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jueves, 9 de septiembre de 2010

CAMINO MISIONERO 9/09/2010

  • ¿Por qué no soy feliz? (II)
  • Guía básica para matrimonios (II)
  • Evangelio Misionero del Dia: 9 de Setiembre de 2010 - SEMANA XXIII DURANTE EL AÑO
  • Lecturas y Liturgia de las Horas: 9 de Setiembre de 2010
Posted: 08 Sep 2010 04:43 PM PDT


"Tenemos de todo, pero ¿nos tenemos a nosotros mismos?" Esta pregunta y la respuesta que lleva consigo mantienen, en parte el equilibrio de sentido necesario para poder seguir viviendo. La tasa de suicidios aumenta considerablemente cada año y eso no es más que la punta de un iceberg, que nos ha de mantener alerta.

Marc Dufraisse, 50 años. Casado, con dos hijos. Consultor. Padecer y superar un cáncer le ha conducido a replantearse su manera de vivir.

"Tras licenciarme en Empresariales, comencé una prometedora carrera profesional como ejecutivo. Durante mucho tiempo, lo que yo creía que era la felicidad estaba vinculado a lo que tenía y a lo que deseaba tener. Y lo cierto es que fui consiguiendo aquello que me proponía. Tenía una familia. Tenía éxito profesional. Tenía estatus social. Y tenía dinero, mucho dinero. Sin darme cuenta, había entrado en una rueda materialista que me proporcionaba seguridad, confort y reconocimiento. Pero tan solo era un espejismo. Vivía dormido, sin darme cuenta de por qué hacía las cosas que hacía. A raíz de un cáncer que casi termina con mi vida, desperté del profundo sueño en el que me encontraba. El proceso médico, las operaciones y los tratamientos me hicieron sentir la fragilidad y la precariedad de la vida en mi propia carne. El sufrimiento destapó mis necesidades, angustias y miedos escondidos. Me conectó con mis emociones y sentimientos reprimidos. Por primera vez desde que era niño fui capaz de llorar. Sobrevivir a esta grave enfermedad me transformó. Me hizo ver la vida como un regalo. Cambié mi escala de valores y prioridades. Abandoné el control y me permití ser diferente. Ya no llevo una existencia puramente materialista. Me he dado cuenta de que las cosas esenciales de la vida son las que no se ven, pues tan solo pueden sentirse cuando vivimos conectados con nuestro corazón. La felicidad no tiene nada que ver con lo que tenemos ni conseguimos. De ahí que jamás la encontraremos en la posesión de bienes materiales ni en la consecución de logros profesionales. La auténtica felicidad está dentro de nosotros mismos. El reto es aprender a conectar con ella. Por eso ya no me distraigo con prioridades erróneas. Sé que suena a tópico, pero he vuelto a nacer. A mis 50 años he redescubierto la vida".

Al igual que le sucedía a Marc Dufraisse, a día de hoy seguimos creyendo que la felicidad está vinculada con lo que tenemos y hacemos, marginando por completo lo que somos. Por eso formamos parte de una sociedad materialista, construida sobre tres pilares: el trabajo, el consumo y el entretenimiento. Sin embargo, esta manera de pensar y de actuar está resultando del todo ineficiente e insostenible. La paradoja es que tenemos más riquezas que nunca, pero somos mucho más pobres. Prueba de ello es que el vacío existencial se ha convertido en la enfermedad contemporánea más extendida, y el Prozac y el Tranquimacín, en dos compañeros de viaje de muchos españoles.

Al guiarnos por una serie de creencias erróneas -como que nuestra felicidad depende de algo externo-, dedicamos casi todo nuestro tiempo, dinero y energía a conseguir todo tipo de metas y objetivos, desatendiendo nuestro mundo interior. Y con el tiempo, esta huida de nosotros mismos suele pasarnos factura. Aunque no se suela hablar de ello en las noticias, al menos seis millones de personas sufren depresión en España, según un reciente estudio del hospital Puerta de Hierro de Madrid.

En paralelo, se han disparado las ventas de antidepresivos en este país. En 1994 se despacharon 7,2 millones de unidades. A finales de 2003, esta cifra creció hasta los 21,2 millones. Y en 2009 superó los 33 millones. La ingesta de tranquilizantes, por otra parte, ha seguido la misma línea ascendente. El año pasado alcanzó los 52 millones de unidades vendidas, según el Ministerio de Sanidad.

