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lunes, 13 de septiembre de 2010

CAMINO MISIONERO 13/09/2010

  • LA BARCA DE PEDRO ES FRÁGIL
  • Evangelio Misionero del Dia: 13 de Setiembre de 2010 - SEMANA XXIV DURANTE EL AÑO
  • Lecturas y Liturgia de las Horas: 13 de Setiembre de 2010
  • El banquetazo del hijo pródigo
  • Domingo XXIV del tiempo ordinario: A mano alzada
  • Meditacion para el Domingo 12 de Septiembre de 2010
Posted: 12 Sep 2010 03:29 PM PDT


El teólogo Joxe Arregi acaba de comunicar que abandona la Orden Franciscana y la comunidad del santuario de Arantzazu tras su conflicto abierto con el obispo José Ignacio Munilla. En este desgraciado asunto se han juntado el tema de la fe con otros temas mucho más mundanos.

Todo comenzó por el nombramiento episcopal pese al criterio en contra de la gran mayoría de su diócesis. No pasa desapercibida la magnitud de esta disconformidad pública y generalizada porque no tiene parangón histórico en ninguna diócesis del Estado. Lo normal es que de una terna enviada a Roma se nombre obispo a uno de sus integrantes. O, a lo sumo, que propongan una nueva terna.

Lo que ha pasado aquí ha sido una desautorización, en toda regla, a la comunidad eclesial guipuzcoana, algo parecido al nombramiento en la persona de Mario Iceta. Recordemos que cada comunidad eclesial nombraba a sus obispos hasta que los abusos del poder civil, que se recrudecieron en los años de plomo del franquismo, aconsejaron que el Papa fuese la última palabra en los nombramientos.

La Iglesia actual no está para ser conocida por semejantes despropósitos ante la tarea ingente de evangelización que tiene por delante, como luz y esperanza para este mundo posmoderno que pretende acartonarnos el corazón. Pero a la manera del Maestro, que mostró el camino a base de comprensión, acogida, misericordia y ejemplo, dejando claro que solo por los hechos nos conocerán si somos sus testigos. Aquí reside la radicalidad evangélica.

No parece que Arregi, doctor en Teología por el Instituto Católico de París y profesor en las facultades de Teología de Vitoria-Gasteiz y Deusto, tuviese, que se sepa, asuntos pendientes con Doctrina de la Fe.

El silencio impuesto era disciplinario y ajeno a motivos doctrinales y heréticos que justificasen de este obispo comentarios como “Debéis callar del todo a Arregi, os exijo que lo hagáis”, o que Arregi “era agua sucia que contamina a todos”, llegando a pedir al provincial franciscano que le destinaran a América, a trabajar junto a los pobres “como medida de gracia” (como si los pobres fueran ese lugar al que enviar a los díscolos).

Por su parte, Arregi muestra dudas sobre la ortodoxia del obispo, afirmando que “si la fe de la Iglesia es el Catecismo tal como monseñor Munilla lo entiende y explica, admito sin reservas que soy hereje”.

De verdad que no sé en qué bases se va a apoyar Munilla para conseguir que los predilectos del Evangelio vean en la iglesia guipuzcoana la práctica de la Buena Noticia. Empezó declarando que los diputados que apoyen la reciente ley del aborto “estarán en situación de complicidad de asesinato”, sin extenderla al rey por su imprescindible firma en el BOE. Tampoco ha utilizado sus duras palabras para las iniciativas legales del PP en materia del aborto cuando gobernaba Aznar.

Lo que el obispo nos muestra son unas maneras episcopales y un lenguaje de otros tiempos impropio del Evangelio, mientras calla cuando otros que se dicen cristianos, escandalizan de verdad desde las cúpulas de poder económico y político, encantados con la realidad de una Iglesia Estado. Y ahora, el affaire con Arregi. Mucho para tan poco tiempo.

