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jueves, 5 de agosto de 2010

CAMINO MISIONERO. 5/08/2010

  • LA CONCIENCIA DE JESÚS
  • Hannah Taylor, la niña que plantó cara a la Pobreza
  • Apoyo para la Homilía y la Reflexión personal: XIX Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 12, 32-48) - Ciclo C
  • XIX Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 12, 32-48) - Ciclo C: MIRAR DESDE LO ALTO
  • La confianza en la Iglesia sigue intacta
  • ¿DONDE PONER EL CORAZON?
  • Evangelio Misionero del Dia: 05 de Agosto de 2010 - SEMANA XVIII DURANTE EL AÑO - Ciclo C
  • Lecturas y Liturgia de las Horas: 05 de Agosto de 2010
Posted: 04 Aug 2010 08:54 PM PDT


¿Qué conciencia tenía Jesús acerca de sí? Es decir, ¿quién pensaba que era? ¿Pensaba que era un profeta? ¿O el Hijo de Dios? ¿O el Mesías? ¿O el Hijo del hombre? ¿Qué pensaba Jesús de sí mismo, de su relación con Dios, de la misión encomendada por Dios?

¿Pero acaso nos importa conocer la conciencia de Jesús? ¿Y a quién no le interesa saber acerca de alguien que nos quiere y a quien queremos? ¿Cómo no le va a interesar al discípulo saber de qué manera se situaba Jesús en relación con Dios y con la historia humana? Y no ciertamente por “saberlo”, sino para seguirle. Para aprender a vivir como él.

Y lo fundamental para ello no es saber con seguridad lo que Jesús dijo acerca de sí, sino más bien conocer qué y cómo enseñó acerca del reino/reinado de Dios, cómo se comportó con los pecadores, qué actitud adoptó frente a las autoridades... La “conciencia” que Jesús tenía de sí se manifiesta sobre todo en su “carisma” personal.


¿Creía Jesús que era “hijo de Dios”?

Esta pregunta está llena de ambigüedades y equívocos: ¿Qué significa el término “creía”? Y, sobre todo, qué significa la expresión “hijo de Dios”? Es imposible responder correctamente si no se esclarecen los términos de la pregunta. Tanto el sí como el no pueden ser correctos y ambos pueden ser falsos.

¿Qué significa, pues, la expresión “hijo de Dios”? En el lenguaje bíblico es muy habitual la locución hijo de, para significar una relación especial o un parecido o una semejanza de cualidades:
hijo del hombre significa “ser humano”,
hijo de Abrahán significa “alguien que posee la fe de Abrahán”,
hijo de la boda significa “invitado a una boda”,
hijo del reino significa “miembro del reino”,
hijo de la paz significa pacífico, pacificador,
hijo de la luz significa “persona luminosa”,
hijo de la tiniebla significa “persona tenebrosa”,
hijo de la verdad o del error significa “amante de la verdad” o “del error”...

La misma expresión hijo de Dios era también muy conocida y empleada entre los judíos:

1) Así se les llamaba a los ángeles (tanto buenos como malos):
“Los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas y tomaron para sí como mujeres las que más les gustaron” (Gn 6,2)

2) Así se le llama a Israel:
“Así dice el Señor: Israel es mi hijo, mi primogénito” (Ex 4,22); “Sois hijos del Señor vuestro Dios” (Dt 14,1);

3) Así se le denomina al rey:
“Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy” (Sal 2,7)

Algunos textos aplicaban este texto al Mesías, de modo que en algunos libros “hijo de Dios” se convirtió en nombre del Mesías; también en el Nuevo Testamento, “hijo de Dios” y “Mesías” son equivalentes la mayoría de las veces.

4) También a los justos se les llama en el Antiguo Testamento hijos de Dios:
“Así serás como un hijo del Altísimo, y él te amará más que tu propia madre” (Si 4,10).

5) En Qumrán se llamaba hijos de Dios a los miembros de la comunidad, y esperaban que al final de los tiempos todos los israelitas serían “hijos de Dios”.

¿Qué significa, pues, la expresión “hijo de Dios”? El pensamiento bíblico y judío no hace en general afirmaciones de tipo “ontológico” o “metafísico”, sino afirmaciones de tipo existencial e histórico.

Así, con la expresión “hijo de Dios” no se refieren a la naturaleza o esencia metafísica. Se refieren más bien a la cercanía existencial y a la relación dinámica con Dios, o a la vocación y a la misión recibidas de Dios.

“Hijo de Dios” es aquella persona que Dios ha elegido, que cumple con fidelidad la voluntad y el encargo de Dios, que vive especialmente cerca de Dios, que pone toda su confianza en Dios...

La “divinidad” de un ser humano -habría que hablar en realidad de todos los seres- no es una esencia metafísica y estática separada del mundo, de la historia, de la humanidad, sino que es más bien la energía (Espíritu) dinámica y transformadora que se halla en el corazón mismo del mundo y de la historia.

Dios es el corazón y la “naturaleza” de todo ser, la presencia y la fuerza viva oculta que empuja a todos los seres a la plenitud de su ser. Y aquellos que viven “cerca” de Dios y se empeñan en realizar su voluntad liberadora aparecen como “divinos” en su manera de ser, revelan la “divinidad” en su manera de vivir, de hablar, de actuar: son “hijos e hijas de Dios” en verdad, y no es tan importante -ni en realidad es posible- distinguir con precisión el nivel histórico y el nivel metafísico.