Lo alarmante de estos datos es que tan solo se corresponden a las compras realizadas por pacientes del sistema público. No contabilizan las prescripciones efectuadas por las consultas privadas. Eso sí, cabe decir que este espectacular uso de ansiolíticos no siempre guarda relación con los estados depresivos de los pacientes. Estos medicamentos también se emplean para abordar la ansiedad, las fobias, los trastornos alimentarios, el dolor y las adicciones.Otra estadística tabú en nuestra sociedad es la referente al número de suicidios, una cifra que crece anualmente. Así, la prestigiosa revista de medicina británica The Lancet publicó en 2009 un estudio realizado por los Centros de Investigación sobre el Suicidio de las universidades de Oxford, en el Reino Unido, y de Gand, en Bélgica, que estimaba que un millón de seres humanos se quitan la vida cada año. Y según la Organización Mundial de la Salud, al menos otros 15 millones lo intentan sin conseguirlo.

En España, el suicidio ya es la primera causa externa de muerte (con 3.421 casos en 2008), desbancando a las defunciones por accidentes de tráfico, cuya cifra se situó en 3.021 víctimas mortales, según el Instituto Nacional de Estadística. Algunos sociólogos afirman que estos datos son solo la punta de un gigantesco y oscuro iceberg. A pesar de haberse convertido en un fenómeno normalizado, nuestra sociedad padece una grave enfermedad llamada "infelicidad".

Publicado en la revista El País Semanal el domingo 8 de agosto de 2010
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 08 Sep 2010 04:36 PM PDT
Por Jairo del Agua*


Continúo: ¿Cuál es el elemento específico del grupo pareja? LA COMPLEMENTARIEDAD. Si no hay complementariedad no hay pareja. Por eso a la complementariedad la llamamos “ser de pareja”, lo esencial, el hueso de la pareja. Podéis llamarla si queréis “amor complementario“ siempre que tengáis en cuenta que la palabra “amor” está hoy devaluada y se aplica tanto al amor verdadero como a sus contrarios (egoísmo y dominación). Hay muchos tipos de relaciones afectivas (amistad, parentesco, ayuda, educación, afinidad profunda, misión). Algunos de estos amores convergen en la relación de pareja. Pero lo que distingue el “amor de pareja” es la complementariedad.

A veces se confunde el amor con la atracción física (es una belleza, tiene un cuerpazo, es muy sexy…) o con la atracción sensible (es melosa, besucona, elegante, refinada…) o con la atracción intelectual (es inteligente, culta, coincidimos en ideas…) o con la atracción social (es médico, tiene dinero, pertenece a la clase alta…). Todas estas atracciones pueden existir en la pareja, no son malas, pero sí insuficientes. Lo esencial es el “amor de pareja” o complementariedad, que se basa en el descubrimiento profundo del otro, que nos llena de admiración y nos atrae porque nos completa y dinamiza.

La complementariedad se compone de: unas igualdades y unas diferencias.

Pongamos el ejemplo de un engranaje. No puede funcionar un piñón de plástico sobre otro de hierro. Para que el engranaje funcione sin romperse tienen que darse igualdades: el mismo material y la misma forma. Pero son las diferencias las que hacen que un piñón mueva al otro: los relieves de uno tienen que encajar exactamente en las hendiduras del otro (y no pienses ahora en el sexo, pillín). Si queremos hacer girar un disco liso contra otro igual, patinarán, se recalentarán, no hay transmisión recíproca de fuerza, sólo fricción y desgaste. La complementariedad unirá ajustadamente y hará posible que ambos giren simultáneamente, acompasadamente, suavemente, sin fricciones. La fuerza de uno y otro se complementa, se transmite mutuamente, se multiplica.

¿Ya habéis analizado y hablado sobre vuestras igualdades y diferencias? Lo considero básico.

Lo que hace único e indisoluble el amor entre un hombre y una mujer es la complementariedad. Sólo hay una mujer que sea “mi complemento”. Cuando la descubro no querré asociarme a otra porque con mi complemento (mi pareja) me siento pleno, satisfecho, equilibrado, en descanso y, al mismo tiempo, impulsado hacia mi propia realización, hacia mi propia plenitud. La unidad con esa persona y el dinamismo entre ambos es tal que se convierte en INDISOLUBLE. Si me quisieran separar de esa persona, me romperían a mí. Ella no sólo es parte de mi vida externa, de mi familia, de mi casa. Es más: es parte de mí mismo, de lo más profundo de mí.