Y sobre otros asuntos más mundanos pero enroscados con este feo asunto, mientras Juan Pablo II reconocía en la Asamblea de la ONU (1995) que
“los particularismos étnico culturales son casi como una necesidad impetuosa de identidad y de supervivencia, una especie de contrapeso a las tendencias homologadoras”,
la Conferencia Episcopal lo entendió a la primera en el caso de España, pero su reflexión le llevó a opinar las palabras del Papa de manera bien distinta cuando se trata de Euskadi o Catalunya:
“el nacionalismo degenera en una ideología y un proyecto político excluyente, incapaz de reconocer y proteger los derechos de los ciudadanos y tentado de las aspiraciones totalitarias” (2005).

Lo cierto es que las diócesis vascas siguen perteneciendo al arzobispado de Burgos mientras los obispos vascos, al menos hasta ahora, escribían cartas pastorales conjuntas con el arzobispado de Pamplona; muy buenas, por cierto.

Como cristiano que intento comportarme, estoy deseando que Arregi encuentre la paz en su nueva condición de “simple franciscano sin hábito” que no abandona el sacerdocio. Y que Munilla ponga en práctica, cuanto antes, el último punto de su comunicado de la prensa en que desautorizaba las palabras de Arregi, a principios del verano: “realidad en la Caridad y en la Verdad, el ideal de la comunión a la que Cristo nos ha llamado”. Caridad y verdad; casi nada.

Por Gabriel Mª Otalora
Publicado por Fe Adulta
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 12 Sep 2010 03:14 PM PDT


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 7, 1-10


Jesús entró en Cafarnaúm. Había allí un centurión que tenía un sirviente enfermo, a punto de morir, al que estimaba mucho. Como había oído hablar de Jesús, envió a unos ancianos judíos para rogarle que viniera a sanar a su servidor.
Cuando estuvieron cerca de Jesús, le suplicaron con insistencia, diciéndole: «Él merece que le hagas este favor, porque ama a nuestra nación y nos ha construido la sinagoga».
Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el centurión le mandó decir por unos amigos: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa; por eso no me consideré digno de ir a verte personalmente. Basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque yo -que no soy más que un oficial subalterno, pero tengo soldados a mis órdenes- cuando digo a uno: "Ve", él va; y a otro: "Ven", él viene; y cuando digo a mi sirviente: "¡Tienes que hacer esto!", él lo hace».
Al oír estas palabras, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, dijo: «Yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe».
Cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron al sirviente completamente sano.


Compartiendo la Palabra
Por Arquidiocesis de Madrid


Es que es un hombre bueno

“Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho”. Lo que nos cuenta hoy el Evangelio es, realmente, atrayente y capta nuestra atención desde el primer momento. El Señor va caminando y, de pronto, lo para el centurión, bueno, sus enviados que es como si fuera el centurión mismo. Le ruega al Señor que “fuera a curar a su criado”. Y es curiosa la intervención de los judíos, antes de que el Señor diga si lo va a curar o no, que le piden al Señor que interceda por este buen centurión; desean que atienda su súplica porque “merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga”.

En los tiempos que corren, este Evangelio de la Misa de hoy nos viene de maravilla para –es lo que debemos hacer siempre con la vida de Cristo— meditar cómo debemos de comportarnos con los que son de otra religión, de otra raza, de otro extracto social. Es increíble que estén pidiendo al Señor que le haga ese favor a éste romano, es decir, al opresor, al dominador, al que tiene subyugado al pueblo. ¿Cuál es la razón? porque era bueno. Lo podemos decir de otro modo: porque tenía corazón –“porque tiene afecto a nuestro pueblo”- para decirlo tal como lo dicen los judíos. Un afecto que no es de palabras melosas o sentimentaloides para ganarse una estima, lo que hoy llamaríamos “votos”. No. No es así. El amor se demuestra con obras. Y aquí la palabra obras tiene el sentido más exacto del término: les construye una obra, una sinagoga: “nos ha construido una sinagoga”. Que es como si le estuvieran diciendo al Señor: fíjate si es bueno, y nos quiere que hasta nos ha construido un sitio para rezar a nuestro Dios, y eso que él cree en otras cosas.