Volvemos a hacernos la pregunta: ¿creía Jesús que era “hijo de Dios”? La perspectiva de Jesús no era ontológica y metafísica, sino existencial e histórica. Jesús no tenía conciencia de su “divinidad metafísica”, no era consciente de que él era “de la misma sustancia, naturaleza o esencia de Dios”, como dirá el dogma del concilio de Nicea en el año 325 d.C. Jesús no era consciente de ser “la segunda persona de la Santísima Trinidad” hecha hombre.

Ahora bien, al igual que toda la existencia histórica de Jesús, también su conciencia estaba sumergida en Dios, ligada a Dios. Llama a Dios abbá, “padre mío” y la voluntad de Dios era su voluntad.

Jesús no se consideraba “Dios”, pero en lo más íntimo de sus entrañas, en el fondo y en la cima de su conciencia, percibía y tenía esta certeza vital fundamental: que era hijo de Dios, que Dios era su padre, la fuente y la meta cálida de todo su ser, el cimiento y el abrigo de toda su esperanza, el dinamismo de todas sus palabras y acciones, el descanso de todas sus penas y trabajos.

Y esa conciencia no la tuvo desde el principio y de golpe, sino que fue desarrollándola, madurándola, ahondándola y percibiéndola a través de un proceso humano histórico, a través de un proceso psicológico y sociológico:

Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres (Lc 2,52).

Y ésa es, justamente, la verdad más “ontológica” de Jesús, así como el soporte “metafísico” último de su conciencia... Y ¿tu verdad y mi verdad última? También.

¿Jesús se consideraba como hijo de Dios en exclusiva? No. Dios es el padre/madre de todos sus discípulos, y todos los discípulos son hijos e hijas de Dios. Son hijos e hijas de Dios…
los pacíficos (Mt 5,9),
los que aman a su enemigo (Mt 5,44-45),
todos los que cumplen la voluntad de Dios (Mc 3,34-35)...

Jesús enseñó a todos a orar diciendo el Padrenuestro (Mt 6,9-13; Lc 11,2-4).

Por eso dirá Pablo:
Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios (Rm 8,14); La prueba de que sois hijos es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama “Abbá”, es decir, “Padre” (Gal 4,6).

Y Juan dirá:
Considerad qué amor tan grande nos ha demostrado el Padre. Somos llamados hijos de Dios, y así es en verdad (1 Jn 3,1).

Ni Pablo ni Juan se plantearon cuestiones metafísicas acerca de la filiación divina de Jesús y acerca de la nuestra.

Es verdad que, en los evangelios, Jesús dice a menudo “vuestro Padre” (Mt 5,45.48; 6,1.32...), y “mi Padre” (Mt 11,27; Lc 22,29; 24,49...), como distinguiéndose a sí mismo de sus discípulos. Seguramente, Jesús tenía una conciencia muy honda y especial de su filiación, pero no necesariamente una conciencia de “filiación especial” y exclusiva.

La distinción entre la filiación “ontológica” de Jesús y nuestra filiación “adoptiva” es legítima y puede ser necesaria en alguna medida, pero Jesús no se ocupó de esa distinción, ni le hubiese importado. Su conciencia de filiación no le aleja de nadie, sino que lo acerca a todos; no quita a nadie lugar en el corazón de Dios, sino que abre un lugar para todos.

La filiación de Jesús es para todos nosotros, don, vocación, promesa. Eso es lo primero para Jesús, también para nosotros, y todas las otras distinciones y reflexiones, aunque puedan ser necesarias, son secundarias.


José Arregi





Para orar




TÚ TE HAS HECHO TODO POR MÍ


“¡Oh Tú, Soberano misericordioso y paciente!
¡Oh maravilla, oh amor por nosotros y compasión tuya,
Dios amigo de los hombres!
Tú mismo te has hecho todo por mí.


Primero percibí en mí un calor divino,
después un pequeño y brillante resplandor,
después un soplo divino proveniente de sus palabras,
después un fuego que alumbra desde el corazón
y hace fluir mediante lágrimas corrientes perpetuas,
después un rayo sutil en mi mente
que la cruza más veloz que el relámpago.


Seguidamente se me apareció cual luz en la noche
y cual nube pequeña y resplandeciente apostada sobre mi cabeza.
A continuación se fue volando y al poco lo vi en el cielo.
Al punto, a ese al que yo creía en el cielo le vi dentro de mí,
mi Creador y Soberano, Cristo.


Sin embargo, todavía no reconocía, Maestro,
que tú eras el que me había modelado del barro.
Todavía no reconocí que tú eres mi Dios, mi orgullo y mi Señor.
Pues todavía no me había estimado
digno de escuchar tu voz para reconocerte.


Y yo te veía así, como mi Dios, pero sin saber ni haber creído que Dios
-en tanto que es posible verlo- se deja ver por uno,
y sin advertir que es Dios o la gloria de Dios lo que,
ora de una forma, ora de otra, se me muestra


Simeón, el nuevo teólogo
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 04 Aug 2010 08:22 PM PDT

Publicado por Ciudad Redonda

Hoy queremos contar la historia de una niña que ha cambiado el mundo.