Algunas metáforas:

El engranaje, ya citado.
La llave y su cerradura. Sólo hay una llave que abra mi cerradura.
La clave de una caja fuerte. Sólo hay una combinación posible.
Las piezas de un puzzle: Las cualidades de ella encajan perfectamente en las de él. Los defectos de él son soportables para ella porque encajan en alguna de sus cualidades (si él es vehemente ella es serena, si ella es miedosa él es valiente, si ella es pasiva él es activo, etc.). La complementariedad hace que el puzzle quede completo, que aparezca el dibujo de la pareja, su personalidad, su misión de vida.
Nota para cristianos: Aunque esta guía va dirigida a las parejas en general, no me resisto a hacer una breve aportación para quienes buscamos las referencias de la vida en el Evangelio, donde podemos leer: “el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer“ (Mt 19,5 y Mc 10,7). Importante descubrir la idéntica redacción de ambos evangelistas, no hay variaciones como ocurre en otros textos paralelos. Nótese que dice: “su mujer“, no “una mujer”, “la mujer”, “mujer”. Deja bien claro que ha de unirse a “su mujer“ y no a otra.

En mi modesta opinión, esto hace referencia a la “mujer complementaria” (su mujer, la que Dios ha creado para ese hombre y viceversa). No se refiere a la que podemos elegir (adquirir, convenir, convivir o formalizar) por error, por ofuscada pasión, por desconocimiento o por interés. Ésos no serían verdaderos matrimonios sino emparejamientos formalizados, errores de nuestra limitación, precipitación, instinto, falta de inteligencia (facultad eminentemente humana) o, incluso, de buscado engaño.

Por otro lado, es imposible interpretar que la voluntad divina pretenda perpetuar el error de una pareja que “formaliza” una unión (complementariedad) que nunca existió. De los que se unen erróneamente o maliciosamente no puede afirmarse que “Dios los ha unido” porque Él no comete errores.

Si se quiere abundar en esta interpretación, podemos seguir leyendo y darnos cuenta que se usan las mismas palabras al hablar del divorcio: “el que se separe de su mujer y se case con otra (cualquiera) comete adulterio” (Mt 19,9 y Mc 10,11).

Esto me lleva a pensar que muchos divorcios -no todos porque los hay fruto del capricho o la pasión carnal- son verdaderas nulidades, aunque ni se soliciten, ni se declaren por la autoridad eclesiástica. No hubo matrimonio real (complementariedad indisoluble) sino error, interés o malicia humanos.

¿Cómo descubrir la complementariedad?


Por el CONOCIMIENTO MUTUO.

He aquí otro elemento esencial del matrimonio humano: Conocerse uno mismo y conocer al otro. Esa debería ser la finalidad del noviazgo. Muchas rupturas matrimoniales tienen como origen la falta de conocimiento mutuo, que es también una de las causas de nulidad: “el error en la persona”.

“Antes de desnudar el cuerpo deberíamos desnudar el alma”. El amor verdadero nos debería llevar a explorar los tesoros interiores del otro mucho antes de paladear su cuerpo, porque existe el peligro evidente de quedarse con la cáscara e ignorar con quién nos estamos casando. Más tarde -tal vez con hijos inocentes- nos asaltarán las decepciones: no era como imaginé, sus aspiraciones son contrarias a las mías, es imposible vivir con esta persona, etc. Por el contrario, la consecuencia de la complementariedad -conocida y contrastada- es precisamente darse vida mutuamente, impulsarse a la realización personal y de pareja. Entonces la unión corporal adquiere todo su sentido y su proyección hacia el fruto de esa unidad.

A la seguridad de la complementariedad, de la unidad de pareja, se llega por el descubrimiento mutuo. Cuánto entretenimiento superficial, cuánto divertimento inútil, cuanta sexualidad descentrada, cuánto trato epidérmico, en las actuales parejas de novios primero y en los casados después. Esa construcción sobre arena se derrumbará al primer embate del viento de la vida.

Hoy día existen “escuelas de formación” que ayudan a analizar si existe complementariedad, cómo descubrirla y cómo potenciarla. El polvo de la vida (ambiente humano) y nuestra escasísima formación al respecto (limitación personal) oscurece frecuentemente esa realidad profunda y básica. Es esencial para los novios descubrir esa roca, sobre la que construir con solidez, antes de casarse. Pero es esencial igualmente para los casados descubrir, redescubrir y potenciar esa seguridad interior para hacer frente a los terremotos a los que, a veces, tiene que enfrentarse la vida matrimonial.