Una vez más viene a nuestra cabeza aquellas palabras que el Papa en Cuatro Vientos, Madrid, nos decía a los españoles y a los hombres del mundo entero: no hemos de imponer sino de convencer. Ayudar a todos, querer a todos. No si se nos pide ayuda para obras objetiva o intrínsecamente malas, pues eso iría contra el querer de Dios. Pero ayudar a rezar, colaborar a que nuestros corazones encuentren el camino para hablar con Dios, ahí deben encontrar siempre a un cristiano dispuesto a echar una mano, que colabora con el prójimo.

Y ahí están efectivamente tantos hombres y mujeres, que este verano seguro habrán estado ayudando a través de iniciativas parroquiales, de instituciones de la Iglesia, y también de otros organismos, que habrán estado realizando obras, a veces de forma física, y otras –no menos importantes— de caridad: una caricia, una limosna, una sonrisa, la curación de una herida, enseñar a leer, limpiar a un anciano o darle de comer. Si tú este verano has utilizado también tu tiempo libre para estas cosas, y lo has hecho por amor a los demás –como éste centurión—y, por Dios, porque eres cristiano, te pasará lo mismo que nos cuenta el Evangelio que, Jesús, al oír esto, “se fue con ellos”. También Jesús se irá contigo… estará en tus obras.
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 12 Sep 2010 03:05 PM PDT

SEMANA XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 11, 17-26. 33


Hermanos:
No puedo felicitarlos por sus reuniones, que en lugar de beneficiarlos los perjudican. Ante todo, porque he oído decir que cuando celebran sus asambleas, hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. Sin embargo, es preciso que se formen partidos entre ustedes, para que se pongan de manifiesto los que tienen verdadera virtud.
Cuando se reúnen, lo que menos hacen es comer la Cena del Señor, porque apenas se sientan a la mesa, cada uno se apresura a comer su propia comida, y mientras uno pasa hambre, el otro se embriaga. ¿Acaso no tienen sus casas para comer y beber? ¿O tan poco aprecio tienen a la Iglesia de Dios, que quieren hacer pasar vergüenza a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Los voy a alabar? En esto, no puedo alabarlos.
Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía». De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía». Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que Él vuelva.
Así, hermanos, cuando se reúnan para participar de la Cena, espérense unos a otros.


Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL 39, 7-10. 17

R. ¡Proclamen la muerte del Señor, hasta que vuelva!

Tú no quisiste víctima ni oblación;
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: «Aquí estoy». R.

«En el libro de la Ley está escrito
lo que tengo que hacer:
yo amo, Dios mío, tu voluntad,
y tu ley está en mi corazón». R.

Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea;
no, no mantuve cerrados mis labios,
Tú lo sabes, Señor. R.

Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan,
y digan siempre los que desean tu victoria:
«¡Qué grande es el Señor!» R.




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 7, 1-10

Jesús entró en Cafarnaúm. Había allí un centurión que tenía un sirviente enfermo, a punto de morir, al que estimaba mucho. Como había oído hablar de Jesús, envió a unos ancianos judíos para rogarle que viniera a sanar a su servidor.
Cuando estuvieron cerca de Jesús, le suplicaron con insistencia, diciéndole: «Él merece que le hagas este favor, porque ama a nuestra nación y nos ha construido la sinagoga».
Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el centurión le mandó decir por unos amigos: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa; por eso no me consideré digno de ir a verte personalmente. Basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque yo -que no soy más que un oficial subalterno, pero tengo soldados a mis órdenes- cuando digo a uno: "Ve", él va; y a otro: "Ven", él viene; y cuando digo a mi sirviente: "¡Tienes que hacer esto!", él lo hace».
Al oír estas palabras, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la multitud que lo seguía, dijo: «Yo les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe».
Cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron al sirviente completamente sano.


Palabra del Señor.