Cuando Hannah Taylor tenía 5 años, vio a un hombre comiendo de un container. Él levantó la mirada y la fijó en ella. Hannah le preguntó a su madre por qué ese señor estaba haciendo eso y ella le contestó que ese hombre no tenía comida. Hannah no podía entender como era posible que hubiera personas sin comida y sin casa, le preguntó preocupada a su madre más cosas esa misma noche y a lo largo del año siguiente.

Un día, su madre le dijo “Hannah, quizás si hicieras algo por ellos no te sentirías tan mal”. Así que Taylor organizó una venta de pasteles y una recogida de ropa en su clase de primer curso para conseguir dinero que fuera de ayuda.

Ese esfuerzo se convirtió en una bola de nieve que no dejó de crecer. Su hermana, que por entonces era un bebé, tomaba muchos potitos así que decidieron reutilizarlos pintándolos como si fueran mariquitas y poniéndolos en todas las tiendas como huchas para recaudar dinero. Esa iniciativa se transformó en la Ladybug Foundation (Fundación mariquita), una organización dedicada a terminar con este fenómeno y que desde entonces ha conseguido recaudar más de 2 millones de dólares.

Hannah ha tenido la valentía de hablar cara a cara con el Presidente de Canadá y con hombres de negocios para que le dieran dinero para su fundación pero no todo ha sido un camino de rosas en este tiempo. Hannah nunca olvidará el momento más duro:
“[Fue] cuando dos de mis amigos murieron por no tener un techo. Encontraron a uno de mis amigos, Patches, a la orilla del río; se había ahogado. Tenía exámenes y no pude ir a su funeral. El otro, se heló hasta la muerte porque no pudo encontrar un sitio donde dormir. Éstas son las cosas mas tristes y más duras”.
Pese a ello, Hannah sigue trabajando incansable para terminar con este problema. Cuando la fundación logre su objetivo las personas se tratarán unas a otras como si fueran de la misma familia, los sintecho tendrán hogares y no tendrán que seguir comiendo de cubos de basura.

En Actuable estamos convencidos de que si unas cuantas personas sacamos a nuestra Hannah interior ese objetivo es perfectamente posible. ¡Sigue adelante Hannah!
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Posted: 04 Aug 2010 08:12 PM PDT


T E M A S Y C O N T E X T O S

EL LIBRO DE LA SABIDURÍA
Ya sabemos que este libro se llamaba "Libro de la Sabiduría de Salomón", y que se escribió en griego probablemente en Alejandría a finales del siglo I aC o principios del siglo I dC. Su "Sabiduría", como toda la Sabiduría de Israel consiste en interpretar y aplicar a la vida diaria las Escrituras. Este fragmento tomado de la parte final del libro hace una interpretación de la salida de Egipto. Se presenta a los egipcios culpables de asesinato contra Israel, y la acción de Dios como justo castigo de los asesinos y justa protección del pueblo "justo".
Esta super-piadosa y super-maniquea interpretación muestra una concepción extraña de la acción de Dios. Ignoro por qué ha sido traído este texto a la eucaristía de hoy, y no alcanzo a encontrar ninguna aplicación aceptable, ni siquiera en relación con el evangelio.

LA CARTA A LOS HEBREOS
Es famoso este canto a la fe de los antepasados, que ocupa todo el capítulo 11, interpretando toda la "historia" de Israel, desde Abel a los profetas, mostrando su inquebrantable fe en Dios y, al mismo tiempo, lo inacabado de su esperanza, que sólo en Cristo alcanza su cumplimiento.
En realidad, todo este largo parlamento está dirigido a una conclusión, el principio del capítulo 12, pero esta será la lectura del próximo domingo.
Una vez más, la fragmentación de los textos que perpetramos habitualmente en la eucaristía les hace perder sentido y los deja incompletos y casi incomprensibles.

EL EVANGELIO DE LUCAS
Todo el capítulo 12 de Lucas es una recopilación de palabras de Jesús, de marcado carácter escatológico: la cintura ceñida, la lámparas, la espera del señor que viene ...
resuenan en estas expresiones varias e importantes enseñanzas evangélicas: las diez doncellas, los talentos ... En tal sentido, no se añade ninguna idea no conocida, sino que se abunda en lo mismo, incluso con imágenes semejantes.