Hay ocasiones en que todo parece perdido porque se nos mueven los muebles o se apagaron las luces con las que veíamos los colores (realidades no esenciales). Muchos se frustran y optan por romper. Deberían primero bajar al sótano y comprobar el cimiento de la complementariedad mucho antes de divorciarse, incluso con ayuda especializada. Porque ocurre, con cierta frecuencia, que tocamos “de oído” (nos casamos sin preparación y discernimiento suficiente) pero acertamos porque la intuición humana también funciona. Si te divorcias de tu “complemento real” porque te entró pánico ante las dificultades, sin duda caerás en un error o en sucesivos errores. Todos conocemos las cadenas de divorcios que se dan en nuestro mundo. La regla de oro sería: “Párate a discernir antes de casarte, pero hazlo doblemente antes de separarte”.

Continuará…

* Jairo del Agua es laico y padre de familia
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 08 Sep 2010 04:30 PM PDT


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 6, 27-36


Jesús dijo a sus discípulos:
Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigas, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquéllos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquéllos que los aman. Si hacen el bien a aquéllos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquéllos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.

Compartiendo la Palabra
Por Conrado Bueno, cmf

Amar, bendecir, orar

Subversivo

Aquí todo resulta revolucionario, subversivo. Este evangelio lleva metralla. Es poner al mundo patas arriba. Es la locura de Dios, la lógica divina. ¿Quién entiende eso de “amar a los enemigos”? Otros revolucionarios se centran en “el otro”, que es oprimido y explotado. La revolución de Jesús se fija en las afrentas que otros nos hacen a nosotros. Y aquí la respuesta es desconcertante, hay que saber perdonar. Esta sí que es una revolución que cambia a la sociedad, al mundo, a las personas.
Ahora aparece más injusto ese dicterio de algunos llamando “cristianismo de rebajas” a una presentación del Evangelio desde la misericordia y el perdón. Y todo, porque no se insiste, como antes, en ciertos mandamientos o ciertos puntos dogmáticos.

La locura de Jesús

“Amad, haced el bien, bendecid, orad por ellos” Hasta aquí todo suena bien en las palabras de Jesús. Todo “choca” cuando añadimos el complemento: “Los enemigos, los que nos odian, los que nos maldicen”. Y todo, subrayado con imágenes expresivas: te pegan en una mejilla y has de poner la otra; te quitan la capa y has de dar la túnica.
Jesús apunta la razón de tal comportamiento evangélico: amar al amigo es también de paganos; amar al enemigo es cosa de los “hijos del Altísimo”. Porque Dios es bueno también con los malvados y desagradecidos.

¿Y nosotros?

Con lo claro que habla el Evangelio, y la capacidad que tenemos de esquivar su mensaje. Qué regates ideológicos se nos ocurren. Te asomas a una página de información religiosa de Internet. Y, desde el anonimato, qué descarga de insultos, de improperios se lanzan, entre sí, los que dicen amar a Jesucristo y a la Iglesia. Y, encima, acabamos diciendo que rezamos por el pobrecillo a quien hemos asaeteado con nuestras palabras. Se diría que hemos cambiado el elogio dirigido a los primeros cristianos; hoy parece que habría que exclamar: “Mirad cómo se odian”.
Nuestro amor al prójimo, como el de Jesús. Amor universal, sin fronteras, porque sí, totalmente gratuito. Seguimos al Dios que “hace llover sobre buenos y malos”. Siempre, en la confianza de que el amor transforma, renueva, recrea a las personas y al mundo.
Lo malo es que tenemos la mala costumbre de los “peros”. Proclamamos el mandamiento del amor y, a la vez, lo llenamos de estos “peros”. Por ejemplo: “Bien está la misericordia, “pero” también hay que aplicar la justicia”. Se podría hacer una lista larga de ejemplos. Creo que es una trampa del diablo. No caigamos en esta insidiosa tentación.
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Posted: 08 Sep 2010 04:24 PM PDT

SEMANA XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 8, 1. 4b-13


Hermanos:
Con respecto a la carne sacrificada a los ídolos, todos tenemos el conocimiento debido, ya lo sabemos, pero el conocimiento llena de orgullo, mientras que el amor edifica.
Sabemos bien que los ídolos no son nada en el mundo y que no hay más que un solo Dios. Es verdad que algunos son considerados dioses, sea en el cielo o en la tierra: de hecho, hay una cantidad de dioses y una cantidad de señores. Pero para nosotros, no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y a quien nosotros estamos destinados, y un solo Señor, Jesucristo, por quien todo existe y por quien nosotros existimos.