LITURGIA DE LAS HORAS
TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA XXIV
De la memoria. Salterio IV
13 de septiembre


SAN JUAN CRISÓSTOMO, obispo y doctor de la Iglesia (MEMORIA).

Nació en Antioquía, hacia el año 349; después de recibir una excelente formación, comenzó por dedicarse a la vida ascética. Más tarde fue ordenado sacerdote y ejerció con gran provecho el ministerio de la predicación. El año 397 fue elegido obispo de Constantinopla, cargo en el que se comportó como un pastor ejemplar, esforzándose por llevar a cabo una estricta reforma de las costumbres del clero y de los fieles. La oposición de la corte imperial y de los envidiosos lo llevó por dos veces al destierro. Acabado por tantas miserias, murió en Comana, en el Ponto, el día 14 de septiembre del año 407. Contribuyó en gran manera, por su palabra y escritos, al enriquecimiento de la doctrina cristiana, mereciendo el apelativo de Crisóstomo, es decir, «Boca de oro».


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: PARA VOSOTROS, EL MISTERIO DEL PADRE.

Para vosotros, el misterio del Padre;
con vosotros, la luz del Verbo;
en vosotros, la llama del Amor
que es fuego.

¡Hontanares de Dios!,
¡hombres del Evangelio!,
¡humildes inteligencias luminosas!,
¡grandes hombres de barro tierno!

El mundo tiene hambre de infinito
y sed de cielo;
las criaturas nos atan a lo efímero
y nos vamos perdiendo en el tiempo.

Para nosotros,
el misterio que aprendisteis del Padre;
con nosotros, la luz que os dio el Verbo;
en nosotros, el Amor ingénito.

¡Hombres de Cristo, maestros de la Iglesia!
dadnos una vida y un anhelo,
la angustia por la verdad,
por el error el miedo.

Dadnos una vida de rodillas
ante el misterio,
una visión de este mundo de muerte
y una esperanza de cielo.

Padre, te pedimos para la Iglesia
la ciencia de estos maestros. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Por la mañana, sácianos de tu misericordia, Señor.

Salmo 89 - BAJE A NOSOTROS LA BONDAD DEL SEÑOR

Señor, tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.

Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.

Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán.»
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó;
una vigilia nocturna.

Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca.

¡Cómo nos ha consumido tu cólera
y nos ha trastornado tu indignación!
Pusiste nuestras culpas ante ti,
nuestros secretos ante la luz de tu mirada:
y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera,
y nuestros años se acabaron como un suspiro.

Aunque uno viva setenta años,
y el más robusto hasta ochenta,
la mayor parte son fatiga inútil,
porque pasan aprisa y vuelan.

¿Quién conoce la vehemencia de tu ira,
quién ha sentido el peso de tu cólera?
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos;
por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Danos alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas.
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.

Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Por la mañana, sácianos de tu misericordia, Señor.

Ant. 2. Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.

Cántico: CANTICO NUEVO AL DIOS VENCEDOR Y SALVADOR Is 42, 10-16

Cantad al Señor un cántico nuevo,
llegue su alabanza hasta el confín de la tierra;
muja el mar y lo que contiene,
las islas y sus habitantes;

alégrese el desierto con sus tiendas,
los cercados que habita Cadar;
exulten los habitantes de Petra,
clamen desde la cumbre de las montañas;
den gloria al Señor,
anuncien su alabanza en las islas.

El Señor sale como un héroe,
excita su ardor como un guerrero,
lanza el alarido,
mostrándose valiente frente al enemigo.

«Desde antiguo guardé silencio,
me callaba y aguantaba;
mas ahora grito como la mujer cuando da a luz,
jadeo y resuello.

Agostaré montes y collados,
secaré toda su hierba,
convertiré los ríos en yermo,
desecaré los estanques;
conduciré a los ciegos
por el camino que no conocen,
los guiaré por senderos que ignoran.
Ante ellos convertiré la tiniebla en luz,
lo escabroso en llano.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.

Ant. 3. Alabad el nombre del Señor, los que estáis en la casa del Señor.