R E F L E X I Ó N

En mitad del verano, en ambiente nacional de vacaciones y de disfrutar de la vida benigna y relajada, las palabras de Jesús suenan como un trompetazo en mitad de la siesta.
El verano (el verano mediterráneo en especial y como prototipo) se presenta a menudo como el ideal de la vida. Trabajar poco o no trabajar, dedicarse enteramente al ocio (más bien pasivo), trasnochar relajadamente, .... en una palabra, disfrutar, deseando con toda el alma que se detenga el tiempo, que esta excepción anual de las vacaciones se conviertan en norma.
La cintura desceñida, las lámparas apagadas, sin esperar a nadie que interrumpa el disfrutar... toda una imagen. Una imagen terriblemente falsa de este mundo, de esta vida.
Contemplando muchos ambientes vacacionales, que tan generosamente nos regala la TV, acabamos experimentando la sensación de que todos se han vuelto niños, de que los valores serios de la humanidad están aparcados, de que están jugando a cuentos de hadas. La vida, la humanidad, giran en la oscuridad en torno a este brillante círculo "caribeño": el hambre del mundo, la opresión creciente de los abusos de la globalización, los integrismos asesinos, la incultura envilecedora, la corrupción, el tráfico de armas y de drogas .... Se sigue naciendo y muriendo, envejeciendo y enfermando, enriqueciéndose y arruinándose .... mientras nuestra burbuja caribeña se evade por unas semanas de la vida real.
Esta imagen es más honda que lo que parece: muestra, me parece, el fondo de nuestros ideales y la contradicción básica que existe entre nuestros criterios y los de Jesús.
Caricaturizando un poco, lo que más íntimamente deseamos, lo que solemos pedir a Dios en nuestras oraciones de petición, se puede resumir en: una vida sin esfuerzo ni dolor, que Dios nos libre de cosas desagradables; si se pudiera, no envejecer, no enfermar, no tener problemas económicos; que se pueda disfrutar de la vida tranquilamente; y que no se acabe, que nuestra salud no vaya declinando, que nuestras capacidades no se vayan apagando, que nos libre alguien del angustioso fantasma de la vejez y de la muerte.
Pero, si algún mensaje es inseparable del evangelio, éste es precisamente la trascendencia: esta vida está dirigida a LA VIDA, y no tiene sentido en sí misma si se le priva de esa relación. Se ha hablado demasiado de la escatología reduciéndola al convencimiento de las primeras generaciones cristianas de que el mundo estaba a punto de terminar. La escatología de Jesús es más seria: es cada una de las personas las que se dirigen a un destino que no es esta vida sino LA VIDA. Y si esta vida no es entendida como camino hacia LA VIDA, deja de tener sentido y validez.
En realidad, ¿a mí qué me importa cómo ni cuándo se acabará el universo, si estaré muerto mucho antes de que eso suceda?. A mí me importa a dónde voy yo, qué va a ser de mí. Y a Jesús le importa, le importa muchísimo, se nota en la gravedad de las expresiones, en la escenografía que emplea, en lo drástico de sus expresiones. En resumen, Jesús plantea una disyuntiva: vivir para disfrutar sin más, o vivir para el Reino. Y nos insta, repetidamente, con apremio, a elegir bien, a no tirar la vida, ni un mes ni una semana ni un segundo, de la misma manera que no desperdiciamos un solo euro y buscamos la mayor rentabilidad en nuestras inversiones.
Todas estas consideraciones pueden hacer pensar que seguir a Jesús, buscar el Reino, estropea esta vida, destruye el disfrutar, amarga la existencia. Pero se trata de todo lo contrario. Se trata de disfrutar mejor, de dar sentido a la existencia, de vivir la vida con más plenitud. Es, en resumen, un mensaje mucho más realista. Querer convertir la vida en Paraíso, precisar como ideal de vida una perpetua vagancia en las Bahamas, es utópico e infantil. La vida no son vacaciones: la vida es un trabajo, la vida es una misión. Es ésta nuestra primera aceptación de Jesús: aceptar la vida como una misión.
La misión es doble: realizarme yo hasta el límite de mis posibilidades y mis ambiciones, y desarrollar el mundo, las demás personas y el planeta entero, hasta el límite de los sueños de Dios.
Esta es la maravilla de "El Reino": que nada de lo humano se queda sin sentido, que todo puede incluirse en el proyecto, que el esfuerzo y el descanso tienen valor, que todo es construir, que merece la pena. El objetivo del Reino no es la renuncia, sino la plenitud. Hay muchas renuncias que hacer, como hay siempre precios que pagar: pero las renuncias son liberaciones, renunciamos a lo que nos empequeñece, renunciamos a nuestras cadenas; y los precios son irrisorios en comparación con lo que se compra.
Quizá el problema más agudo de todo ser humano es el conocimiento de los fines y los medios, y ser consecuente con tal conocimiento. Disfrutar es muy bueno, pero es un medio: convertirlo en fin es desastroso. Trabajar no es agradable, pero es un medio: utilizarlo bien es de sabios. Y, mucho más adentro, perdonar o vengarse, acumular o compartir, consumir a tope o ser austero .... son medios y expresiones del sentido de la vida y muestran a qué satisfacciones aspiramos. Jesús no es conformista: no se satisface con una mariscada, cuatro helados y una noche bailando salsa. Jesús sueña con que todos sean personas, es decir Hijos y le molesta que nos conformemos con menos y que nos dejemos engañar. Por eso repite tantas veces "estad alerta".
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Posted: 04 Aug 2010 07:05 PM PDT

Por José María Maruri, SJ

1.- ¿En qué se hubiera convertido el maravilloso espectáculo de la inauguración de los juegos olímpicos de Pekín sin la luz de aquellos potentes reflectores que iluminaban todo desde arriba? El efecto de aquellas pequeñas linternas que agitaban en sus manos los espectadores se hubiera perdido si no lo hubiéramos podido ver desde lejos y en su conjunto. Pues en evangelios de “vigilancia” como el de hoy lo que el Señor nos quiere inculcar es que sin huir del escenario de nuestras vidas lo iluminemos con los candiles de la luz de Dios.

2.- No nos aconseja el escapismo místico de soltar las herramientas con que ayudamos a Dios a construir el Reino, y juntar nuestras manos en mera oración, sino a encender lámparas que nos permitan ver mejor cómo debemos emplear nuestras herramientas. Nadie puede ser fiel a lo eterno si no es fiel a lo actual, nadie es fiel a Dios sino lo es al hombre.

