparas los trigales;

riegas los surcos, igualas los terrones,
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes;
coronas el año con tus bienes,
las rodadas de tu carro rezuman abundancia;

rezuman los pastos del páramo,
y las colinas se orlan de alegría;
las praderas se cubren de rebaños,
y los valles se visten de mieses,
que aclaman y cantan.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. ¡Oh Dios!, tu mereces un himno en Sión.

LECTURA BREVE 1Ts 5, 4-5

No viváis, hermanos, en tinieblas para que el día del Señor no os sorprenda como ladrón; porque todos sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas.

RESPONSORIO BREVE

V. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.

V. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
R. Espero en tu palabra.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.

PRECES

Bendigamos a nuestro Salvador, que con su resurrección ha iluminado el mundo, y digámosle suplicantes:

Haz, Señor, que caminemos por tu senda.

Señor Jesús, al consagrar nuestra oración matinal en memoria de tu santa resurrección,
te pedimos que la esperanza de participar de tu gloria ilumine todo nuestro día.

Te ofrecemos, Señor, los deseos y proyectos de nuestra jornada:
dígnate aceptarlos y bendecirlos como primicia de nuestro día.

Concédenos crecer hoy en tu amor,
a fin de que todo concurra para nuestro bien y el de nuestros hermanos.

Haz, Señor, que el ejemplo de nuestra vida resplandezca como una luz ante los hombres,
para que todos den gloria al Padre que está en los cielos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Porque deseamos que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres, pidamos al Padre que su reino llegue a nosotros:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Señor Jesucristo, luz verdadera que alumbras a todo hombre y le muestras el camino de la salvación: concédenos la abundancia de tu gracia para que preparemos, delante de ti, sendas de justicia y de paz. Tú que vives y reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: MENTES CANSADAS.

Mentes cansadas,
manos encallecidas,
labriegos al fin de la jornada,
jornaleros de tu viña,
venimos, Padre,
atardecidos de cansancio,
agradecidos por la lucha,
a recibir tu denario.

Llenos de polvo,
el alma hecha girones,
romeros al filo de la tarde,
peregrinos de tus montes,
venimos, Padre,
heridos por los desengaños,
contentos por servir a tu mesa,
a recibir tu denario.

Hartos de todo,
llenos de nada,
sedientos al brocal de tus pozos
y hambrientos de tu casa,
venimos, Padre,
el corazón entre tus brazos,
la frente humilde de delitos,
a recibir tu denario. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. No podéis servir a Dios y al dinero.

Salmo 48 I - VANIDAD DE LAS RIQUEZAS

Oíd esto, todas las naciones,
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres;

mi boca hablará sabiamente,
y serán muy sensatas mis reflexiones;
prestaré oído al proverbio
y propondré mi problema al son de la cítara.

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y me acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?

Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.

Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños.

El sepulcro es su morada perpetua
y su casa de edad en edad,
aunque hayan dado nombre a países.

El hombre no perdura en la opulencia,
sino que perece como los animales.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. No podéis servir a Dios y al dinero.

Ant. 2. «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor.

Salmo 48 II

Éste es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:

son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor,
y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura
y el abismo es su casa.

Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo.

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.

Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.

El hombre rico e inconsciente
es como un animal que perece.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor.

Ant. 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12

Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

LECTURA BREVE Rm 3, 23-25a

Todos pecaron y se hallan privados de la gloria de Dios; son justificados gratuitamente, mediante la gracia de Cristo, en virtud de la redención realizada en él, a quien Dios ha propuesto como instrumento de propiciación.

RESPONSORIO BREVE

V. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

V. De alegría perpetua a tu derecha.
R. En tu presencia, Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo.

PRECES

Alabemos a Cristo, pastor y obispo de nuestras vidas, que vela siempre con amor por su pueblo, y digámosle suplicantes:

Protege, Señor, a tu pueblo.

Pastor eterno, protege a nuestro obispo N.
y a todos los pastores de la Iglesia.

Mira con bondad a los que sufren persecución
y líbralos de todas sus angustias.

Compadécete de los pobres y necesitados
y da pan a los hambrientos.

Ilumina a los que tienen la misión de gobernar a los pueblos
y dales sabiduría y prudencia.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

No olvides, Señor, a los difuntos redimidos por tu sangre
y admítelos en el festín de las bodas eternas.

Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre común:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, Señor del día y de la noche, humildemente te pedimos que la luz de Cristo, verdadero sol de justicia, ilumine siempre nuestras vidas para que así merezcamos gozar un día de aquella luz en la que tú habitas eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Ant. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.

Salmo 142, 1-11 - LAMENTACIÓN Y SÚPLICA ANTE LA ANGUSTIA

Señor, escucha mi oración;
tú que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.

El enemigo me persigue a muerte,
empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.

Recuerdo los tiempos antiguos,
medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.

Escúchame en seguida, Señor,
que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.

En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti;
indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.

Líbrame del enemigo, Señor,
que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.

Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la angustia.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.

LECTURA BREVE 1Pe 5,8-9

Sed sobrios, estad despiertos: vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle, firmes en la fe.


RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por Cristo nuestro Señor.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos , gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.

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