Salmo 134 1-12 - HIMNO A DIOS POR SUS MARAVILLAS

Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.

Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.

Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.

Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.

Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus ministros.

Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Alabad el nombre del Señor, los que estáis en la casa del Señor.

LECTURA BREVE Sb 7, 13-14

Aprendí la sabiduría sin malicia, reparto sin envidia, y no me guardo sus riquezas. Porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que lo adquieren se atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseñanza los recomienda.

RESPONSORIO BREVE

V. El pueblo cuenta su sabiduría.
R. El pueblo cuenta su sabiduría.

V. La asamblea pregona su alabanza.
R. Cuenta su sabiduría.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El pueblo cuenta su sabiduría.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Los sabios brillarán con esplendor de cielo, y los que enseñan la justicia a las multitudes serán como estrellas por toda la eternidad.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Los sabios brillarán con esplendor de cielo, y los que enseñan la justicia a las multitudes serán como estrellas por toda la eternidad.

PRECES

Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle diciendo:

Apacienta a tu pueblo, Señor.

Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor,
haz que por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.

Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único pastor de tu pueblo,
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.

Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los cuerpos y de las almas,
haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas de una vida santa.

Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el amor de los santos,
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Señor Dios, fortaleza de los que en ti confían, tú que quisiste que el obispo san Juan Crisóstomo brillara por su admirable elocuencia y por su gran fortaleza en medio de las pruebas, haz que la sabiduría de este eximio doctor de la Iglesia nos ilumine y que el ejemplo de su invencible constancia nos fortalezca. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: VERBO DE DIOS, ETERNA LUZ DIVINA.

Verbo de Dios, eterna luz divina,
fuente eternal de toda verdad pura,
gloria de Dios, que el cosmos ilumina,
antorcha toda luz en noche oscura.

Palabra eternamente pronunciada
en la mente del Padre, ¡oh regocijo!,
que en el tiempo a los hombres nos fue dada
en el seno de Virgen, hecha Hijo.

Las tinieblas de muerte y de pecado,
en que yacía el hombre, así vencido,
su verdad y su luz han disipado,
con su vida y su muerte ha redimido.

Con destellos de luz que Dios envía,
no dejéis de brillar, faros divinos;
de los hombres y pueblos sed su guía,
proclamad la verdad en los caminos. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Salmo 135 I - HIMNO A DIOS POR LAS MARAVILLAS DE LA CREACIÓN Y DEL ÉXODO.

Dad gracias al Señor porque es bueno:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios de los dioses:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Señor de los señores:
porque es eterna su misericordia.

Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterna su misericordia.

Él hizo sabiamente los cielos:
porque es eterna su misericordia.

El afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterna su misericordia.

Él hizo lumbreras gigantes:
porque es eterna su misericordia.

El sol que gobierna el día:
porque es eterna su misericordia.

La luna que gobierna la noche:
porque es eterna su misericordia.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Ant. 2. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.

Salmo 135 II

El hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque es eterna su misericordia.

Y sacó a Israel de aquel país:
porque es eterna su misericordia.

Con mano poderosa, con brazo extendido:
porque es eterna su misericordia.

Él dividió en dos partes el mar Rojo:
porque es eterna su misericordia.

Y condujo por en medio a Israel:
porque es eterna su misericordia.

Arrojó en el mar Rojo al Faraón:
porque es eterna su misericordia.

Guió por el desierto a su pueblo:
porque es eterna su misericordia.

Él hirió a reyes famosos:
porque es eterna su misericordia.

Dio muerte a reyes poderosos:
porque es eterna su misericordia.

A Sijón, rey de los amorreos:
porque es eterna su misericordia.

Y a Hog, rey de Basán:
porque es eterna su misericordia.

Les dio su tierra en heredad:
porque es eterna su misericordia.

En heredad a Israel, su siervo:
porque es eterna su misericordia.

En nuestra humillación se acordó de nosotros:
porque es eterna su misericordia.

Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterna su misericordia.

Él da alimento a todo viviente:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios del cielo:
porque es eterna su misericordia.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.