Los satélites que se lanzan a lo alto del espacio no son para huir de nuestro mundo, sino para conocerlo mejor desde la altura. Para ver las cosas en su verdadera realidad muchas veces hay que mirarlas de lejos, hay que poner distancia para ver el conjunto. No se puede juzgar los sucesos, las cosas y las personas fuera de contexto, y en ese contexto entra siempre Dios.

3.- No nos pone Dios en la disyuntiva entre elegir el cielo o la tierra, nos dice que hay que permitir que la luz del cielo ilumine nuestra tierra. No estamos en una sala de espera mal iluminada por una temblona y cansada bombilla esperando el tren de la eternidad, estamos haciendo eternidad, estamos haciendo camino, estamos construyendo la ciudad de Dios donde Dios habite con el hombre.

--El cristiano no es un desertor de los compromisos terrestres, es un vigía que mira desde lo alto sin desentenderse de la tierra.

--El cristiano es uno que no se deja aprisionar por altas montañas aunque sea en un precioso valle suizo, porque sabe que más allá de las montañas existen otros valles, otras, gentes, otros mundos.

Las lámparas encendidas no son señales para que aterrice un cielo extraterrestre, sino para iluminar nuestros intrincados caminos a través de un mundo donde está ya germinando el Reino de los cielos.
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Posted: 04 Aug 2010 06:24 PM PDT

Parecía que el huracán de la pederastia del clero (o mejor dicho, de algunas manzanas podridas) iba a llevarse por delante uno de las bases fundamentales de la Iglesia: la confianza y la credibilidad social. Pues, al parecer, sigue intacta. O, al menos, no demasiado dañada. Esa es la conclusión que puede extraerse de la concentración en Roma de más de 80.000 monaguillos en torno al Papa.

Las familias católicas siguen pensando que la pederastia es un asunto de algunos curas y religiosos y que, por lo tanto, pueden seguir confiando sus hijos a la Iglesia. Y al servicio del altar. Porque los monaguillos son los que más cerca están de los sacerdotes. Siempre a su lado.

Eso, al menos, parecen pensar mayoritariamente los alemanes, de donde procedían 45.0000 de los 80.000 monaguillos. A pesar de ser, junto a Irlanda, Austria, Bélgica y Holanda, uno de los países europeos más afectados por la plaga de los curas abusadores.

La gente confía, pues, en la Iglesia. En gran parte, gracias a que Benedicto XVI no escondió la cabeza debajo del ala, decretó la tolerancia cero contra los abusos, cogió la escoba y se puso a barrer la "suciedad" de la Iglesia. Y había mucha acumulada en los últimos años. Mucha faena para el barrendero de Dios.

Una lección para los que, dentro de la propia Curia, querían optar por la componenda, la justificación y el victimismo de la fortaleza asesiada por enemigos mil. Algunos (también en España) continúan en esa tónica. Más papistas que el Papa, sí, pero sólo cuando les conviene y el Papa comulga con sus ideas y estrategias.

Por eso, la cumbre del Papa con los monaguillos fue una auténtica pasada. Una fiesta de la fe y una demostración evidente de la pastoral juvenil (realizdaa y acompañada por los curas). Es mucho más lo bueno que lo malo en la Iglesia. Son muchas más las manzanas sanas que las podridas. Hay mucha vida sacerdotal entregada para formar y educar en valores a los jóvenes y conducirlos a Dios.

José Manuel Vidal
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Posted: 04 Aug 2010 05:11 PM PDT

XIX Domingo del Tiempo Ordinario (Lc 12, 32-48) - Ciclo C
Por José Antonio Pagola

La persona actual está perdiendo su fe ingenua en las posibilidades ilimitadas del desarrollo tecnológico.

Aumenta cada vez más el número de los que toman conciencia de que el mismo poder que permite al ser humano crear nuevos estilos de vida, lleva consigo un potencial de autodestrucción y degradación.

Y por si fuera poco, la grave crisis económica que estamos sufriendo ha terminado de desconcertar a los más optimistas.

No es extraño, entonces, que crezca el escepticismo, la falta de fe en las ideologías, la desconfianza en los grandes sistemas. Al hombre actual se le hace difícil creer en algo que sea válido y verdadero para siempre. No sabe ya dónde «poner su corazón».

Son muchos los que viven «a la deriva» sin esperanza ni desesperación. Víctimas pasivas e indiferentes de un mundo que les resulta cada vez más dislocado.

Entonces, la vida se vacía de sentido. Perdemos la fuente de nuestra propia creatividad. No sabemos para qué trabajar. El vivir se reduce a una cadena de sucesos, situaciones e incidentes, sin que nada realmente vivo nos dé sentido y continuidad.

En medio de este «comportamiento errático» lo importante parece ser disfrutar de cada fragmento de tiempo y buscar la respuesta más satisfactoria en cada situación fugaz.

R. Lifton considera que el problema central del hombre contemporáneo es la pérdida del sentido de inmortalidad. Esa conciencia de inmortalidad «que representa un estímulo irresistible y universal a conservar un sentido interior de continuidad, más allá del tiempo y del espacio».

Y, sin embargo, quienes formamos la sociedad de hoy, como la de siempre, necesitamos poner nuestro corazón en un «tesoro que no pueda ser arrebatado por los ladrones, no roído por la polilla». ¿Cómo encontrarlo?

Desde la fe cristiana, no existe otro camino sino el de penetrar hasta el centro mismo de nuestra existencia, no evitar el encuentro con el Invisible, sino abrir nuestro corazón al misterio de Dios que da sentido y vida a todo nuestro ser.