Sin embargo, no todos tienen este conocimiento. Algunos, habituados hasta hace poco a la idolatría, comen la carne sacrificada a los ídolos como si fuera sagrada, y su conciencia, que es débil, queda manchada. Ciertamente, no es un alimento lo que nos acerca a Dios: ni por dejar de comer somos menos, ni por comer somos más. Pero tengan cuidado que el uso de esta libertad no sea ocasión de caída para el débil.
Si alguien te ve a ti, que sabes cómo se debe obrar, sentado a la mesa en un templo pagano, ¿no se sentirá autorizado, a causa, de la debilidad de su conciencia, a comer lo que ha sido sacrificado a los ídolos? Y así, tú, que tienes el debido conocimiento, haces perecer al débil, ¡ese hermano por el que murió Cristo!
Pecando de esa manera contra sus hermanos e hiriendo su conciencia, que es débil, ustedes pecan contra Cristo. Por lo tanto, si un alimento es ocasión de caída para mi hermano, nunca probaré carne, a fin de evitar su caída.


Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL 138, 1-3. 13-14b. 23-24

R. ¡Llévame por el camino eterno, Señor!

Señor, Tú me sondeas y me conoces
Tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares. R.

Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras! R.

Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce lo que pienso;
observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno. R.



Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 6, 27-36

Jesús dijo a sus discípulos:
Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigas, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquéllos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquéllos que los aman. Si hacen el bien a aquéllos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquéllos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.


Palabra del Señor.



LITURGIA DE LAS HORAS
TIEMPO ORDINARIO
JUEVES DE LA SEMANA XXIII
De la feria. Salterio III


9 de septiembre


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Venid, adoremos al Señor, porque él es nuestro Dios.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: SEÑOR, CUANDO FLORECE UN NUEVO DÍA.

Señor, cuando florece un nuevo día
en el jardín del tiempo,
no dejes que la espina del pecado
vierta en él su veneno.

El trabajo del hombre rompe el surco
en el campo moreno;
en frutos de bondad y de justicia
convierte sus deseos.

Alivia sus dolores con la hartura
de tu propio alimento;
y que vuelvan al fuego de tu casa
cansados y contentos. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!

Salmo 86 - HIMNO A JERUSALÉN, MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS.

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.

¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí.»

Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.»

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!

Ant. 2. El Señor llega con poder, y su recompensa lo precede.

Cántico: EL BUEN PASTOR ES EL DIOS ALTISIMO Y SAPIENTÍSIMO - Is 40, 10-17

Mirad, el Señor Dios llega con poder,
y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario
y su recompensa lo precede.

Como un pastor que apacienta el rebaño,
su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos
y hace recostar a las madres.

¿Quién ha medido a puñados el mar
o mensurado a palmos el cielo,
o a cuartillos el polvo de la tierra?

¿Quién ha pesado en la balanza los montes
y en la báscula las colinas?
¿Quién ha medido el aliento del Señor?
¿Quién le ha sugerido su proyecto?

¿Con quién se aconsejó para entenderlo,
para que le enseñara el camino exacto,
para que le enseñara el saber
y le sugiriese el método inteligente?

Mirad, las naciones son gotas de un cubo
y valen lo que el polvillo de balanza.
Mirad, las islas pesan lo que un grano,
el Líbano no basta para leña,
sus fieras no bastan para el holocausto.

En su presencia, las naciones todas,
como si no existieran,
son ante él como nada y vacío.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. El Señor llega con poder, y su recompensa lo precede.

Ant. 3. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies.

Salmo 98 - SANTO ES EL SEÑOR, NUESTRO DIOS.

El Señor reina, tiemblen las naciones;
sentado sobre querubines, vacile la tierra.

El Señor es grande en Sión,
encumbrado sobre todos los pueblos.
Reconozcan tu nombre, grande y terrible:
Él es santo.

Reinas con poder y amas la justicia,
tú has establecido la rectitud;
tú administras la justicia y el derecho,
tú actúas en Jacob.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo.

Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor, y él respondía.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos y la ley que les dio.

Señor, Dios nuestro, tú les respondías,
tú eras para ellos un Dios de perdón
y un Dios vengador de sus maldades.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies.

LECTURA BREVE 1Pe 4, 10-11

Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que toma la palabra que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, Señor nuestro, cuya es la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

RESPONSORIO BREVE

V. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.

V. Guardaré tus leyes.
R. Respóndeme, Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de nuestros enemigos.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de nuestros enemigos.

PRECES

Demos gracias al Señor, que guía y alimenta con amor a su pueblo, y digámosle:

Te glorificamos por siempre, Señor.

Señor, rey del universo, te alabamos por el amor que nos tienes,
porque de manera admirable nos creaste y más admirablemente aún nos redimiste.

Al comenzar este nuevo día, pon en nuestros corazones el anhelo de servirte,
para que te glorifiquemos en todos nuestros pensamientos y acciones.

Purifica nuestros corazones de todo mal deseo,
y haz que estemos siempre atentos a tu voluntad.

Danos un corazón abierto a las necesidades de nuestros hermanos,
para que a nadie falte la ayuda de nuestro amor.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Acudamos ahora a nuestro Padre celestial, diciendo:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno: a los pueblos que viven en tiniebla y en sombra de muerte, ilumínalos con tu luz, ya que con ella nos ha visitado el sol que nace de lo alto, Jesucristo, nuestro Señor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: ENFRÍA, SEÑOR, MI BOCA

Enfría, Señor, mi boca;
Señor, reduce mi brasa;
dame, como te lo pido,
concordia de cuerpo y alma.

Frente al perverso oleaje,
ponme costado de gracia;
dame, como te demando,
concordia de cuerpo y alma.

Señor, mitiga mi angustia;
remite, Señor, mi ansia;
dame, como te la clamo,
concordia de cuerpo y alma.

No dejes que los sentidos
me rindan en la batalla;
Señor, Señor, no me niegues
concordia de cuerpo y alma. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.

Salmo 131 I - PROMESAS A LA CASA DE DAVID.

Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte de Jacob:

«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,
ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob.»

Oímos que estaba en Efrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies.

Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles te aclamen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.

Ant. 2. El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.

Salmo 131 II.

El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.

Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,
se sentarán sobre tu trono.»

Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.

Bendeciré sus provisiones,
a sus pobres los saciaré de pan;
vestiré a sus sacerdotes de gala,
y sus fieles aclamarán con vítores.

Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.

Ant. 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.

Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap. 11, 17-18; 12, 10b-12a

Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.

Se encolerizaron las naciones,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.

Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.

Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.

LECTURA BREVE 1Pe 3, 8-9

Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal, con ternura, con humildad. No devolváis mal por mal o insulto por insulto; al contrario, responded con una bendición, porque vuestra vocación mira a esto: a heredar una bendición.

RESPONSORIO BREVE

V. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.

V. Nos sació con miel silvestre.
R. Con flor de harina.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.

PRECES

Invoquemos a Cristo, pastor, protector y ayuda de su pueblo, diciendo:

Señor, refugio nuestro, escúchanos.

Bendito seas, Señor, que nos has llamado a tu santa Iglesia;
haz que seamos fieles a esta dignación de tu amor.

Tú que has encomendado al Papa Benedicto XVI la preocupación por todas las Iglesias,
concédele una fe inquebrantable, una esperanza viva y una caridad solícita.

Da a los pecadores la conversión, a los que caen, fortaleza,
y concede a todos la penitencia y la salvación.

Tú que quisiste habitar en un país extranjero,
acuérdate de los que viven lejos de su familia y de su patria.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

A todos los difuntos que esperaron en ti,
concédeles el descanso eterno.

Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos con plena confianza a Dios nuestro Padre:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Dios todopoderoso, te damos gracias por el día que termina e imploramos tu clemencia para que nos perdones benignamente todas las faltas que, por la fragilidad de la condición humana, en él hayamos cometido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Ant. Mi carne descansa serena.

Salmo 15 - CRISTO Y SUS MIEMBROS ESPERAN LA RESURRECCIÓN.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.

Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.

El Señor es mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Mi carne descansa serena.

LECTURA BREVE 1Ts 5, 23

Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Señor, Dios nuestro, concédenos un descanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas, desgastadas ahora por el trabajo del día; así, fortalecidos con tu ayuda, te serviremos siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Por Cristo nuestro Señor.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.

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