Ant. 3. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.

Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.

LECTURA BREVE St 3, 17-18

La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz; y su fruto es la justicia.

RESPONSORIO BREVE

V. En la asamblea le da la palabra.
R. En la asamblea le da la palabra.

V. Lo llena de espíritu, sabiduría e inteligencia.
R. Le da la palabra.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la asamblea le da la palabra.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Juan Crisóstomo, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Juan Crisóstomo, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios.

PRECES

Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios, y supliquémosle humildemente diciendo:

Salva a tu pueblo, Señor.

Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia,
haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.

Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los santos.

Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los consagraste como ministros en bien de sus hermanos,
llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.

Tú que fuiste la heredad de los santos pastores,
no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado de ti.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas para que nadie las arrebate de tu mano,
salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.

Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Señor Dios, fortaleza de los que en ti confían, tú que quisiste que el obispo san Juan Crisóstomo brillara por su admirable elocuencia y por su gran fortaleza en medio de las pruebas, haz que la sabiduría de este eximio doctor de la Iglesia nos ilumine y que el ejemplo de su invencible constancia nos fortalezca. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




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COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.

Salmo 85 - ORACIÓN DE UN POBRE ANTE LAS DIFICULTADES.

Inclina tu oído, Señor; escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.

Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;

porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.

En el día del peligro te llamo,
y tú me escuchas.
No tienes igual entre los dioses, Señor,
ni hay obras como las tuyas.

Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.»

Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.

Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu grande piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.

Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,
una banda de insolentes atenta contra mi vida,
sin tenerte en cuenta a ti.

Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí.

Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
dame una señal propicia,
que la vean mis adversarios y se avergüencen,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.

LECTURA BREVE 1Ts 5, 9-10

Dios nos ha puesto para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo, vivamos junto con él.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Concede, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el descanso necesario, y haz que la simiente del reino que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy crezca y germine para la cosecha de la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.
Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente.
Posted: 12 Sep 2010 08:13 AM PDT




En la misa de hoy se leen los textos de Lucas conocidos como parábolas de la misericordia: la oveja y la dracma perdida junto al maravilloso retrato del Padre trazado por Jesús en el Hjo Pródigo.

Me fastidia que se haya dado tanto contenido moral y de reprimenda a este última historia despertadora del Maestro. Casi todos los predicadores insisten en el “levantarse” y cambiar de vida; pero el padre, lejos de darle la paliza de “no lo hagas más” o “te impongo como penitencia”, organiza una fiesta después de la “ducha” y el perfume: túnica nueva, sandalias, anillo y banquetazo.

Nosostros en cambio nos hemos vestido de sotana negra, hemos insistido en los golpes de pecho, sayal o ceniza y en “llorar” mucho los pecados.

Para mí, aparte del amor infinito de un padre que siempre recibe, la parábola quiere decir:

-No te vayas, ¡con lo bien que se está en casa!

-Irse de casa es correr tras el “fuera”, como si en el “fuera” fueras en realidad a encontrar algo.

-Volver a casa es darse cuenta de que “dentro” lo tenemos todo.

-Estar en casa (en la luz de la conciencia) es vivir a tope, en continua fiesta.

-El camino de la vida es encontrar la unidad entre el interior y el exterior, superando el paso del tiempo a la luz del ahora: uníón mística.

-Creemos estar separados, cuando divinizamos lo concreto. Volvemos a casa cuando desde lo concreto regresamos al Todo, desde al ola al Océano, nos damos cuenta de la ilusión de creernos separados.

- Cuidar cerdos es la desilusión de las cosas tomadas por sí mismas (el derroche del pródigo creyendo que va a encontrarse a sí mismo en la juerga de la vida). Volver al abrazo del Padre es recuperar la unidad en el Amor, lo cual es una fiesta.

-No es despreciar las cosas, malgastando la herencia, es recuperar toda la creación mirándolas desde el amor que las habita.