Esto que a muchos puede parecer, desde fuera, algo perfectamente estúpido e iluso, es para el creyente fuente de liberación gozosa que le enraíza en lo fundamental, central y definitivo.

A veces, una palabra hostil basta para sentirnos tristes y solos. Es suficiente un gesto de rechazo o un fracaso para hundirnos en una depresión destructiva. ¿No tendremos que preguntarnos dónde tenemos puesto nuestro corazón?
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Posted: 04 Aug 2010 05:06 PM PDT

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 16, 13-23

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?»
Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas».
«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?» Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».
Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que Él era el Mesías.
Desde aquel día, Jesús comenzó a anunciar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén, y sufrir mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: «Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá».
Pero Él, dándose vuelta, dijo a Pedro: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».

Compartiendo la Palabra
Por CELAM - CEBIPAL

La confesión pública de la identidad del Maestro:
¿Qué tan profunda es mi fe?
“Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”

Siguiendo el ritmo del Evangelio de Mateo nos colocamos hoy ante la experiencia de fe más alta y más clara. Después (1) del cuadro negativo de los paisanos de Nazareth, (2) de las interpretaciones erradas del rey Herodes, (3) de la fe en progreso del mismo Pedro y (4) del grito de ayuda reconocido como auténtica expresión de fe la mujer cananea, nos colocamos hoy (5) ante la confesión de fe de Simón Pedro.

El contexto inmediatamente anterior es importante. Esta quinta escena se presenta en contraluz con dos relatos previos en los que los fariseos y saduceos:
(1) Son reprendidos por Jesús por pedir un signo para creer (Mt 16,1-4), y de hecho Él no les da un signo diferentes de los de su misión (explorar los signos de los tiempos);
(2) Son puestos como ejemplo de la actitud y de la doctrina que no hay que seguir (Mt 16,5-12).

El evangelista también está suponiendo que conocemos todo el itinerario de Jesús que ha venido narrando y que comprendemos que éste es el punto de llegada de su actividad precedente.

Curiosamente Jesús nunca les pidió a sus discípulos que le dieran una opinión sobre sus discursos o sobre las obras de poder que realizaba sino únicamente sobre su propia persona. Para Jesús esto es importante: ¿qué están comprendiendo acerca de su identidad? Es de esta manera que los quiere conducir hacia un conocimiento claro y profundo, del cual brota una confesión de fe sin equívocos. Pues bien, en el centro del evangelio no está tanto su anuncio sino la mismísima persona de Jesús.

Cuando Jesús pregunta qué opina la gente acerca de él, le responden: “Unos que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas” (16,14). La gente tiene a Jesús en una alta consideración, pero no pasa de una figura profética similar a la de los grandes profetas portavoces de Dios. Si esto es así, sería uno de tantos ya que muchos han venido antes y otros vendrán después. Con esta clasificación se deja entender que ya hay una gran valoración de Jesús pero que corre el peligro de no ir más allá de rotulaciones ya conocidas; por tanto la opinión pública no ha llegado todavía a lo que realmente importa: al descubrimiento de la relación inédita, única y particular, que Jesús tiene con Dios.

Cuando Jesús le solicita a los discípulos su propia opinión, Simón Pedro responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo” (16,16). El apóstol reconoce la doble relacionalidad que caracteriza de manera inequívoca a Jesús:
• Para el pueblo es el “Cristo” (Mesías): el único, el último y definitivo rey y pastor del pueblo de Israel, enviado por Dios para darle a este pueblo y a toda la humanidad la plenitud de vida (como ya se vio en la multiplicación de los panes y en los otros milagros).
• Para Dios es su “Hijo”: vive en una relación única, singular con Dios, caracterizada por el conocimiento recíproco, la igualdad y la comunión de amor entre el Padre entre ellos (ver 11,27).

Aquí no se habla de un Dios abstracto ni genérico, se trata del Dios viviente, el único verdadero y real, que es vida en sí mismo, que ha creado todo lo que es vida y con su inmenso poder vence la muerte. Jesús es el rey y pastor que en cuanto Hijo del Señor de la Vida se compromete con la vida de su pueblo, es el Mesías que profundamente ligado al poder vital mismo, al Dios viviente. Y el don de la vida será comunicado mediante la donación de la suya propia en el camino de la cruz, como lo anuncia en la segunda del texto de hoy (16,21).

La reacción negativa de Pedro le merece la reprensión y ser llamado de “Satán”, porque piensa a nivel humano y no acepta el camino de sufrimiento de Jesús (16,22-23). ¡Vaya ironía! Al discípulo modelo Jesús le dice delante de toda la comunidad: “¡Tú eres escándalo!” (16,23).

El culmen del camino de la fe no es la confesión de boca sino la confesión con la vida. En la ruta de la cruz tomará cuerpo este tipo confesión de fe que precisaba, en primer lugar, pasar por los labios.

Habrá entonces que comenzar a caminar en esta segunda etapa con una apertura de mente y de corazón total ante el proyecto de Dios: la plenitud de vida que brota del misterio del dolor vivido en íntima comunión con el crucificado, donde toma sentido toda vida, todo proyecto, toda realización.


Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón:

1. ¿Qué opinión de Jesús tiene la gente con la que trato cotidianamente en ambientes distintos a los de mi comunidad de fe? ¿Se parece a la opinión de la gente en tiempos de Jesús?