-En las tres parábolas (oveja, moneda, pródigo) lo importante no es el “arrepentimiento”, sino la alegría, la fiesta. Como el cristianismo la Pascua, aunque la cruz sea necesaria e inevitable. aunque hay que dar un paso para salir de la alienación, la idolatría a lo concreto.

-¿Cuándo se nos quitará la cara de viudos? Hoy la Iglesia está llena de pelmazos “hijos fieles”, cumplidores, dogmáticos, perfectos y roñosos… que no disfrutan de la fiesta de su hermano ni de nadie, porque se crean magníficos, pero han confundido su casa con su ego, un ego (corralito lleno de normas protectoras) que nunca han abandonado.

-El Padre organiza banquetes para cooperadores, amigos, gente plenamente viva, aunque sean no creyentes, protestantes, islámicos, judíos, etc, con tal de que amen donde quiera que estén, con tal de que hayan descubierto las antorchas encendidas de la gran fiesta que es vivir despiertos, en la casa del Padre.

-En la Casa del Amor, del Padre, cabemos todos los que lo pasamos genial en ella. No pedimos pasaporte, ni certificado de bautismo, ni ningún otro papel. ¡Bienvenidos también los okupas!
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Posted: 12 Sep 2010 07:49 AM PDT


Para poder dibujar bien a mano alzada hay que tener una destreza especial. A la hora de esbozar un retrato de Dios tenemos que dejar que sea el corazón quien guíe nuestra mano para, desde nuestra experiencia, dibujar algo original, nuestro.

Imaginemos que nos encargan hacer un retrato de Dios ¿Cómo lo haríamos? ¿Cómo hacer un retrato si nunca lo hemos visto? De todas formas seguro que cada uno de nosotros, partiendo de nuestras experiencias personales y de lo que leemos en la Biblia, podríamos bosquejar un perfil: para unos será alegre, jovial; para otros será gruñón, triste, o despistado; otros se fijarán en su ternura… Jesús hace hoy lo mismo. Los fariseos y los escribas vuelven a arremeter contra él porque una vez más está compartiendo mesa y mantel con los publicanos y los pecadores. Jesús no encuentra mejor argumento que recurrir a Dios a través de parábolas en las que muestra cómo reacciona Dios ante todos los que van por la vida perdidos o extraviados, sean o no culpables de su situación.

Dios no puede con la nostalgia de estar sin lo que se le ha perdido, y al encontrarlo la alegría es desmesurada, pues ¿qué pastor que tiene cien ovejas, se pone a llamar a vecinos y amigos porque ha encontrado una que se le ha extraviado? ¿o qué mujer rebusca hasta el último rincón de la casa para encontrar una sola moneda y junta a vecinas y amigas para celebrar el acontecimiento? Una vez más aquí nos encontramos con la contraposición: por una parte el Dios de los líderes de la religión que no tolera al perdido; y por otra el Dios que nos presenta Jesús que no puede pasar sin él y que está en vilo hasta que por fin lo encuentra y, entonces, desborda de gozo. Aquí hay un detalle curioso, los fariseos y escribas murmuran mientras que los ángeles de Dios se alegran. La contraposición se ha llevado al límite, frente al chismorreo de los que se creen perfectos, de los defensores de la ley, el Cielo se alegra por la vuelta del que estaba perdido. Por tanto no hay en ningún caso castigo y amenaza, sino vida, alegría, acogida, calor y ternura. El Dios que nos dibuja Jesús no se ocupa de complicarnos la vida, sino que se humaniza para humanizar nuestra vida. En la medida en que nosotros nos hacemos más humanos, capaces de escuchar y amar, nos asemejamos más a Él.