2. ¿Cómo expreso mi fe en Jesús, con qué términos? ¿Pedro expresa lo que personalmente estoy viviendo de Jesús?

3. ¿Qué podría hacer para la persona de Jesús esté siempre en el centro de mi vida?
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 04 Aug 2010 05:00 PM PDT

SEMANA XVIII DURANTE EL AÑO
Lectura del libro de Jeremías 31, 31-34

Llegarán los días -oráculo del Señor- en que estableceré una nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la Alianza que establecí con sus padres el día en que los tomé de la mano para hacerlos salir del país de Egipto, mi Alianza que ellos rompieron, aunque Yo era su dueño -oráculo del Señor-.
Ésta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel, después de aquellos días -oráculo del Señor-: pondré mi Ley dentro de ellos, y la escribiré en sus corazones; Yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo.
Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciéndose el uno al otro: «Conozcan al Señor». Porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande -oráculo del Señor-. Porque Yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado.


Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL 50, 12-15. 18-19

R. ¡Dios mío, crea en mí un corazón puro!

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu. R.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
que tu espíritu generoso me sostenga:
yo enseñaré tu camino a los impíos
y los pecadores volverán a ti. R.

Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito,
Tú no desprecias el corazón contrito y humillado. R.




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 16, 13-23

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?»
Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas».
«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?» Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».
Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que Él era el Mesías.
Desde aquel día, Jesús comenzó a anunciar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén, y sufrir mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: «Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá».
Pero Él, dándose vuelta, dijo a Pedro: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».


Palabra del Señor.


LITURGIA DE LAS HORAS
TIEMPO ORDINARIO
JUEVES DE LA SEMANA XVIII
De la feria. Salterio II.


5 de agosto


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: SEÑOR, TÚ ME LLAMASTE.

Señor, tú me llamaste
para ser instrumento de tu gracia,
para anunciar la buena nueva,
para sanar las almas.

Instrumento de paz y de justicia,
pregonero de todas tus palabras,
agua para calmar la sed hiriente,
mano que bendice y que ama.

Señor, tú me llamaste
para curar los corazones heridos,
para gritar, en medio de las plazas,
que el Amor está vivo,
para sacar del sueño a los que duermen
y liberar al cautivo.
Soy cera blanda entre tus dedos,
haz lo que quieras conmigo.

Señor, tú me llamaste
para salvar al mundo ya cansado,
para amar a los hombres
que tú, Padre, me diste como hermanos.
Señor, me quieres para abolir las guerras,
y aliviar la miseria y el pecado;
hacer temblar las piedras
y ahuyentar a los lobos del rebaño. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos.

Salmo 79 - VEN A VISITAR TU VIÑA

Pastor de Israel, escucha,
tú que guías a José como a un rebaño;
tú que te sientas sobre querubines, resplandece
ante Efraím, Benjamín y Manasés;
despierta tu poder y ven a salvarnos.

¡Oh Dios!, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Señor Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo estarás airado
mientras tu pueblo te suplica?

Le diste a comer llanto,
a beber lágrimas a tragos;
nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.

Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Sacaste una vid de Egipto,
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;
le preparaste el terreno y echó raíces
hasta llenar el país;

su sombra cubría las montañas,
y sus pámpanos, los cedros altísimos;
extendió sus sarmientos hasta el mar,
y sus brotes hasta el Gran Río.

¿Por qué has derribado su cerca
para que la saqueen los viandantes,
la pisoteen los jabalíes
y se la coman las alimañas?

Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa.

La han talado y le han prendido fuego:
con un bramido hazlos perecer.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre.

Señor Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos.

Ant. 2. Anunciad a toda la tierra que el señor hizo proezas.

Cántico: ACCION DE GRACIAS DEL PUEBLO SALVADO - Is 12, 1-6

Te doy gracias, Señor,
porque estabas airado contra mí,
pero ha cesado tu ira
y me has consolado.

Él es mi Dios y salvador:
confiare y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación.

Aquel día, diréis:
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.

Tañed para el Señor, que hizo proezas;
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«¡Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel!».

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Anunciad a toda la tierra que el señor hizo proezas.

Ant. 3. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.

Salmo 80 - SOLEMNE RENOVACIÓN DE LA ALIANZA

Aclamad a Dios, nuestra fuerza;
dad vítores al Dios de Jacob:

acompañad, tocad los panderos,
las cítaras templadas y las arpas;
tocad la trompeta por la luna nueva,
por la luna llena, que es nuestra fiesta;

porque es una ley de Israel,
un precepto del Dios de Jacob,
una norma establecida para José
al salir de Egipto.

Oigo un lenguaje desconocido:
«Retiré sus hombros de la carga,
y sus manos dejaron la espuerta.

Clamaste en la aflicción, y te libré,
te respondí oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.

Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;
¡ojalá me escuchases, Israel!

No tendrás un dios extraño,
no adorarás un dios extranjero;
yo soy el Señor Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto;
abre tu boca y yo la saciaré.

Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.

¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios;

los que aborrecen al Señor te adularían,
y su suerte quedaría fijada;
te alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.

LECTURA BREVE Rm 14, 17-19

El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo, pues el que en esto sirve a Cristo es grato a Dios y acepto a los hombres. Por tanto, trabajemos por la paz y por nuestra mutua edificación.