Volvemos a la pregunta inicial: ¿Cuál es entonces nuestro perfil de Dios? No son pocas las ocasiones en las que parecemos empeñados en representarle enfadado y rencoroso, calculando minuciosamente nuestros pasos y nuestras caídas para pasarnos rápidamente la factura. Parece que toda nuestra vida se debate en un continuo pulso con un Dios desentendido de nuestra fragilidad. Mejor es ver en Dios un tontaina que busca una aguja en un pajar, que un devoto que mira para otro lado diciendo “si no aparece peor para él”. Nuestro Dios no es el del ceño fruncido sino el de la alegría sin medida, capaz de organizar una gran fiesta cuando nos dejamos abrazar por él. ¿Por qué nos resulta tan complicado dibujar a Dios en el lienzo de nuestra vida diaria, a todo color, sonriendo y disfrutando?

Si queremos ser consecuentes con el evangelio nuestra fe no puede basarse en ese Dios elevado y trascendente, apoltronado, frío y monocromo, sino en este Dios fundido en nuestro quehacer cotidiano y capaz de hacer suyas nuestras alegrías y nuestras tristezas. Borremos de una vez por todas de nuestro horizonte, de nuestras predicaciones, de nuestras devociones, al Dios castigador y cascarrabias, propio del chismorreo farisaico. En mi opinión el perfil, el retrato de Dios sería: bonachón, alegre y humano, capaz de reír y llorar con nosotros. No estaría mal que durante esta semana a partir del evangelio este domingo, y de nuestra experiencia, intentásemos dibujar su retrato a mano alzada, sin reglas, cartabones, ni modelos prefabricados. Suerte.

Roberto Sayalero Sanz, agustino recoleto. Colegio San Agustín (Valladolid, España)
Publicado por Entra y Verás
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Posted: 12 Sep 2010 07:43 AM PDT
Por Angel Moreno
(Ex 32, 7-11.13-14; Sal 50; 1 Tm 1, 12-17; Lc 15, 1-32)


Ante la lectura de la Carta a Timoteo, del Apóstol San Pablo, a dos días del aniversario de mi ordenación, y de la solemnidad de la Exaltación de la Cruz: “Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio”.
Al ver la reacción de Moisés, cuando Dios, cansado del comportamiento de su pueblo, le dice que va a suprimirlo y hacer un pueblo nuevo, y él intercede para que el Señor perdone y se acuerde de la Alianza que hizo con Abraham.
Ante los ejemplos que narra el Evangelio, las parábolas de la misericordia, de la “oveja perdida”, de la “dracma perdida”; y del “hijo pródigo”, textos emblemáticos en el anuncio del Reino de Dios.
Próximos a celebrar la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, misterio de solidaridad entrañable de la que se nos ha regalado como Madre.
Se intensifica en mí la llamada a la misericordia, a la vez que la necesidad del perdón, desde la propia conciencia menesterosa, como testifica el Apóstol: “El Señor derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor en Cristo Jesús. Vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero”.
A los sacerdotes se nos ha configurado con Cristo y hemos sido constituidos mediación necesaria para la Eucaristía y para el perdón de los pecados. Somos presencia de la misericordia de Dios por el anuncio del Evangelio y por la actitud de prolongar, como Moisés, la oración en favor de la humanidad.
Hace poco, durante los días de Ejercicios Espirituales, que realizaba con otros sacerdotes, se nos decía de manera muy viva: “Somos presencia de Cristo”. “Hacemos injusticia cuando no damos a Dios”. “Privamos de esperanza a los fieles cuando no les hablamos del Evangelio y de la vida futura”.
Hoy, la Liturgia de la Palabra no permite silenciar la ternura de Dios. Gracias a la oración de Moisés, “El Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo”. A Jesús se le acusa “de acoger a los pecadores y de comer con ellos”. San Pablo testifica: “Podéis fiaros y aceptar sin reservas lo que os digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores”.
Ante tanta contundencia no hay mejor respuesta que la del hijo menor de la parábola: “Me pondré en camino adonde está mi padre”. “Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta…”.
Al tiempo de dar gracias al Señor por el bien que me ha hecho; de renovar mi ofrecimiento mediador para que se celebre y acoja la misericordia de Dios y de intensificar el ministerio de la oración por todos, os solicito vuestra intercesión ante Jesús por todos los sacerdotes.
“Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amen”.
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