RESPONSORIO BREVE

V. Velando medito en ti, Señor.
R. Velando medito en ti, Señor.

V. Porque fuiste mi auxilio.
R. Medito en ti, Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Velando medito en ti, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Anuncia, Señor, la salvación a tu pueblo y perdónanos nuestros pecados.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Anuncia, Señor, la salvación a tu pueblo y perdónanos nuestros pecados.

PRECES

Bendigamos a Dios, nuestro Padre, que mira siempre con amor a sus hijos y nunca desatiende sus súplicas, y digámosle con humildad:

Ilumínanos, Señor.

Te damos gracias, Señor, porque nos has iluminado con la luz de Jesucristo;
que esta claridad ilumine hoy todos nuestros actos.

Que tu sabiduría nos dirija en nuestra jornada;
así andaremos por sendas de vida nueva.

Ayúdanos a superar con fortaleza las adversidades
y haz que te sirvamos con generosidad de espíritu.

Dirige y santifica los pensamientos, palabras y obras de nuestro día
y danos un espíritu dócil a tus inspiraciones.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Dirijamos ahora, todos juntos, nuestra oración al Padre y digámosle:

Padre nuestro...

ORACIÓN

A ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, te pedimos humildemente que meditando fielmente tu palabra vivamos siempre en la claridad de tu luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: CUANDO LA LUZ SE HACE VAGA

Cuando la luz se hace vaga
y está cayendo la tarde,
venimos a ti, Señor,
para cantar tus bondades.

Los pájaros se despiden
piadosamente en los árboles,
y buscan calor de nido
y blandura de plumajes.

Así vuelven fatigados
los hombres a sus hogares,
cargando sus ilusiones
o escondiendo sus maldades.

Quieren olvidar la máquina,
olvidar sus vanidades;
descansar de tanto ruido
y morir a sus pesares.

Ya todo pide silencio,
se anuncia la noche amable:
convierte, Padre, sus penas
en abundancia de panes.

Alivie tu mano pródiga,
tu mano buena de Padre,
el cansancio de sus cuerpos,
sus codicias y sus males. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra.

Salmo 71 I - PODER REAL DEL MESÍAS

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador.

Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia sobre el césped,
como llovizna que empapa la tierra.

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna.

Que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.

Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.

Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra.

Ant. 2. Socorrerá el Señor a los hijos del pobre; rescatará sus vidas de la violencia.

Salmo 71 II

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres;

él rescatará sus vidas de la violencia,
su sangre será preciosa a sus ojos.

Que viva y que le traigan el oro de Saba;
él intercederá por el pobre
y lo bendecirá.

Que haya trigo abundante en los campos,
y ondee en lo alto de los montes,
den fruto como el Líbano,
y broten las espigas como hierba del campo.

Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso,
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Socorrerá el Señor a los hijos del pobre; rescatará sus vidas de la violencia.

Ant. 3. Ahora se estableció la salud y el reinado de nuestro Dios.

Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap. 11, 17-18; 12, 10b-12a

Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.

Se encolerizaron las naciones,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.

Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.

Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por eso, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Ahora se estableció la salud y el reinado de nuestro Dios.

LECTURA BREVE 1Pe 1, 22-23

Por la obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas para un amor fraternal no fingido; amaos, pues, con intensidad y muy cordialmente unos a otros, como quienes han sido engendrados no de semilla corruptible, sino incorruptible, por la palabra viva y permanente de Dios.

RESPONSORIO BREVE

V. El Señor es mi pastor, nada me falta.
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

V. En verdes praderas me hace recostar.
R. Nada me falta.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. A los que tienen hambre de ser justos el Señor les colma de bienes.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. A los que tienen hambre de ser justos el Señor les colma de bienes.

PRECES

Elevemos a Dios nuestros corazones agradecidos porque ha bendecido a su pueblo con toda clase de bienes espirituales y digámosle con fe:

Bendice, Señor, a tu pueblo.

Dios todopoderoso y lleno de misericordia, protege al Papa Benedicto XVI y a nuestro obispo N.,
que tú mismo has elegido para guiar a la Iglesia.

Protege, Señor, a nuestros pueblos y ciudades
y aleja de ellos todo mal.

Multiplica como renuevo de olivo alrededor de tu mesa hijos que se consagren a tu reino,
siguiendo a Jesucristo en pobreza, castidad y obediencia.

Conserva el propósito de aquellas de tus hijas que han consagrado a ti su virginidad, para que, en la integridad de su cuerpo y de su espíritu, sigan al cordero donde quiera que vaya.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Da la paz a los difuntos
y permítenos encontrarlos nuevamente un día en tu reino.

Ya que por Jesucristo hemos llegados a ser hijos de Dios, acudamos con confianza a nuestro Padre:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Al ofrecerte, Señor, nuestro sacrificio vespertino de alabanza, te pedimos humildemente que, meditando día y noche en tu palabra, consigamos un día la luz y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.



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COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Ant. Mi carne descansa serena.

Salmo 15 - CRISTO Y SUS MIEMBROS ESPERAN LA RESURRECCIÓN.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.

Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.

El Señor es mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Mi carne descansa serena.

LECTURA BREVE 1Ts 5, 23

Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Señor, Dios nuestro, concédenos un descanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas, desgastadas ahora por el trabajo del día; así, fortalecidos con tu ayuda, te serviremos siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Por Cristo nuestro Señor.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.
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